[HILO OFICIAL] Dark Souls: Prepare To Die

[DarkBlade]

Día 7. Parte 2.

No jugué por la noche, así que nada que comentar.

Día 8.

Hoy tenía pensado farmear bastante. A ello he invertido unas 2 horas en las que he sacado cerca de 100k de almas. Me han servido para alcanzar el nivel 51, llegar a 24 puntos de vitalidad, 20 de aguante, y 28 de fuerza. El resto de estadísticas normales. Mi objetivo es llegar como mínimo a 32 de fuerza para poder equiparme el Espadón de Caballero Negro, y poder tirar con él el resto del juego hasta encontrar algo mejor. Sé que es muy difícil de subir, pero la Espada Recta se me ha quedado muy, muy justa.

Tras este pequeño incremento de nivel, he optado por ir definitivamente a Ciudad Infestada. No me ha costado mucho quitarme a todos los enemigos que se me iban poniendo por delante, aunque destaco principalmente: Los ogros de la entrada, que aparte de pegar duro envenenan (Ya me he dado cuenta de que en la puta Ciudad Infestada todo envenena); los perritos escupefuego; y los lanzadardos venenosos que son particularmente molestos, en especial cuando vienen varios enemigos. He conseguido llegar a la hoguera que está en el puente ese, y ha sido mi base de operaciones de prácticamente toda la zona, luego explicaré por qué. Desde ahí me ha costado bastante llegar hasta abajo del todo, bien porque me caía, o porque me mataban los ogros de las piedras de más adelante. Suerte que llevaba infinidad de musgos morados florecientes para el tóxico, porque joder. Qué asco de zona, coño. Y los mosquitos, otro dolor de huevos. Decía que la hoguera del puente ha sido mi base de operaciones, porque no daba con la segunda hoguera. Me saltaba esa zona. Bien escondida que está, por otra parte. He llegado con 5 frascos estus a los Dominios de Queelag, bastante mermado tras el encuentro con los ogros lanzarrocas. Pensaba que con algo de paciencia y saliva lograría vencer a Queelag, aunque daba por hecho que no la haría prácticamente nada de daño. Así fue. No le costó mucho matarme la primera vez, ya que no me dio tiempo a estudiar el patrón de movimientos que tiene. Lava por una parte, espadazos a bocajarro de cerca, y salto con lava in your face. Al no haber descubierto todavía la hoguera de abajo, me tocó hacer otra vez el recorrido. Esta vez, al bajar, me desvié en busca de la hoguera y la conseguí encontrar. Mejoré a base de humanidad para tener 10 frascos estus, y seguí el camino por la noria. Aquí me invadió una Espectro Oscura a la que despaché sin demasiado esfuerzo. Me dejó cerca de 8000 almas, humanidad y su Cuchillo de carnicero. Seguí a por Queelag, decidido a cargármela porque ese lugar estaba empezando a colmar mi paciencia, y se me acababan los antídotos. A la entrada de su guardia, me daba la opción de invocar a la Espectro que derroté anteriormente, y por supuesto la invoqué. No me costó mucho derrotar a Queelag con ella haciendo de punching ball (Para lo único que sirven estos NPC's). No me dejó su espada. Pero bueno, seguí y toqué la campana, desbloqueándose así la Fortaleza de Sen que deprimía al Caballero de Catarina (Aka Caballero Cebolla). Me costó la de Dios volver al principio. Pero mucho, mucho más que bajar. No reconocía el camino de vuelta, y me desesperé bastante. La clave era una escalera que pasaba por alto, y a partir de ahí, sí pude seguir. Al llegar a la entrada de la Fortaleza, seguí a ver lo que me esperaba, y recibí una calurosa bienvenida en forma de flechazos y dos guerreros-serpiente bastante duros que casi me matan, pero me los llevé de allí y los maté en el puente. Volví a la hoguera del herrero y subí dos niveles en fuerza, con lo cual ahora estoy en el 53.

Ahora me planteo un dilema, y es: ¿Farmear en el Jardín Tenebroso hasta poder equiparme un arma acorde a las zonas que vienen ahora? ¿O seguir con la Espada Recta de Dragón hasta donde dure? ¿Fortaleza de Sen? ¿O Sif el Gran Lobo Gris? Estoy un tanto atascado ahora mismo la Ciudad Infestada me ha costado lo suyo y no he subido apenas niveles. No me quiero imaginar lo que serán las siguientes zonas.