Estoy escribiendo una pequeña historia en mi Blog que reflexiona sobre nuestra condición. Me apetece compartirla con vosotros/as

Os dejo los dos primeros capítulos, pronto colgaré los siguientes:

CAPÍTULO I

No queda mucho para que suceda lo que los medios, los pocos que aún emiten, llaman: ÔÇ£El fin de nuestros díasÔÇØ. El asunto empezó en algún punto de Rusia y se ha extendido con rapidez por todo el continente, algo así como la peste que asoló a Europa en el siglo XIV. Sólo que esto no ha quedado aquí, en pocas semanas la pandemia saltó con virulencia el charco. Actualmente la infección es de alcance mundial y nadie está ya a salvo. Pero eso poco importa ahora, como nos han anunciado, es cuestión de días para que no quede nada sobre la faz de la Tierra, ni siquiera las cenizas de los cuerpos que serán barridos por las bombas nucleares que se van a lanzar.┬á

El asunto es de tal dimensión que no quedaremos supervivientes, excepto los elegidos. De entre toda la población se ha escogido a los mejores en todos los campos, los cuales han sido enviados a grandes naves bajo tierra para salvaguardar la perpetuación de la raza humana. En medio de la anarquía en la cual sobrevivimos actualmente, cada hombre y mujer con vida ha donado respectivamente su esperma y óvulos. Según las informaciones, en esos laboratorios subterráneos hay unas máquinas que determinaran la compatibilidad de unos con otros, naciendo bebés en placentas artificiales. Se calcula que dentro de unos 30 años la superficie de la Tierra será otra vez habitable y para entonces estos sujetos, porque no sé si llamarlos personas, ya serán adultos y podrán salir al exterior sin riesgo de ser intoxicados por el aire.

Sobre la donación, realmente no importaba si estabas enfermo, mientras no fuera de la enfermedad incurable. Se nos ha pedido colaboración a cualquier persona que quedara en edad de procrear, tanto viejos como niños, siempre y cuando pudieras llegar a los puntos de encuentro. Estos puntos de encuentro son pequeñas fortificaciones llevadas por los militares donde los infectados aún no han llegado a extender la muerte. No sin dificultad y con mucho sufrimiento, logré llegar allí hace escasamente una semana, antes de estar parapetado en este zulo desde donde ahora escribo. En la base militar me hicieron mil pruebas, obtuvieron lo que necesitaban de mí y después, como a tantos otros, nos expulsaron fuera a nuestra suerte.

Antes de eso, a cada uno nos fueron entregados unos dispositivos electrónicos que están conectados de algún modo a los centros bajo Tierra que he citado anteriormente. Estos dispositivos permiten mandar mensajes a un buzón personalizado, hasta que suenen las sirenas que anuncian que en un cuarto de hora será lanzado el racimo de bombas que llevará a la destrucción de todo lo que conocemos hasta ahora. En estos mensajes se nos solicitó que dijéramos unas palabras a nuestros hijos, hablándoles a nuestro futuro de cómo era su pasado y de, en cierto modo, porque hemos llegado hasta donde hemos llegado.┬á

Vaya, resulta muy extraño, voy a ser padre cuando ni siquiera tengo una pareja. Es gracioso, con la última fantaseaba sobre cómo serían nuestros hijos. Quería mucho a esa chica, estaba un poco loca pero era tan guapaÔǪ me pregunto que será de ella y si estará aún con vida. ¡Joder! aún no me lo puedo creer, voy a ser padre, sí, un hijo o hija nacido de mi esperma y del óvulo de una mujer compatible conmigo, aunque pienso que en cierto modo será un hijo bastardo. Creo yo, esa mujer, no sé si la habría elegido en la vida realÔǪ o mejor dicho, si ella se habría fijado en un tipo como yo. No es que tenga demasiadas cualidades ¿Sabes? Sea como sea, considero que nuestro hijo no será un hijo del amor, si no que será un hijo de la genética y la destrucción.

CAPÍTULO II

Qué cabeza la mía, se me olvidó comentar antes que en los laboratorios bajo tierra también hay bebés naturales, quiero decir, criaturas nacidas del amor entre una madre y un padre. Son recién nacidos de entre los científicos, de entre los hombres de fe, de entre la gente poderosa, ya sabes, de entre ese tipo de personalidades. Hay un acuerdo mundial, incluso aceptado por los rusos, por el cual estos hijos serán educados del mismo modo que a los genéticos, pero sólo los últimos pisarán la superficie de la Tierra, dejando a los primeros criogenizados por si la nueva generación no pudieran perpetuar la especie de forma natural. Sus padres, los que aún queden con vida en los refugios, se encargarán de monitorizar desde la distancia a la nueva generación, pero tampoco estos verán la luz del día.

