Playing for the Planet es un programa de Naciones Unidas que invita de forma activa a los distintos miembros de la industria del videojuego a poner en práctica una serie de estrategias para luchar contra el cambio climático. Puesta en marcha el pasado 23 de septiembre, la iniciativa tiene como base varios acuerdos pensados para reducir en 30 toneladas las emisiones de CO2 asociadas al desarrollo y al consumo de videojuegos de aquí al año 2030. Entre las más de 20 compañías que han respaldado el programa destacan Microsoft, Sony Interactive Entertainment, Google Stadia, Ubisoft y Rovio que ahora, y según el compromiso que han firmado, deberán invertir en «soluciones verdes» para el desarrollo, tecnología para el reciclaje de componentes, ideas que reduzcan la contaminación debido al packaging y mejoras en la eficiencia energética de sus productos. Por si fuera poco, y mientras luchan por reducir sus emisiones, las empresas se han comprometido a plantar varios millones de árboles como compensación.

El programa, ha sido presentado con mucho entusiasmo por Inger Andersen, el director ejecutivo de la rama medioambiental de la ONU, durante la cumbre contra el cambio climático que está teniendo lugar en este mismo momento en Nueva York. «La industria del videojuego tiene la habilidad de implicar, inspirar y cautivar la imaginación de billones de personas en el mundo. Por eso se ha convertido un socio tan importante durante esta emergencia climática», ha declarado. Acompañando a Andersen se encontraban Jim Ryan Presidente y CEO de SIE y Phil Spencer, el videpresidente de la sección de videojuegos de Microsoft. Ambos profesionales han declarado sentirse enormemente orgullosos de participar en la iniciativa y han recordado la situación de emergencia medioambiental en la que nos encontramos. «En PlayStation creemos que los juegos tienen el poder de iniciar un cambio social a través de la educación, despertando emociones e inspirando esperanza», ha comentado Ryan durante su presentación. Mientras tanto, Phil Spencer ha compartido con la audiencia que Microsoft tiene interés en liderar un cambio en esta área y que están seguros de que la llamada tecnología verde será una de las claves en el futuro de la industria.

Entre las medidas específicas puestas en marcha por Microsoft se encuentra el desarrollo de un programa piloto pensado para garantizar que más de 800.000 Xbox serán usadas durante todo su ciclo de vida, y luego desechadas, generando una huella de carbono nula. Además, la iniciativa «Construye un mundo mejor», integrada en Minecraft, intentará que los jugadores pongan en marcha acciones reales para mejorar el planeta. Por su parte, Google Stadia concentrará sus esfuerzos en crear un kit de desarrollo lleno de medidas verdes para ayudar a otros equipos a marcar la diferencia. Ubisoft va a concentrarse en reducir en 20 toneladas su consumo de plástico usando materiales alternativos y reciclados para crear el packaging de Football Manager. A su vez, ayudará a la difusión de medidas medioambientales a través de varios de sus juegos. Otras compañías como Rovio, Supercell, Sybo o Space Ape, no solo tienen pensado en reducir su consumo energético sino que han acordado ayudar a otros estudios a tomar medidas similares.

Sin embargo, ha sido Sony la compañía que más medidas específicas se ha propuesto adoptar. A lo largo de un extenso comunicado, Jim Ryan ha anunciado su intención de que su próxima generación de consolas sea la más verde de todas mediante medidas de ahorro energético que estarán centradas en el consumo en estado de suspensión y pausa. El CEO ha destacado que Sony ya se encuentra en en camino de cumplir el compromiso de emisiones para 2030 y ha anunciado que comenzarán a trabajar en posibles usos de la realidad virtual en relación con la conciencia climática.

Naciones Unidas espera ampliar próximamente el programa con medidas dirigidas tanto a los jugadores como a sus padres. 

Todos los compromisos y los estudios firmantes de Playing for the Planet pueden encontrarse aquí. 

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