19-08-2018 15:48
Madre. Me ha gustado más de lo que esperaba. Algún detalle me chirría un poco, pero en general es entretenida de ver mientras vas engarzando uno a uno los elementos de la alegoría. Aunque llega un punto en el que no sabes si estás viendo Madre o Project X.
La juventud. Otra que me ha gustado. Voy a tener que echar un vistazo a los trabajos de Sorrentino porque ya La gran belleza también estuvo bien. Puede pecar de remilgada, algo pretenciosa, pero resulta bonita, aguanta el tipo y está sostenida por buenas actuaciones, en especial Michael Caine y Rachel Weisz. Cuenta con mi aprobación.
En la sombra. Esperaba un poquito más de la película por lo que había leído en alguna ocasión, aunque es visible. Ahora, le deben haber dado un plus a Diane Kruger porque se debe ventilar como 7 cartones de tabaco durante la peli.
Los hambrientos. Película de zombis que ponían estupendamente, al menos para lo visto en el género, pero que personalmente he encontrado insulsa y aburrida. Vale que tiende a una historia terrenal, sin heroicidades, aunque no es algo que por sí mismo tenga un gran valor porque ya hay otras películas de este estilo. Como digo, aburrida.
En el calor de la noche. Ni tanto ni tan calvo al ser una película que recibió más galardones en su momento de los que seguramente mereció, aunque no por ello es mala en absoluto, de hecho tiene un ritmo muy entretenido, sobre todo para lo que es un thriller policial medio de la época, que tienden a ser más lentos. Parece que va de la investigación de un caso de asesinato, pero diría que queda en segundo plano frente a la tensión racial que se respira durante toda la película. En su momento seguro que esto tuvo mucha importancia al rodarse en plena época de lucha por los derechos civiles en EEUU y protagonizada por Sidney Poitier (Rod Steiger también se luce), quien el mismo año también apareció en Adivina quién viene esta noche, que es otra que tal baila tocando el mismo tema.
Ahora me he quedado con ganas de volver a ver Adivina quién viene esta noche, que debe hacer como mil años que no la veo, y también las secuelas de En el calor de la noche, que esas creo no haberlas visto nunca. Otro día tocarán.
La juventud. Otra que me ha gustado. Voy a tener que echar un vistazo a los trabajos de Sorrentino porque ya La gran belleza también estuvo bien. Puede pecar de remilgada, algo pretenciosa, pero resulta bonita, aguanta el tipo y está sostenida por buenas actuaciones, en especial Michael Caine y Rachel Weisz. Cuenta con mi aprobación.
En la sombra. Esperaba un poquito más de la película por lo que había leído en alguna ocasión, aunque es visible. Ahora, le deben haber dado un plus a Diane Kruger porque se debe ventilar como 7 cartones de tabaco durante la peli.
Los hambrientos. Película de zombis que ponían estupendamente, al menos para lo visto en el género, pero que personalmente he encontrado insulsa y aburrida. Vale que tiende a una historia terrenal, sin heroicidades, aunque no es algo que por sí mismo tenga un gran valor porque ya hay otras películas de este estilo. Como digo, aburrida.
En el calor de la noche. Ni tanto ni tan calvo al ser una película que recibió más galardones en su momento de los que seguramente mereció, aunque no por ello es mala en absoluto, de hecho tiene un ritmo muy entretenido, sobre todo para lo que es un thriller policial medio de la época, que tienden a ser más lentos. Parece que va de la investigación de un caso de asesinato, pero diría que queda en segundo plano frente a la tensión racial que se respira durante toda la película. En su momento seguro que esto tuvo mucha importancia al rodarse en plena época de lucha por los derechos civiles en EEUU y protagonizada por Sidney Poitier (Rod Steiger también se luce), quien el mismo año también apareció en Adivina quién viene esta noche, que es otra que tal baila tocando el mismo tema.
Ahora me he quedado con ganas de volver a ver Adivina quién viene esta noche, que debe hacer como mil años que no la veo, y también las secuelas de En el calor de la noche, que esas creo no haberlas visto nunca. Otro día tocarán.