Esta ha sido una semana continuista. ¿Todo aquello que dije acerca de tener menos tiempo para jugar hace un par de semanas? Pues al final no fue entonces sino ahora.
Siguiendo con el
Octopath Traveller.
Todavía no empecé ninguno de los capítulos 2 de los personajes. En vez de eso, me he dedicado a completar sidequests y a desbloquear los trabajos secundarios.
Los trabajos secundarios... son exactamente los mismos que los de los personajes. Sin embargo, al desbloquearlos puedes equipárselos a un personaje para que tenga habilidades extra. El personaje va aprendiendo habilidades de ese segundo trabajo, tanto activas como pasivas. Las activas las pierdes si le equipas otro trabajo, pero las pasivas se las queda y puedes elegir que cuatro quieres tener equipadas entre todas las que has aprendido. Como restricción, solo un personaje puede tener un determinado trabajo secundario equipado a la vez (si le poner Mercader como secundario a un personaje, no podrás ponérselo a nadie más a no ser que se lo desequipes). Esto no interactúa con la clase principal de cada personaje: Tressa sigue siendo la mercader del juego aunque Cyrus tenga equipado el trabajo como secundario.
Para desbloquear los trabajos secundarios hay que encontrar unos santuarios repartidos por ahí. Al entrar te habla un espíritu y te dan el poder para equipártelo. Decidí hacer de esto mi prioridad y he ido explorando zonas de nivel algo más alto de lo que debería. Como consecuencia ahora estoy como 10 niveles por encima de lo que se recomienda para el primer capítulo 2, pero no me importa. No me disgusta ir de sobrado en los RPGs.
Sí que estoy notando, sin embargo, que voy bastante justo de dinero, y eso que tengo a Tressa como personaje principal, quien se supone que ayuda algo con el tema debido a sus pasivas. También es verdad que al explorar zonas de alto nivel acabé comprando algún arma que apretaba mi presupuesto más de lo que debería, y ahora mi curandera es el personaje que más daño físico tiene de mi equipo porque lleva equipada una daga de la hostia.
Seguiré haciendo algún sidequest más por el camino, no sé cuando retomaré las historias principales. Lo que no hago primero lo haré después, supongo...
Otra misión completada en el
Shadowrun: Dragonfall.
Si, voy bastante a cuentagotas con este. Es uno de los que más sufre por mi falta de tiempo... Pero podría ser peor. Podría ser
Redout.
En la última misión, el doctor a quien puteé hace un par de semanas ha decidido echar pelillos a la mar y contratarme para que le ayude igualmente. Aparentemente tiene unos suministros guardados en un almacén, pero el edificio ha sido puesto en cuarentena desde dentro y nadie puede entrar o salir. Quiere que entre ahí, burle el sistema de cierre y los recupere.
Una vez dentro del complejo descubres que uno de los antiguos empleados quedó atrapado dentro, y sin más entretenimiento que unos vídeos de una serie de televisión sobre espada y brujería ha acabado perdiendo algo la chaveta y ahora se cree el rey de su propio reino. También descubres que la razón de la cuarentena es que un ejecutivo derramó café sobre la máquina de seguridad (no es coña, realmente es eso lo que pasa).
Tras derrotar al basilisco que hay en las alcantarillas y desactivar el protocolo de cierre, una corporación aprovecha para intentar arrebatarte el premio, pero el ex-empleado lanza su "guardia imperial" (sus drones) contra ellos.
Luego regresas a tu guarida y te preguntas qué carajos acaba de pasar.
Acabada la trama de las armas en
FFXIV.
Me doy cuenta de que nunca llegué a hablar de la trama de estos combates. Es
bastante spoiler, pero ahí va.
Tras Stormblood descubres que Gaius van Baelsar, el general imperial que servía como antagonista principal del juego base, sigue vivo, ha desertado del ejército, y ahora se dedica a cazar Ascianos. El tipo está decidido a arrancar la podedumbre del Imperio de cuajo.
Hablando de podedumbre, tras la deserción de Gaius su sustituto es otro praetor llamado Valens van Varro, y hasta ahora debe ser el antagonista más abofeteable del juego, ahí arriba con Asahi. Valens ODIA a Gaius, siente una terrible envidia y animosidad hacia él, y ha aprovechado para recuperar el proyecto de este y "mejorarlo". Allí donde Gaius desenterró el Arma Artema y la intentó usar como medio para poner en jaque a la alianza de Eorzea, Valens creó prototipos de nuevas armas: Arma Rubí, Arma Zafiro, Arma esmeralda y Arma Diamante. No solo eso, sino que eligió a un grupo de huérfanos anteriormente acogidos por Gaius como sus pilotos.
