Que vuelvan juegos del pasado, a veces más distante y remoto, otras mucho más cercano, es ya una constante del mundo del videojuego en nuestro presente. Las maneras de hacerlo también son diversas, con el consabido uso de los remasters y los remakes. Y luego también está una suerte de fusión entre ambas fórmulas, actualizando gráficos y sonido, pero dejando el apartado jugable prácticamente igual al de su lanzamiento -¡Holaaaaaaaaa, Diablo II – Resurrected !-. Es esta última fórmula por la que se opta a la hora de traer a nuestros días a un clásico de los salones recreativos. En NEW Joe & Mac vamos a tener lo que tuvimos cuando echábamos pasta en muebles arcade… para lo bueno y para lo malo…