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Clever Endeavour Games ha anunciado que Ultimate Chicken Horse, su multijugador competitivo de editar niveles, saldrá en consolas «en el tercer cuarto de 2017»; se han confirmado las versiones de PS4, Xbox One y Switch. Para acompañar a esta ventana de lanzamiento, han publicado el tráiler que tenéis encima de estas líneas.

El concepto del que parte Ultimate Chicken Horse es sencillo: en cada nivel hay que ir desde el punto de salida hasta la meta, evitando las trampas y obstáculos que se interpongan en el camino. La gracia está en que son los propios jugadores los que diseñan los niveles; así, aunque resulta tentador crear una pantalla imposible que nuestros rivales no puedan superar jamás, hay que tener en cuenta que si nosotros tampoco podemos no se ganan puntos: hay un equilibrio delicado entre ser un diseñador exigente y ser «un capullo», como dicen en el tráiler con el que se presentó, y que podéis ver abajo.

Estas versiones para consola vienen con un nuevo modo, Free Play, en el que se pueden crear niveles desde cero en lugar de solo colocar obstáculos y trampas. La versión de PC recibirá este nuevo modo, vía actualización gratuita, el mismo día en que se publiquen las versiones de consola.

No es la primera vez que hablamos de este «Mario Maker de las putadas», como lo llamamos en su día. Entonces decíamos que:

Cita:su planteamiento competitivo le hace esquivar sin problemas uno de los conflictos de otros editores de este tipo: es un editor empático, porque no solo creamos para los demás sino para nosotros mismos; desde la base de su diseño se nos obliga a ponernos en la piel de quien jugará nuestros niveles, por lo que es contraproducente hacer uno de esos niveles imposibles y delirantes llenos de trampas que nos exigen un ejercicio de memorización y ejecución tan estricto que jugar deja de ser divertido (y quizá incluso deja de ser jugar). En vez de eso, aquí hay que tener capacidad para reconocer los límites propios y un conocimiento más humano de nuestros rivales: de sus puntos fuertes y sus debilidades, y de cómo afectan a nuestra propia forma de crear y jugar.

Una adición más que recomendable para una ludoteca que haga énfasis en el compartir sofá, que nunca está de más.



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