En estos tiempos puede sonar contraproducente que los que gobiernan, los que vayan a seguir respirando después de las bombas, queden hipotecados tras el Apocalipsis. La razón que se nos ha dado es que puesto que el hombre actual, el de hoy en día, nos ha llevado a esta situación de exterminio, no se le permite que vuelva a pisar la nueva Tierra. Es chocante, lógico, o al contrario, no lo sé, la verdad es que no lo séÔǪ Es algo estúpido que el ser humano quiera jugar a ser Dios, que de un día para otro estalle una epidemia como ésta por el jingoísmo científico, que más tarde se acabe barriendo cualquier conato de vida sobre el planeta con sus bombas y que, al mismo tiempo, se preocupe de que la vida siga, aunque ahora no haya frenos por destruirla. O puede que éste sea un modo de mantener tranquilos a los pocos que aún quedamos desperdigados entre los no muertos. Cualquiera lo sabe.

La verdad, no puedo concentrarme demasiado, allá afuera a escasos metros de estas paredes se escuchan los gemidos de los que deambulan desde la otra vida, los oigo cada noche arañar la pintura del exterior de este habitáculo. No me queda mucha comida en la mochila, tampoco tiempo antes de que todo esto estalle, pero debo continuar, mientras quede un mañana, tengo que tratar de ser fuerte.

Hablarle a un hijo que no conozco ¿Sobre qué? ¿Sobre mí? ¿Sobre ella? Me siento ahora tan mal. Perdona lo de hijo bastardo, o mi aire de desconcierto, perdona que no me haya dirigido aún a ti hasta ahora. Supongo que escribo para los dos, o puede que, hijo, creo que estoy algo nervioso. Quizás deba contarte por qué tu padre no te ha concebido como a los otros, de modo natural, fruto del amor. Tengo que contarte por qué tu padre no pudo tenerte en la Tierra ni pudo evitar esta catástrofe, debo hablarte de mí, del mundo, darte consejos sobre la vida, previas advertencias a tus futuras dudas, caídas, llantos, qué partes de la historia debo contar, cuales debo omitir, cómo sabré que son las acertadas, las correctasÔǪ vaya, qué hacer, qué decir, qué contar. ¿Qué contará tu madre al respecto? ¿Por dónde empezará? ¿Por dónde terminará? ¿Qué necesitas saber para qué todo te vaya bien? No sé bien, bien cómo empezar mi amor.

Tal vez si pudiera leer algún mensaje de los demás a sus futuros hijosÔǪ Qué les dicen, qué les cuentan, de qué les hablan, qué les escriben sobre qué es la vida, el amor, el fracaso, por qué hacemos daño a los demás. Ojalá pudiera conocer sus relaciones, sus miedos, sus deseos, sus sueñosÔǪ es tan duro hablarte de todo esto, no puedo evitar sentir un vértigo enorme al pensar qué te voy a decir, por qué piense lo que piense, siempre al fondo veo la misma luz, el mismo sabor, la misma consecuencia, la misma derrota, el fracaso, el fracaso mío personal y del hombre, la muerte no natural, la llamada destrucción.┬á

Por favor, moderación ¿Lo podéis mover al sub-foro "Otras artes"? Me confundí.

Gracias de antemano,

Movido.

PD: ya que estoy, lo leo

Bendito iMac que me lee el texto...

No te enfades, estoy muy espeso últimamente y me cuesta leer mas de dos lineas. Me resulta muy genérico e incluso predecible, pero la verdad es que para mi está bien redactado y consigue que estés atento a lo que sigue describiendo. No se, es como que sabes como sigue pero aun así quieres oír mas.

Saludos.

PD: en serio, no me tengas muy en cuenta.

Pásame tu blog o cuelga lo que te queda, coño! XD

CAPÍTULO III

Tengo que hacerlo bien. Debo hablarte de lo bueno, de lo bonito, del amor, de las fantásticas creaciones humanas. ¿Podría salvar alguna canción para ti? Quizás aquella que cuando la escuchaba siempre me hacía pensar en la chica que te comenté antes ¿Recuerdas? La guapa, la que estaba un poco loca. ¿O puede que deba guardar algún cuadro? Deberías saber de uno, en el Louvre parisino, que cuando estuve enfrente casi me lleva al síndrome de Stendhal ¿Pero estoy en lo correcto?┬á No, no, es posible que lo mejor sea que seleccione una película, sí, una película, la que me enseñó que el arte te prepara para la vida y la muerte. ¿Sabías que me acabé tatuando un ocho y medio en el pecho en honor a Fellini? ¿Cómo lo ibas a saber tú? ¿Qué quién era ese? Fellini era el cine, era un gran director de nuestro tiempo, pero, había tantosÔǪ y tan buenos.

