30-03-2013 23:55
A mis 38 años no me ha quedado más remedio que reflexionar, que plantarme y que decirme a mí mismo: "¿Tú qué coño eres gilipollas o qué?
Y es que desde aproximadamente los 30 años he tenido experiencias con los videojuegos no demasiado gratificantes (exceprtuando algunas, claro).
AMO LOS VIDEOJUEGOS y estos han ocupado una parte muy importante de mi vida hasta ahora, pero desgraciadamente desde hace unos 7 u 8 años empecé a olvidar el por qué de mi afición a este entreteniemiento: LA DIVERSIÓN.
¿Por qué jugaba a juegos que no me divertían hasta acabarlos? ¿Por qué coleccionaba juegos precintados en mi estantería que nunca iba a jugar? ¿Por qué estaba empeñado en ocupar mi tiempo en jugar como un autómata a cosas que no me satisfacían? ¿Por qué estaba empeñado en conseguir una colección de juegos que no representaban mis gustos ni me importaban 3 pimientos?
No lo se, pero la verdad es que hace unos cuantos meses exploté y mandé a tomar por culo unas cuantas cosas, no mandé a tomar por culo todo, pero sí muchas cosas que me sobraban...
¿Qué cojones hago yo con un Castlevania de PSX si en mi puta vida lo he jugado? ¿Qué pintan en mi estantería FFVII y FFVIII si ya me los he pasado y los tengo en la VITA en digital para volver a rejugarlos cuando quiera (que encima nunca voy a hacerlo)? ¿Para qué coño tengo ocupando espacio ediciones coleccionista cogiendo polvo en la estantería de juegos que me importan una puta mierda?
He vendido casi todo lo inútil y casi todos los caprichos de mierda que un día me encabezoné en conseguir y he decidido disfrutar de esto como lo hacía hace 20 años, cuando me la sudaban los comentarios, análisis, declaraciones y demases patrañas de este mundillo, necesito volver a la época donde me importaba un pimiento qué juego saldría mientras me tiraba meses y meses jugando al Pro Evolution Soccer 3 y disparando a algo de vez en cuando. Sí, casual, pero me corría de gusto cada vez que cogía el mando y eso verdaderamente es lo que me importa, volver a sentir lo mismo que me emocionó un día hace mucho tiempo.
Hay que ser realista, ya no volverán los bocatas de nocilla, las tardes tirando de destornillador para ajustar los cabezales a ver si cargaba el puto juego que habíamos grabado la noche de antes en el cassette de doble pletina, los minutos de larga espera para acabar oyendo un pitido y leer "Load error". Esas emociones de niño no volverán, pero sí he decidido que vuelva mi ilusión por jugar, que había perdido presa de una vorágine en la que nunca quise realmente entrar.
Esto no es una mala racha en la que se te quitan las ganas de jugar y no enciendes la PLAY, NO. Jugaré hasta el día en que me muera, pero de la manera que yo quiera y de la manera en que más me divierta.
Os he metido un tochaco de cojones y no aspiro por supuesto a que lo lea todo el mundo, pero me siento un poco en deuda por haber hecho una obsesión de algo que divertía, por eso quiero que esto sea un poco un texto de homenaje de agradecimiento a los videojuegos, que tanto me han dado desde los siete años.
He escrito lo mismo en Meristation, todavía quedan allí personas que me importan y quiero que lo lean. Pero también quiero compartir esto con la gente de este foro que es el que más leo (aunque no pueda participar mucho últimamente).
Un abrazo a todos.
Y es que desde aproximadamente los 30 años he tenido experiencias con los videojuegos no demasiado gratificantes (exceprtuando algunas, claro).
AMO LOS VIDEOJUEGOS y estos han ocupado una parte muy importante de mi vida hasta ahora, pero desgraciadamente desde hace unos 7 u 8 años empecé a olvidar el por qué de mi afición a este entreteniemiento: LA DIVERSIÓN.
¿Por qué jugaba a juegos que no me divertían hasta acabarlos? ¿Por qué coleccionaba juegos precintados en mi estantería que nunca iba a jugar? ¿Por qué estaba empeñado en ocupar mi tiempo en jugar como un autómata a cosas que no me satisfacían? ¿Por qué estaba empeñado en conseguir una colección de juegos que no representaban mis gustos ni me importaban 3 pimientos?
No lo se, pero la verdad es que hace unos cuantos meses exploté y mandé a tomar por culo unas cuantas cosas, no mandé a tomar por culo todo, pero sí muchas cosas que me sobraban...
¿Qué cojones hago yo con un Castlevania de PSX si en mi puta vida lo he jugado? ¿Qué pintan en mi estantería FFVII y FFVIII si ya me los he pasado y los tengo en la VITA en digital para volver a rejugarlos cuando quiera (que encima nunca voy a hacerlo)? ¿Para qué coño tengo ocupando espacio ediciones coleccionista cogiendo polvo en la estantería de juegos que me importan una puta mierda?
He vendido casi todo lo inútil y casi todos los caprichos de mierda que un día me encabezoné en conseguir y he decidido disfrutar de esto como lo hacía hace 20 años, cuando me la sudaban los comentarios, análisis, declaraciones y demases patrañas de este mundillo, necesito volver a la época donde me importaba un pimiento qué juego saldría mientras me tiraba meses y meses jugando al Pro Evolution Soccer 3 y disparando a algo de vez en cuando. Sí, casual, pero me corría de gusto cada vez que cogía el mando y eso verdaderamente es lo que me importa, volver a sentir lo mismo que me emocionó un día hace mucho tiempo.
Hay que ser realista, ya no volverán los bocatas de nocilla, las tardes tirando de destornillador para ajustar los cabezales a ver si cargaba el puto juego que habíamos grabado la noche de antes en el cassette de doble pletina, los minutos de larga espera para acabar oyendo un pitido y leer "Load error". Esas emociones de niño no volverán, pero sí he decidido que vuelva mi ilusión por jugar, que había perdido presa de una vorágine en la que nunca quise realmente entrar.
Esto no es una mala racha en la que se te quitan las ganas de jugar y no enciendes la PLAY, NO. Jugaré hasta el día en que me muera, pero de la manera que yo quiera y de la manera en que más me divierta.
Os he metido un tochaco de cojones y no aspiro por supuesto a que lo lea todo el mundo, pero me siento un poco en deuda por haber hecho una obsesión de algo que divertía, por eso quiero que esto sea un poco un texto de homenaje de agradecimiento a los videojuegos, que tanto me han dado desde los siete años.
He escrito lo mismo en Meristation, todavía quedan allí personas que me importan y quiero que lo lean. Pero también quiero compartir esto con la gente de este foro que es el que más leo (aunque no pueda participar mucho últimamente).
Un abrazo a todos.