Las señalesÔǪ están por todas partes.

En el cielo, en las paredes, en la misma tierra

Pero no. Los dioses se han conjurado en nuestra contra. Su segunda venida no ha sido proclamada aún. Mas queda esperanza todavía.

Él nos escucha. El maestro de la criatura sabe de nuestras súplicas. Y sin embargo parece que se burle de nosotrosÔǪ

¡Mira! Pero no toques.

¡Toca! Pero no pruebes.

¡Prueba! Pero no saboreesÔǪ

Yo lo tengo claro. Ha sido tomado por el espíritu que anida en nuestras plegarias, y ha decidido atormentarnos, una y otra vez, hasta que el cielo caiga sobre nosotros al final del tercer día...

Añoramos esos bosques. Esa risa tenebrosa. La mirada de aquel que nos encomienda una misión. La locura en todo lo que nos rodea.

No queremos más humo o vapor, ni más vueltas de tuerca. Simplemente queremos volver allí donde todo termina.

Queremos volver a vestir las ropas del héroe, convertirnos en un Dios de la fiereza, ser uno con el agua, los bosques o la tierra.

Queremos a MajoraÔÇÖs Mask.




El hilo queda abierto para impresiones y demás historias. El autor se mantendrá en el anonimato.

Aquí hay alguno repitiendo autoría