Ya no es que el debate entre físico y digital esté más vivo que nunca es que, si nos fiamos de los datos de compra ofrecidos por las compañías, este dilema tiene dividida a la comunidad. Según anunciaba en twitter en analista de tendencias digitales Daniel Ahmad, EA ha reportado en sus informes financieros que el 47% de los juegos completos que ha vendido en consola ha sido en formato digital. La cifra de beneficios digitales aumenta si sumamos las ganancias de los DLC y las microtransacciones por lo que Ahmad no se corta en señalar que el modelo de distribución digital no solo está asentado sino que podría superar al físico durante el 2019, ya que desde el 2017 este modelo ha crecido un 10%.

El éxito de las descargas puede ser determinante para EA, que este año anunciaba que no ha cumplido las expectativas. Según su CEO, Andrew Wilson, la industria del videojuegos está sujeta a continuos cambios y EA no va a ser tímida a la hora de tomar decisiones y renovarse: «ahora tratamos de volcarnos en los puntos fuertes de la empresa y queremos centrarnos en ofrecer grandes nuevos videojuegos y servicios a largo plazo para nuestros jugadores».

Pero no es una situación que se limite a Electronics Arts. Ubisoft también ha presenciado un enorme aumento de las ventas digitales, que se han traducido en que el 45% de las ventas de uno de sus juegos más populares, Assassin’s Creed Odyssey se deban a las descargas.

Aunque el viraje hacia lo digital es bastante suculento para las compañías —que se ahorran los costes de producción y distribución de una copia física—, así como para los defensores del medio ambiente y los jugadores que disfrutan del acceso inmediato, lo cierto es que bastantes usuarios siguen interesados en los discos y no solo por un afán coleccionista. Noticias como el cierre del Canal Tienda Wii y la posibilidad de que en algún momento perdamos la capacidad de descargar juegos ya comprados en WiiWare, supone un perjuicio para el jugador y transmite la sensación general de que las compras digitales son, en definitiva, caros préstamos que pueden ser anulados por las compañías.

Parece que el 2019, será el año en el que los beneficios indicarán a las distribuidoras qué modelo interesa más a los jugadores.

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