16-09-2013 08:01
Por Rivera
Allá por septiembre de 2011 tuve una mala experiencia con DemonÔÇÖs Souls. No entendí su concepto y lo abandoné a los pocos minutos, horrorizado por la dificultad. Además, lo jugué en una PS3 prestada y no pude volver a ponerme con él de nuevo. Curiosamente, por aquel entonces ni siquiera sabía que apenas un mes después salía su sucesor espiritual, Dark Souls. En esta ocasión el juego era multiplataforma y podía dedicarle más tiempo, y dado que tenía clavada la espina de DemonÔÇÖs Souls, prácticamente me vi obligado a profundizar en esta nueva entrega. Éstos son mis primeros 33 minutos con Dark Souls.
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