Vaya, creo que me estoy dispersando demasiado, probablemente lo mejor sea guardarte la fotografía de aquella escultura o de aquel monumento tan majestuoso de la ciudad que me vio nacer. Por Dios ¿Qué estoy diciendo? Ya no queda nada de esto, ni siquiera los escombros son reconocibles. Barcelona en estos momentos en los que te escribo no llega a ser ni un facsímil de lo que fue hace escasos meses. Tantos rincones de la ciudad en los que me paseé con mis parejas, con mis amigos, con mi familia. Puede que cuando tú vivas ya no haya ciudades, ni países, es posible que no existan las fronteras. Ahora sólo hay recuerdos de esos momentos, no queda absolutamente nada, sólo muerte y destrucción.

Pero necesito sintetizarlo todo y recoger todo lo que me motivó en el pasado, que conozcas lo maravilloso y creativo era el hombre. ¿Sabes que tu padre quiso ser director de cine? ¿Qué quiso, también, dedicarse en sus tiempos libres a la escritura? Pequeño, pequeña, tu padre quería ser eso debido a que comprendí que todo lo que te he ido contando se basa en nuestros estados de ánimo. En nuestra necesidad de comunicar, pues creo que, sí, creo firmemente que puedo reducírtelo a eso: Las personas somos estados anímicos y la necesidad de comunicar, de expresar y en torno a, o en torno a ello, evolucionamos, es por lo que vivimos. Se dan las circunstancias propicias para expandir dicho estado de ánimo y que se produzca esa comunicación. Buscamos constantemente que las demás personas nos entiendan, que conecten con nosotros, que haya esa conexión espiritual entre dos almas. Justo como trato de hacer yo escribiéndote esto. Canal, emisor, receptor, código, pero ¿De qué te estoy hablando? No vas a entender nada de esto, ni esto podrá salvarnos.┬á

Pienso que lo más sensato sería hablarte de lo que suponen las relaciones humanas, en lo bueno que es el amor, en lo maravilloso que significa el estar enamorados, o tristes, furiosos, en la pena de encontrarse desengañadoÔǪ como ves, todo son estados de ánimo, sentimientos, sí, de nuevo, y como estos hacen que el mundo sea más o menos mejor, más o menos llevadero, más o menos extraño, solitario.

CAPÍTULO IV

¿Te estás dando cuenta de lo mismo que yo? ¡Menudo padre tienes! Ni siquiera sabe cómo comunicarse con su hijo, o hija. Realmente no sé qué serás, si serás uno o seréis dos, tres, cinco, los que sean. No, vaya, estoy enloqueciendo, sí, creo que serás una niña, tengo esa intuición ahora mismo, lo sé. Llámame lunático pero no he estado tan seguro de algo como de esto. Tiene que ser así. Lo será. Dime, hija mía, dime ¿Qué es lo que te pasa? ¿Qué es lo que te ocurre? ¿Por qué estás tan triste? ¿Por qué ese llanto y esa cara larga? ¿Ha sido el mundo cruel contigo? ¿De quién te has desengañado? ¿Quién te ha mentido? ¿Acaso no te enseñó tu padre a no depositar todas tus esperanzas en otro? ¿A no esperar nada de nadie? ¿No has visto que el hombre es capaz de destruir lo que él mismo ha creado? ¿Qué puedes esperar de tal monstruo? ¿No te dije que amaras con reservas? ¿No te dejé claro que fueras libre? ¿Por qué hija mía? ¿Por qué te dejaste engañar?

Cediste tu cuerpo a sus brazos, compartiste tus sueños, le contaste tus miedos, te sentiste única, especial, importante. Mi pequeña, ven a mí, vuelve con tu padre, abandona esa tristeza que te ampara, vuélvela rencor y desengaño, desconfía de los que te han hecho daño. Créeme, si te vuelves un poco amarga, como la fruta amarga, no hay quien endulce tu sabor, quien decepcione tus expectativas, quien te haga o provoque dolor. ¿Entiendes ahora que la diferencia entre amar y ser amado se mide en el dolor del que ama, no del que dice hacerlo?

¿Pero qué estoy diciendo? Parezco un trozo de carbón, tan negro como la hulla. Puedo hacerlo mucho mejor, verás, hay algo mejor en todo esto. Sólo los locos, o los valientes, se atreven a amar una y otra vez, una y otra vez, sin importarles el daño recibido. Así fue tu padre y así vas a ser tú ¿Lo viste mi amor? Finalmente sabía que encontrarías a alguien con quien estar feliz. Me alegra tanto la noticia de tu embarazo, espero no tengas problemas en tu trabajo, que puedas estar con tu hijo. Me habría encantado estar en su nacimiento y ver esos pómulos rosados que tienen los bebés nada más nacer.

