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La desarrolladora danesa Serious Games ha sido objeto de una de esas polémicas fascinantes que de vez en cuando aterrizan en nuestro medio, y esta no deja de tener cierto humor negro. Por lo visto esta gente se dedica a hacer juegos educativos para niños, como por ejemplo Playing History: The Plague, un point'n'click sobre la peste bubónica en la Florencia del siglo xiv. La movida gorda, eso sí, la han tenido precisamente con el siguiente juego de la serie: Playing History: Slave Trade.

El planteamiento es similar, una aventura gráfica en tiempos del Colonialismo, pero hay un tramo que ha sido el que ha acercado la mierda al ventilador: un minijuego al estilo Tetris en el que las piezas son esclavos negros en distintas posturas que debemos ir encajando en la bodega de un barco antes de zarpar hacia las Américas. Detrás del barco hay un sonriente dragón y junto al casco un ratón adorable vestido de almirante que lleva el conteo de cuerpos africanos que hemos sido capaces de amontonar.

El juego lleva disponible desde 2013 en la web oficial de la compañía, pero hace poco dio el salto a Steam y ahí ha sido cuando han empezado a recibir quejas sobre su cuestionable versión del Tetris. Tanto es así que dos días después de su lanzamiento, Serious Games lo ha retirado de la plataforma con este mensaje:



Pero lo mejor de todo este asunto es cuando, después de sacar el juego de Steam, se han disculpado con un mensaje que en realidad era una defensa, un pretexto, un razonamiento por el cual pensaron que Slave Trade era educativo: ┬½Disculpas a la gente que se ofendió porque usáramos mecánicas de juego para subrayar el carácter inhumano del esclavismo.┬╗ Tremendo.

Nos quedamos sin saber si realmente alguien en la compañía creyó que esto era una buena idea que de verdad hacía al jugador (niños pequeños, en este caso) reflexionar sobre la crueldad y el sufrimiento del pueblo africano y lo horrores del colonialismo o si simplemente le han echado una cara muy dura para justificar un patinazo a varios niveles.

Fuente

Bofetón a mano abierta por imbeciles les daba yo.