19-04-2020 11:56
Vivarium (2019). Arranca interesante, con una pareja joven que va a ver una casa en una urbanización, acompañados de un agente inmobiliario un tanto raruno, para ver si se animan a comprar su primera vivienda, pero descubren que no son capaces de salir de allí. La primera mitad me gustó, pero luego creo que se va desinflando y no es capaz de rematar bien la jugada.
Godzilla: Rey de los monstruos (2019). Un bluf que se recrea en exceso en sus imágenes y planos, como si continuamente buscasen la perfección de un cartel de póster, queda muy artificial incluso para una peli de Godzilla.
La caza (2020). Típica peli de caza humana, con el ritmo suficiente como para pasar un rato entretenido que sólo se resiente un poco en sus últimos minutos. Bien dentro de lo que es casi un subgénero en sí mismo. Y buen arranque de la acción, a troche y moche.
Verano del 84 (2018). A lo Stranger Things (antes diríamos Los Goonies), con mucho toque ochentero para una aventura de chavales de pandilla y bicis, donde el prota viene a ser un Mulder adolescente conspiranoico, cuyo próximo objetivo de investigación es su vecino, del que comienza a sospechar tras darse el caso de rapto de algunos chavales por los alrededores. Empieza recreándose mucho, quizá demasiado, en los 80, pero cuando avanza funciona bastante bien y termina dando alguna vuelta de tuerca interesante.
La noche de 12 años (2018). Recrea la dureza con la que la milicia uruguaya trató a presos del movimiento Tupamaros en la época de dictadura, donde cogió a varios de ellos y los mantuvo en situaciones lamentables e incomunicados durante 12 años. Entre los protagonistas reales de estos sucesos están el ex presidente uruguayo Pepe Mujica (interpretado por Antonio de la Torre) o el escritor Mauricio Rosencof (Chino Darín).
Godzilla: Rey de los monstruos (2019). Un bluf que se recrea en exceso en sus imágenes y planos, como si continuamente buscasen la perfección de un cartel de póster, queda muy artificial incluso para una peli de Godzilla.
La caza (2020). Típica peli de caza humana, con el ritmo suficiente como para pasar un rato entretenido que sólo se resiente un poco en sus últimos minutos. Bien dentro de lo que es casi un subgénero en sí mismo. Y buen arranque de la acción, a troche y moche.
Verano del 84 (2018). A lo Stranger Things (antes diríamos Los Goonies), con mucho toque ochentero para una aventura de chavales de pandilla y bicis, donde el prota viene a ser un Mulder adolescente conspiranoico, cuyo próximo objetivo de investigación es su vecino, del que comienza a sospechar tras darse el caso de rapto de algunos chavales por los alrededores. Empieza recreándose mucho, quizá demasiado, en los 80, pero cuando avanza funciona bastante bien y termina dando alguna vuelta de tuerca interesante.
La noche de 12 años (2018). Recrea la dureza con la que la milicia uruguaya trató a presos del movimiento Tupamaros en la época de dictadura, donde cogió a varios de ellos y los mantuvo en situaciones lamentables e incomunicados durante 12 años. Entre los protagonistas reales de estos sucesos están el ex presidente uruguayo Pepe Mujica (interpretado por Antonio de la Torre) o el escritor Mauricio Rosencof (Chino Darín).