19-02-2019 18:17
Fracture. Thriller decente que no había visto hasta ahora y que sigue la receta más clásica al pie de la letra, con los personajes de Ryan Gosling y Anthony Hopkins jugando al gato y al ratón. Cómo disfruto de Anthony Hopkins en pantalla, menuda presencia que se gasta siempre. Basta su sonrisa malévola acompañada de esa mirada penetrante más su característico medio guiño y a mí ya me tiene ganado. Enorme este señor.
The Master. La comentó Ross hace unos días y llevaba bastante tiempo con ella pendiente. Desde luego no es una película para todo el mundo porque su digestión puede ser un tanto peculiar. Es una película de actores, más sustentada en sus buenas actuaciones que en el guion o el fondo. Todos están bastante bien en general, pero especialmente Philip Seymour Hoffman y Joaquin Phoenix, haciendo este último un papel de puto perturbado alcohólico de forma clavada, hasta en su continuo trabajo corporal con la pose encorvada, los brazos en jarra como un memo o hablando todo el rato entredientes simulando una parálisis parcial del labio. Joaquin Phoenix en su salsa.
Roma. La realización es simple y llanamente impecable, destacando la naturalidad que desprende, sólo rota por la magnífica fotografía que muestra desde el primer minuto al último, que es lo que evita que te evadas por completo y te recuerda que estás ante cine, un gran y buen cine (netflixero).
The Master. La comentó Ross hace unos días y llevaba bastante tiempo con ella pendiente. Desde luego no es una película para todo el mundo porque su digestión puede ser un tanto peculiar. Es una película de actores, más sustentada en sus buenas actuaciones que en el guion o el fondo. Todos están bastante bien en general, pero especialmente Philip Seymour Hoffman y Joaquin Phoenix, haciendo este último un papel de puto perturbado alcohólico de forma clavada, hasta en su continuo trabajo corporal con la pose encorvada, los brazos en jarra como un memo o hablando todo el rato entredientes simulando una parálisis parcial del labio. Joaquin Phoenix en su salsa.
Roma. La realización es simple y llanamente impecable, destacando la naturalidad que desprende, sólo rota por la magnífica fotografía que muestra desde el primer minuto al último, que es lo que evita que te evadas por completo y te recuerda que estás ante cine, un gran y buen cine (netflixero).