06-09-2022 23:13
Me he vuelto perezoso para reseñar cómics así con foticos y cosas. Y que al volver a casa me he dedicado más a videojuegos, series y pelis pendientes tras mi larga ausencia. Tendría que hablar más de 'Us', un cómic maravilloso sobre una diseñadora gráfica (la autora del cómic) y su pareja trans, de como su relación empezó con su entonces novio y el proceso durante años para que ella se aceptase, contado con un estilo de manga europeo que acentúa la expresividad. Como dijo un amigo, este cómic debería estar obligatorio en todos los colegios.
Pero como soy el cenutrio psicótico de siempre, es que el cuerpo me pedía dar a conocer el primer tomo recopilatorio de Ice Cream Man, que llega a nuestro país. Y, de paso, ayudar un poco a la joven editorial que lo ha traído, para que traigan más (la colección está cerca de los 40 números en EEUU), porque no se están matando a promocionarlo.
"Hay un sabor para cada persona, todos tenemos un sabor propio". Lo primero, al meter esa imagen de presentación, me ha dado pena que al buscar el título de este cómic que se va volviendo de culto, me salte una película chufa de 1995, señal de lo poco que vale que se haya abierto paso en algunos premios como los Eisner en los últimos tiempos. El cómic estadounidense es cada vez más nicho.
En fin, la cosa es que el tipo que veis ahí te dice mucho de él. Uniforme de vendedor de helados de los años 50/60 en EEUU, sonrisa amable, y profesión que gusta a todo el mundo. Y por eso es tan siniestro, y porque nos propone una serie de historias muy humanas: un crío al que sus padres ya ni preparan la comida; una historia de amor entre una bella pareja de drogadictos; un músico que solo ha podido componer una canción en toda su vida; un padre que busca abrazar a su hijo muerto...
Siniestras y retorcidas, pero también, con un punto de belleza en algunas, macabra belleza. La cosa es que nuestro heladero se presenta como un personaje que puede intervenir más o menos en dichas historias, siendo un formato que recuerda a los capítulos de Historias de la Cripta, con su Guardián como conductor, pero metiendo a IT al participar en ellas.
Solo son cuatro historias, cuatro números, que me los he bebido con frunción. Las últimas páginas parecen indicar algo troncal, es lo suyo, pero por lo que tengo entendido, sigue siendo en gran medida estas historias rocambolescas lo que sigue primando en la colección.
¡Tengo que seguir coleccionándolas!
Pero como soy el cenutrio psicótico de siempre, es que el cuerpo me pedía dar a conocer el primer tomo recopilatorio de Ice Cream Man, que llega a nuestro país. Y, de paso, ayudar un poco a la joven editorial que lo ha traído, para que traigan más (la colección está cerca de los 40 números en EEUU), porque no se están matando a promocionarlo.
"Hay un sabor para cada persona, todos tenemos un sabor propio". Lo primero, al meter esa imagen de presentación, me ha dado pena que al buscar el título de este cómic que se va volviendo de culto, me salte una película chufa de 1995, señal de lo poco que vale que se haya abierto paso en algunos premios como los Eisner en los últimos tiempos. El cómic estadounidense es cada vez más nicho.
En fin, la cosa es que el tipo que veis ahí te dice mucho de él. Uniforme de vendedor de helados de los años 50/60 en EEUU, sonrisa amable, y profesión que gusta a todo el mundo. Y por eso es tan siniestro, y porque nos propone una serie de historias muy humanas: un crío al que sus padres ya ni preparan la comida; una historia de amor entre una bella pareja de drogadictos; un músico que solo ha podido componer una canción en toda su vida; un padre que busca abrazar a su hijo muerto...
Siniestras y retorcidas, pero también, con un punto de belleza en algunas, macabra belleza. La cosa es que nuestro heladero se presenta como un personaje que puede intervenir más o menos en dichas historias, siendo un formato que recuerda a los capítulos de Historias de la Cripta, con su Guardián como conductor, pero metiendo a IT al participar en ellas.
Solo son cuatro historias, cuatro números, que me los he bebido con frunción. Las últimas páginas parecen indicar algo troncal, es lo suyo, pero por lo que tengo entendido, sigue siendo en gran medida estas historias rocambolescas lo que sigue primando en la colección.
¡Tengo que seguir coleccionándolas!