24-10-2015 10:30
Eso es lo que parece que han pensado en Meri al analizar el nuevo AC.
Aquí el análisis íntegro:
http://www.meristation.com/playstation-4...go/2026417
Recuerdo pocos análisis en los que el medio que analiza aproveche la ocasión para desquitarse de forma tan clara con la forma de proceder de una compañía.
Conclusión:┬á
Como una tormenta atronadora, cada capítulo de la franquicia se ha centrado en momentos clave de la Humanidad, y precisamente, como comentábamos antes, es eso lo que más destaca de la saga, su ambientación. Sin embargo, AssassinÔÇÖs Creed ha perdido ya toda capacidad de sorpresa. No sorprende que existan fallos que no se han corregido desde el primer título, ni tampoco sorprende que las mecánicas jugables apenas varíen. No sorprende que el acabado técnico se quede en lo correcto, no sorprende que la historia termine aburriendo, no sorprende que, aún a casi dos meses del lanzamiento se anunciara un DLC para el título. Ya nada entusiasma en AssassinÔÇÖs Creed más allá de su tráiler en el E3 o descubrir qué ambientación nos ofrecerá cada nueva entrega. Con un año entre cada capítulo no hay margen para improvisar demasiado, y eso tenía que terminar por evidenciarse hasta el punto de entristecer.
Entristecer por lo que la saga podría dar de sí. Con más tiempo, con más mimo, con menos recursos al marketing y más al desarrollo. Si Ubisoft escuchara a los jugadores, le diera un tiempo de descanso a la saga y la tratara con más cariño, todos los AssassinÔÇÖs Creed podrían ser como su segunda entrega, juegos que, por su ambientación, trama y momentos memorables se quedaran en el corazón de los jugadores. Pero ya no. Ya no hay Máquina Voladora de Da Vinci, ni romances intensos, ni momentos de melancolía. Ni siquiera los diálogos son ya ingeniosos, ni siquiera se cuida la trama del presente, que no es más ahora que una sucesión inconexa de cinemáticas en las que ya no podemos ni ser partícipes. De ser un juego sobresaliente a un titulo que se mantiene a duras penas en la línea de lo correcto, que se tambalea en lo que a satisfacción de los usuarios se refiere, por mucho que sus ventas sigan resintiéndose tan poco.
ÔÇ£Cuando era joven, tenía libertad, pero no la veía; tenía tiempo, pero no lo sabía; tenía amor, pero no lo sentía. Pasaron varias décadas hasta que pudiera darme cuenta del significado de las tresÔÇØ. Eso dijo una vez Ezio Auditore, en los últimos años de su vida. Quizá es lo que la franquicia necesite. Pararse a reflexionar, pensar en las cosas que se están haciendo bien y las que se están haciendo mal, y ponerle solución a un universo que tiene el potencial para ser uno de los mejores que el mundo de los videojuegos nos ha ofrecido jamás, un potencial que cada vez aprovecha menos.
 
Aquí el análisis íntegro:
http://www.meristation.com/playstation-4...go/2026417
Recuerdo pocos análisis en los que el medio que analiza aproveche la ocasión para desquitarse de forma tan clara con la forma de proceder de una compañía.
Conclusión:┬á
Como una tormenta atronadora, cada capítulo de la franquicia se ha centrado en momentos clave de la Humanidad, y precisamente, como comentábamos antes, es eso lo que más destaca de la saga, su ambientación. Sin embargo, AssassinÔÇÖs Creed ha perdido ya toda capacidad de sorpresa. No sorprende que existan fallos que no se han corregido desde el primer título, ni tampoco sorprende que las mecánicas jugables apenas varíen. No sorprende que el acabado técnico se quede en lo correcto, no sorprende que la historia termine aburriendo, no sorprende que, aún a casi dos meses del lanzamiento se anunciara un DLC para el título. Ya nada entusiasma en AssassinÔÇÖs Creed más allá de su tráiler en el E3 o descubrir qué ambientación nos ofrecerá cada nueva entrega. Con un año entre cada capítulo no hay margen para improvisar demasiado, y eso tenía que terminar por evidenciarse hasta el punto de entristecer.
Entristecer por lo que la saga podría dar de sí. Con más tiempo, con más mimo, con menos recursos al marketing y más al desarrollo. Si Ubisoft escuchara a los jugadores, le diera un tiempo de descanso a la saga y la tratara con más cariño, todos los AssassinÔÇÖs Creed podrían ser como su segunda entrega, juegos que, por su ambientación, trama y momentos memorables se quedaran en el corazón de los jugadores. Pero ya no. Ya no hay Máquina Voladora de Da Vinci, ni romances intensos, ni momentos de melancolía. Ni siquiera los diálogos son ya ingeniosos, ni siquiera se cuida la trama del presente, que no es más ahora que una sucesión inconexa de cinemáticas en las que ya no podemos ni ser partícipes. De ser un juego sobresaliente a un titulo que se mantiene a duras penas en la línea de lo correcto, que se tambalea en lo que a satisfacción de los usuarios se refiere, por mucho que sus ventas sigan resintiéndose tan poco.
ÔÇ£Cuando era joven, tenía libertad, pero no la veía; tenía tiempo, pero no lo sabía; tenía amor, pero no lo sentía. Pasaron varias décadas hasta que pudiera darme cuenta del significado de las tresÔÇØ. Eso dijo una vez Ezio Auditore, en los últimos años de su vida. Quizá es lo que la franquicia necesite. Pararse a reflexionar, pensar en las cosas que se están haciendo bien y las que se están haciendo mal, y ponerle solución a un universo que tiene el potencial para ser uno de los mejores que el mundo de los videojuegos nos ha ofrecido jamás, un potencial que cada vez aprovecha menos.