20-12-2016 10:42
Salió su nombre en el podcast especial sobre los mejores del año, y lo cierto es que en su propia liga es de los más destacados. Es una mezcla del demérito de una primera hornada de juegos para la realidad virtual bastante poco inspirada e incluso algo perezosa, con el acierto del estudio DROOL creando Thumper, una experiencia rítmica que ellos mismos califican de «violenta».
La versión doméstica o de realidad no virtual o como cojones queramos llamarla ya es una auténtica barbaridad, una chaladura que te hace estallar las meninges por sesenta sitios, con una sensación de velocidad endiablada y un feedback en los impactos (que hacen temblar la pantalla) que le otorgan al juego del escarabajo lisérgico una solidez imponente. En PlayStation VR no lo he probado pero tengo entendido que la percepción es varias veces más brutal, que se trata de uno de esos juegos que desafían la capacidad de asimilar estímulos y que un cuello de botella cerebral con esta mierda puede llevarle uno directo al plató de Espejo Público.
Ahora la onda expansiva de potencial destrucción neuronal se extiende: DROOL acaba de hacer compatible su Thumper con los otros dos grandes dispositivos de realidad virtual, el HTC Vive de Valve y el Oculus Rift de Facebook, y con sus respectivos sistemas de control.
Dicen que de momento la compatibilidad es básica con estos dos cascos, pero que durante las próximas semanas irán mejorando Thumper en este aspecto para poder tocar más opciones avanzadas de vídeo, calibrar mejor el juegos según las necesidades de cada uno y ese tipo de mandangas que no esconden la verdad: vamos a quedarnos todos ciegos.
Fuente
La versión doméstica o de realidad no virtual o como cojones queramos llamarla ya es una auténtica barbaridad, una chaladura que te hace estallar las meninges por sesenta sitios, con una sensación de velocidad endiablada y un feedback en los impactos (que hacen temblar la pantalla) que le otorgan al juego del escarabajo lisérgico una solidez imponente. En PlayStation VR no lo he probado pero tengo entendido que la percepción es varias veces más brutal, que se trata de uno de esos juegos que desafían la capacidad de asimilar estímulos y que un cuello de botella cerebral con esta mierda puede llevarle uno directo al plató de Espejo Público.
Ahora la onda expansiva de potencial destrucción neuronal se extiende: DROOL acaba de hacer compatible su Thumper con los otros dos grandes dispositivos de realidad virtual, el HTC Vive de Valve y el Oculus Rift de Facebook, y con sus respectivos sistemas de control.
Dicen que de momento la compatibilidad es básica con estos dos cascos, pero que durante las próximas semanas irán mejorando Thumper en este aspecto para poder tocar más opciones avanzadas de vídeo, calibrar mejor el juegos según las necesidades de cada uno y ese tipo de mandangas que no esconden la verdad: vamos a quedarnos todos ciegos.
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