El primer arma a la que te enfrentas es Rubí, y tras derrotarla su piloto activa una especie de "oversoul", tras lo cual se abre como si fuese un huevo de alien y de dentro brota algo así como una especie de homúnculo de Nael van Darnus, la antagonista de la versión 1.0 del juego. Resulta que las armas tienen dentro datos y porciones de recuerdos de generales imperiales. No solo eso, sino que al activarse este "oversoul" el piloto se fusiona con la máquina y muere de una forma espantosa.
Gaius, que está decidido a poner fin al proyecto de ciencias que él mismo empezó, te acompaña durante la historia. Con el tiempo te cargas también a Zafiro y a Esmeralda (la última tiene los datos del propio Gaius metidos en su programa, y se manifiesta de forma de una especie de fantasma con un tropel de soldados). Tras la derrota de Esmeralda, logras rescatar a uno de los dos huérfanos supervivientes, Allie, quien les explica todo lo que está pasando tras los bastidores. El problema es que si Allie está contigo, eso significa que el huérfano restante, Alphonse, va a ser usado como piloto del Arma Diamante por huevos. Allie no está contenta con esto, y se escapa regresando a la base imperial, diciéndole a Valens que ella será la piloto de Diamante si a cambio Alphonse es dejado en libertad. Valens acepta.
Cuando Allie toma el control de Diamante, inmediatamente intenta cargarse a Valens, pero éste activa un protocolo de seguridad para desactivar el armatoste. Sin embargo, el "oversoul" del arma se activa por si solo, y escapa causando una enorme explosión. Tras recibir noticias de esto, tu grupo se pone en marcha para interceptar a Diamante en plena huida.
El combate contra Arma Diamante es un caos. El escenario está dividido en dos plataformas, conectadas por unos teletransportadores. De vez en cuando el arma ataca una de las dos plataformas y tienes que pasarte a la otra, o marca a ciertos jugadores con ataques que les obligan a pasarse a la otra plataforma para no joder a los demás. O, al contrario, hace un ataque de daño repartido que obliga a todo el mundo a juntarse. Los problemas empiezan a venir cuando estás en una plataforma, pero los healers están en la otra y no llegan a ti, y nadie se da cuenta de que tienes el marcador de daño compartido y vas a morir...
Hacía tiempo que no wipeaba tanto. Me lo pasé bien.
Tras el combate, Allie sale del arma aturdida y te la llevas a la base, mientras Gaius se queda atrás. Tras un encuentro con Valens, este explica que la intención inicial era meter los datos de Zenos (el príncipe imperial, antagonista principal de
Stormblood y parece que también de la expansión que se viene) en el arma, pero que resultaron ser demasiado incontrolables, así que decidió improvisar. No es Zenos el que está metido dentro del arma... es Alphonse. La razón por la que el arma se activó sola y Allie no resultó dañada durante el proceso es porque Alphonse es ahora el Arma Diamante, y actuó instintivamente para proteger a su hermana.
O eso cree. Porque entonces Diamante se vuelve a activar por si sola, sin piloto ni nada, y se carga a Valens. Arma Diamante, con la voz de Alphonse, le pide a Gaius que se lleve su núcleo de memoria y se lo entregue a Allie. Esta es probablemente la única escena en la que se ve a Gaius llorando, y la verdad es que me pegó bastante fuerte.
Al regresar a la base, Gaius encuentra a una Allie traumatizada por todo lo sucedido. Le entrega el dispositivo de memoria, lo cual hace que las memorias de los hérfanos se materialicen en forma de hologramas por todo el pueblo. Tras una breve conversación con Alphonse y el resto de sus hermanos, Allie logra encontrar la paz consigo misma, recupera el habla y le promete a Gauis, su padre, que vivirá la vida que ellos se sacrificaron por darle.
Y así acaba la trama. Sabemos que en la siguiente expansión por fin vamos a visitar Garlemald, la capital imperial, y que esta está completamente arrasada debido a la guerra civil originada con la muerte del emperador a manos de su hijo. No me extrañaría mucho que acabásemos aliándonos con los Populares (la facción pacifista del imperio) para reconstruir Garlemald, y si eso ocurre supongo que Gaius tendrá un papel importante que cumplir en el tema. Per eso ya es algo que tendrá que verse en
Endwalker.
Y hasta ahí hemos llegado. Para la semana que viene... Pues más
Octopath, eso seguro, aunque no sé si seguiré con sidequests o habré retomado ya la historia. También acabaré la trama principal del parche 5.5 de
FFXIV, que la tengo a medias, y hablaré sobre ella. No sé si tendré tiempo de jugar a
Shadowrun.