23-06-2013 18:35
Día 2. Parte 1
Continúo en el castillo y en la misma parte que ayer. He memorizado hasta la ruta y los enemigos que vienen a mi paso, así como la estrategia (Más bien cuando correr y cuándo no ) para cada uno. Todo bien, alguna muerte esporádica por imprudencias varias y despistes, hasta que me topo como el caballero, que aunque no es vital para poder continuar, sí me ha picado el gusanillo de querer matarlo, por simple capricho. Un enfrentamiento directo acaba en aplastante derrota para mí, así que me he chetado a base de almas (Nivel 16, con estadísticas más altas en fuerza, aguante y resistencia) y he ido puliendo poco a poco al estrategia hasta que por último, he hecho lo siguiente: Me acerco hacia él, me lo llevo del túnel, y lo atraigo hasta la torre donde hay un esqueleto con una ballesta que previamente he matado. Intento darle un par de sablazos por la espalda esquivando entre tanto sus letales golpes. Cuando me he visto apurado, he subido a la torre como alma que lleva al diablo para recuperar algo de vida. Por suerte para mi, se ha atacascado al subir y me ha dado tiempo a darle un parde golpes más que no han sido muy efectivos. Luego consiguió subir, y yo volví a bajar, esquivando por lo pelos una estocada mortífera que me iba a la espalda. Abajo, se ha vuelto a atascar y me ha hecho gracia ver cómo su escudo y su espada atravesaban la pared de la torrecilla en mi dirección. No me ha hecho tanta gracia cuando uno de sus mandobles me ha dado de lleno y me ha obligado a recuperar salud. Acto seguido, consiguió salir, y me dio muerte en ese espacio circundante, pero he acabado satisfecho de haberle plantado cara. Dudo que tenga demasiadas posibilidades de conseguir acabar con él puesto que de un golpe de lleno me suele quitar casi mitad de la vida, y yo a él una media de 20 puntos de salud de cara, y 40 si consigo pillarlo por la espalda. Aparte de eso, mi caballero no es todo lo ágil que me gustaría debido a la pesada armadura -que no es tan efectiva frente a un espadón- y suele alcanzarme aunque ruede.
Creo que voy a dejar pendiente mi duelo con él, y me voy a dirigir a la torre de la izquierda, donde me espera el próximo Jefe. Esta noche más, y espero que mejor.
Continuará...
Continúo en el castillo y en la misma parte que ayer. He memorizado hasta la ruta y los enemigos que vienen a mi paso, así como la estrategia (Más bien cuando correr y cuándo no ) para cada uno. Todo bien, alguna muerte esporádica por imprudencias varias y despistes, hasta que me topo como el caballero, que aunque no es vital para poder continuar, sí me ha picado el gusanillo de querer matarlo, por simple capricho. Un enfrentamiento directo acaba en aplastante derrota para mí, así que me he chetado a base de almas (Nivel 16, con estadísticas más altas en fuerza, aguante y resistencia) y he ido puliendo poco a poco al estrategia hasta que por último, he hecho lo siguiente: Me acerco hacia él, me lo llevo del túnel, y lo atraigo hasta la torre donde hay un esqueleto con una ballesta que previamente he matado. Intento darle un par de sablazos por la espalda esquivando entre tanto sus letales golpes. Cuando me he visto apurado, he subido a la torre como alma que lleva al diablo para recuperar algo de vida. Por suerte para mi, se ha atacascado al subir y me ha dado tiempo a darle un parde golpes más que no han sido muy efectivos. Luego consiguió subir, y yo volví a bajar, esquivando por lo pelos una estocada mortífera que me iba a la espalda. Abajo, se ha vuelto a atascar y me ha hecho gracia ver cómo su escudo y su espada atravesaban la pared de la torrecilla en mi dirección. No me ha hecho tanta gracia cuando uno de sus mandobles me ha dado de lleno y me ha obligado a recuperar salud. Acto seguido, consiguió salir, y me dio muerte en ese espacio circundante, pero he acabado satisfecho de haberle plantado cara. Dudo que tenga demasiadas posibilidades de conseguir acabar con él puesto que de un golpe de lleno me suele quitar casi mitad de la vida, y yo a él una media de 20 puntos de salud de cara, y 40 si consigo pillarlo por la espalda. Aparte de eso, mi caballero no es todo lo ágil que me gustaría debido a la pesada armadura -que no es tan efectiva frente a un espadón- y suele alcanzarme aunque ruede.
Creo que voy a dejar pendiente mi duelo con él, y me voy a dirigir a la torre de la izquierda, donde me espera el próximo Jefe. Esta noche más, y espero que mejor.
Continuará...