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Versión completa: Cómo aprender los secretos de un restaurador profesional
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Buenas  ;D

Cita:Después de pasarse media vida recorriendo España y devolviendo el lustre a algunos de sus más destacados monumentos centenarios, Guadalupe Mendoza, fundadora de la empresa Ábside Restauraciones, se encontró con un problema: La crisis. La inversión pública en conservación del patrimonio histórico se desplomó y, como cuenta esta profesional, ┬½de la noche a la mañana, las Comunidades Autónomas dejaron de convocar concursos. Casi no había y los que salían se adjudicaban en condiciones pésimas┬╗. Tras 40 años prestando un servicio público en los que ha rehabilitado el salón de plenos del Congreso de los Diputados, como tantas otras pequeñas empresas de este país, afrontó la disyuntiva de renovarse o morir.

Guadalupe Mendoza decidió renovarse. Algunas de las trabajadoras que empleaba en Ábside aceptaron su propuesta de convertirse en sus socias y junto a ellas fundó Fragmentos, un nuevo proyecto en el que, en lugar de a sueldo de los poderes públicos, trabaja para personas que quieren encontrar una alternativa a las clases tradicionales de manualidades.

┬½No sabía que tenía esta habilidad┬╗
Al pequeño local que alquilaron en el barrio de Chamartín se empezó a acercar gente. Cada vez más. ┬½Al principio empezamos con 3 alumnos, pero ahora ya son 25 y con edades que van desde los doce hasta los 90┬╗, explica Mendoza. Una de estas personas es Estrella Montes, secretaria de 46 años que ha encontrado en la restauración de miniaturas medievales una manera de evadirse después del trabajo: ┬½La experiencia ha sido fantástica, las profesoras son encantadoras y el ambiente relajado. Para mí ha sido un descubrimiento, me ha encantado la técnica y sobre todo los resultados, que me han hecho ver que soy capaz de hacer cosas tan bonitas como esas┬╗, dice.

A Virginia García de Paredes y Moro, de 56 años, también le ha sorprendido lo que ha aprendido divirtiéndose en Fragmentos: ┬½He descubierto en mí habilidades que nunca pensé que tuviera. Han sido horas, a lo largo de varios meses, donde el estrés y los problemas cotidianos desaparecían absorbidos por los pinceles, agua-alcoholes, gubias, formones y panes de oro, además de buenas conversaciones┬╗.

Otro de los casos más frecuentes es el de personas que quieren restaurar con sus propias manos objetos personales a los que les tienen un cariño especial. Virginia, por ejemplo, cuenta satisfecha que ┬½he restaurado un espejo antiguo que estaba en muy malas condiciones cuando empecé y hoy cuelga en las paredes de mi casa. Ahora presumo de haber sido yo quien restauró la pieza┬╗.

Fragmentos está despegando. Guadalupe Mendoza se muestra confiada porque dice que todo el que va repite, aunque mantiene la actividad de Ábside. Estos días se afana en la restauración de la Iglesia de Santa María de Mérida, uno de los pocos proyectos a los que, con cuentagotas, unas administraciones públicas apretadas van dando luz verde. Ella asegura que lo que más le gusta es estar subida en un andamio y trabajando sobre alguno de los maravillosos retablos españoles. Ahora, además le está cogiendo afición a enseñar a otros todo lo que sabe.

Fuente: http://www.abc.es/madrid/20131216/abci-fragmentos-taller-manualidades-201312121401.html

un saludo