19-02-2012 13:35
El último gran RPG japonés
Hironobu Sakaguchi, Nobuo Uematsu, ya solo con estos dos nombres cualquier fan de toda la vida de los juegos de rol nipones lo esperaba con ganas, y tras lo que habíamos visto de la versión japonesa, pese a tu tibia acogida por aquellas tierras, pintaba fenomenal. Qué gran satisfacción comprobar que las expectativas se cumplen y se ven superadas con creces, siendo uno de los mejores RPG japoneses de los últimos diez años. Innova desde los detalles más pequeños a los más importantes, con una jugabilidad con una gran personalidad propia, arrolladora, que funciona y es muy divertida. A esto se le une una épica historia, unos personajes bien construidas y con los que es fácil simpatizar, y un aroma a clásico bárbaro, gracias a su director, Sakaguchi. Imprescindible para los amantes del género y muy recomendable para quienes algún día os gustaron este tipo de juegos pero en los últimos tiempos os cansaron, por su falta de innovación y repetición de una fórmula muy manida. Nos ha hecho recordar aquellas largas tardes de invierno pegados a la consola con alguno de los Final Fantasy de la primera PlayStation, y el simple hecho de volver a vivir esa sensación ha sido impagable. Ojalá no sea la fantasía final ni la última historia de Sakaguchi por contar, y nos queden muchos juegos suyos por disfrutar.
ÔÇôuna lástima que no se incluya el doblaje japonés-
Hironobu Sakaguchi, Nobuo Uematsu, ya solo con estos dos nombres cualquier fan de toda la vida de los juegos de rol nipones lo esperaba con ganas, y tras lo que habíamos visto de la versión japonesa, pese a tu tibia acogida por aquellas tierras, pintaba fenomenal. Qué gran satisfacción comprobar que las expectativas se cumplen y se ven superadas con creces, siendo uno de los mejores RPG japoneses de los últimos diez años. Innova desde los detalles más pequeños a los más importantes, con una jugabilidad con una gran personalidad propia, arrolladora, que funciona y es muy divertida. A esto se le une una épica historia, unos personajes bien construidas y con los que es fácil simpatizar, y un aroma a clásico bárbaro, gracias a su director, Sakaguchi. Imprescindible para los amantes del género y muy recomendable para quienes algún día os gustaron este tipo de juegos pero en los últimos tiempos os cansaron, por su falta de innovación y repetición de una fórmula muy manida. Nos ha hecho recordar aquellas largas tardes de invierno pegados a la consola con alguno de los Final Fantasy de la primera PlayStation, y el simple hecho de volver a vivir esa sensación ha sido impagable. Ojalá no sea la fantasía final ni la última historia de Sakaguchi por contar, y nos queden muchos juegos suyos por disfrutar.
ÔÇôuna lástima que no se incluya el doblaje japonés-