Soy tan afortunado, tengo una hija preciosa que me recuerda mucho a su madre. Eres todo lo que he trabajado por educar. Una persona implicada, generosa, inteligente, que ha encontrado a un marido genial, que la quiere y respeta por igual. Me siento aliviado al conocer que vives tal y como deseas, ayudando a los demás, educándoles, escuchándoles, queriéndoles. Encima, me has hecho abuelo de un precioso nietoÔǪ Pero no, espera, todo esto suena tan vacuo, tan falso, huele a mentira, son sofismas. Ni siquiera sé si en tu nuevo mundo la vida será así, si se os enseñará algún modo mejor de ser, de vivir, de no ser esclavos de vuestros sueños, de no repetir los errores del pasado.

Sigo sin saber qué contarte, si hablar de mí, de cómo es tu padre, de que le hizo llegar a ser como soy, a expresar estas palabras. O si debería hablarte del hombre en general, de la mujer, de los seres humanos, de sus creaciones, sus avances, sus logros. En cómo los sueños, los de algunos, se llegan a cumplir si se persiguen con la suficiente convicción. No sé si advertirte sobre mis errores, sobre los errores de los demás, si delegar mis funciones. Bien, técnicamente, no es delegar. El ser humano se crea por influencias, en modelos, en aprendizaje, en la imitación, por la causa-efecto, en retroalimentación con el medio ambiente, con la reciprocidad para los demás, construyendo sobre las consecuencias. Nadie es hijo de, todos somos únicos, creados por el influjo o rechazo a, pero el entorno, los otros, nos moldean, nos afianzan o hacen cambiar. No somos una tabula rasa en el juego de la vida. También tenemos nuestro interior, que constantemente va medrando, a la vez que influimos en el día a día de los que tenemos alrededor.

CAPÍTULO V

Nuestras ideas, de dónde o de quiénes son, de dónde proceden, son innatas o adquiridas, creo que en realidad somos una suma de todas las personas y cosas que han pasado por nuestra vida. Pero algo debe haber sólo nuestro, algo singular, intransferible. Aunque nadie se cría con un solo modelo, un único y exclusivo modelo, así que, sí, eso es. Que escriban los demás cosas, como son, que les hizo ser como son, que hablen del amor, del desamor, que me dejen los mensajes que han escrito a sus hijos y yo les mandaré el mío, el tuyo, el de los dos. Y todos seremos participes de crear este nuevo mundo. A saber qué es capaz de decirle el capullo que vivía en el tercero a su hijo, si es que aún vive ese mastuerzo, pero no, no puedo dejar que ese hombre eduque solo a su retoño, debo influirle, sí, soy superior, mejor persona, más instruido, debo opinar, entrometerme. ¡No!¡Soy un necio y estoy hablando como un necio! A fin de cuentas eso nos lleva a donde hemos llegado, individualidad, sociabilidad comprometida, estados de ánimo, expresión, comunicación, deseos, rencor, sueños, frustraciones, amor. Y su inevitable destrucción.

Que hablen, que digan, que comenten, debatamos, oigamos, escuchemos, luchemos por lo que creemos, qué les dicen a sus hijos, qué les digo yo. Que los sentimientos causen los acontecimientos, no a la inversa. Les cuentan lo triste que es la vida, lo poco afortunada que es la de ustedes y ya por ello debe de ser la de sus descendientes, expandiendo su frustración, su empatía, su desengañoÔǪ O puede que les hablen sólo de las cosas buenas, protegiéndoles de los horrores del mundo, del reverso, de la otra cara de la moneda, de mí, de ti, de nosotrosÔǪ De qué, sobre qué, decidme qué les cuentan, qué canción han salvado, qué cuadro, qué película, qué cuento, qué historia, qué verdad, qué mentira, qué, quéÔǪ

Mierda, espera, acaba de sonar la sirena. ¿Tan pronto? Te juro que la acabo de oír. Estoy paralizado, no sé qué hacer, me tiemblan las manos, ya no sé qué escribir. No hay tiempo, ya no queda más tiempo. Se me amontonan las ideas en la cabeza, tengo tanto por decirte, tanto por transmitirte, tanto por enseñarte, tanto por quererte. Toda una eternidad. Se acaba el mundo, es nuestro fin, tengo miedo, mucho miedo, un estado anímico que conocerás nada más venir al mundo, miedo a lo desconocido, a lo que no sabes que está por venir, lo que no puedes controlar, miedo de ti, de mí, de ellos, miedo de escribir, de desnudarme, de leerte, de amar, de sufrir, de mí, de ti, miedo a la nada.┬á

Por favor, lee estas palabras cuando tengas dudas, léelas cuando no sepas qué hacer, piensa en tu padre, a aquel que no llegaste a conocer en persona, mientras me recuerdes yo seguiré en vida, dentro de ti. Mi amor, sólo somos mientras se nos recuerda.

Te quiero mucho, cuídate.


C'est fini!