27-02-2012 19:51
Como tengo que practicar inglés nada mejor que enfrentarme a algún artículo de EDGE que tanto me suelen costar entender :yao: :yao::yao: Aunque lo intentaré la traducción no es literal, hay cosas que seguramente las interprete o les de un toque más coloquial y por tanto hay lugar para los errores, de hecho si os dais cuenta de algo agradecería las críticas, sino no aprendo, grachie.
La consola de Sony trae consigo algunas de las mejores características de las consolas portátiles y de los Smartphones.
En el papel es incoherente: Una apabullante congregación de características y formatos que tendrían que luchar para convivir juntas con cierta elegancia. Un vistazo a las especificaciones: La nueva portátil de Sony tiene tarjetas de juegos, tarjetas de memoria y una tienda digital. Tiene dos pantallas táctiles, dos Joysticks, un giroscopio, un acelerómetro, un micrófono y cámaras.
La mayor sorpresa de Vita es lo natural que se siente todo esto cuando reposa sobre nuestras manos, y la armonía conseguida con su raro despliegue de características encajadas en el sitio. La habilidad de Sony para diseñar productos lujosos y ambiciosos ha resultado en un elegante pedazo de duro plástico que se siente como en casa imitando al cristal o al metal pulido, mientras que los títulos iniciales como Uncharted: Golden Abyss y Gravity Rush hacen uso de la pantalla táctil, el movimiento y los botones con facilidad. Por otra parte, la interfaz de usuario LiveArea muestra tu colección de juegos junta en un amigable grupo de burbujas. Vita no se ha lanzado en unas aguas particularmente tranquilas (y, sin un Monster Hunter que la respalde, sus ventas iniciales en Japón apenas inspiran confianza) pero consigue una primera impresión sólida.
Para empezar, el hardware se siente lujoso y fiable, con sólo las bisagras de goma de las ranuras para tarjetas insinuando que había un ojo controlando el presupuesto durante el desarrollo. Vita es ligeramente más grande que PSP, pero se adapta a tus manos de forma mucho más confortable. Y sin el lector de de discos UMD haciendo ruido dentro se siente menos frágil también. Una vez más la pantalla es la reina. La pantalla OLED de Vita de 5 pulgadas es brillante, nídita y libre de imagénes secundarias que plagaron tantos títulos de PSP (Edge con esto se refiere al Ghosting). Aunque no llega a la resolución de la pantalla Retina tiene 4 veces más pixels que su hermana mayor.
De hecho, Vita claramente ha aprendido mucho de su predecesora. Tiene dos Joysticks en vez del único que tenía PSP, el endeble stick deslizante de PSP se ha ido en favor de un perno metálico y la batería ya no se puede intercambiar (un cambio de política que molesta a los consumidores, pero que podría evitar los problemas de piratería de PSP. Fundamentalmente, hay una sensación de que Sony también ha aprendido de la arrogancia de PSP. No hay mención de que vaya a ser el Walkman del siglo XXI (a pesar de la estrecha participación del diseñador del Walkman, Tokashi Sogabe) y las tarjetas de juegos no se anuncian como la revolución en el almacenamiento multimedia. La mayor apuesta de PSP fue intentar hacer un poco de todo. Vita es un dispositivo rotundamente capaz y claramente está poniendo de nuevo a los juegos en el centro de la experiencia. En 2012, el propósito se siente refrescantemente atrevido.
Esto no quiere decir que Sony no haya estado siguiendo las huellas de las tendencias de los Smartphones. La pantalla de Vita ofrece un control multitáctil que tiene una respuesta similar a la del Iphone, incluso cuando la textura de la superficie genera un poco más de fricción con el dedo y parece que hay más manchas grasosas. El LiveArea, por su parte, toma prestados los ágiles movimientos del iOS y las aplicaciones (ya no se llaman juegos) en forma de burbujas. También está diseñado pensando en la capacidad táctil, con movimientos verticales que te mueven entre las páginas de aplicaciones, y un toque a la derecha (también presionando el botón de PlayStation) que te muestra todo el software que se está ejecutando en ese momento. Puedes entrar en ese software con un golpecito o apartarlo de la pantalla para desactivarlo, un proceso que pronto se convierte en algo natural. Como un Iphone, Vita también guarda el progreso en el momento es que cierras tu aplicación o pones el aparato en reposo, y es realmente sorprendente de restaurar.
El software que lleva Vita va desde lo realmente útil hasta lo agradable de experimentar. Junto a reproductores de audio y video tienes un gestor de contenido que te permite transferir archivos entre tu Vita y la PS3 o un PC, además de Near, una red social basada en la localización que registra tu actividad y la de cualquier otra Vita con la que te cruces. La capacidad multitarea te permite tener tu lista de amigos, la mensajería y el chat cruzado ejecutándose mientras juegas, y la única desilusión es el navegador de internet, que es lento de ejecutar, raro de usar y aparentemente incapaz de reajustar el tamaño cuando usas el zoom.
El interfaz de usuario podría haberse visto influenciado por la actual generación de Smartphones, pero cuando se trata de jugar Vita es capaz de una clase de proezas que los usuarios de Android o Apple sólo pueden soñar. No es una cuestión de potencia, incluso cuando el procesador de cuatro cores puede mostrar gráficos visualmente cercanos a lo que podrás ver en PS3 (si bien es cierto que con efectos menos elaborados y con menos elementos en pantalla. Los mdoelados están detallados, los escenarios son amplios y complejos pero todavía hay algo con lo que el Ipad 2 no puede competir. Es la gran selección de inputs que distingue a la Vita del resto.
En una era de pantallas táctiles la responsabilidad de Sony para con los botones es algo de alabar. Los gatillos se notan más sensibles que los equivalentes de PSP y parecen estar articulados en el centro, lo que significa que se les puede pulsar hacia en interior hasta el final. Mientras tanto, el D-Pad y los botones son satisfactorios de pulsar, mientras que los Joysticks son más fáciles de usar que los sticks anteriores, a pesar de la falta de algo de resistencia. Si estás buscando algo crucial que distinga a Vita de sus competidores estos Sticks deberían serlo. Te tienes que dar algo de tiempo para acostumbrarte al aumento de sensibilidad que parece venir con su pequeño tamaño pero después de jugar 10 minutos al Golden Abyss o al Super Stardust Delta se sentirá indispensable, aunque su ubicación signifique que termines tapando con tus dedos gordos los altavoces cada vez que los uses.
El control de la inclinación, por su parte, es lo suficientemente sensible para juegos como Gravity Rush para incorporarlo en su sistema de apuntado sin resultar incómodo, y aunque las cámaras no son particularmente espectaculares (ofreciendo una resolución bastante escasa de 1,3 megapixeles) sí ofrecen un soporte decente para la realidad aumentada de Vita. La última pieza del puzzle es la pantalla táctil de la parte trasera de la máquina, que sigue siendo algo desconocido. La generación actual de juegos de Vita la va a utilizar como un truco, y mientras el hardware es claramente receptivo, te hará sentir claramente torpe las primeras veces que la uses.
La riqueza de opciones de Vita se unen para dar forma a una consola que burbujea de potencial. Dicho esto, con sus sobresalientes sticks y su brillante superficie, la portatil de Sony es, quizá, algo delicada y aparatosa para meterla en la mochila o para llevarla en el metro. Es un dispositivo portatil por que el que tal vez estés preocupado de llevarlo por ahí. La reluciente pantalla hace que sea difícil usarla con la luz del sol, mientras que la duración de la batería ronda las tres horas con Wi-Fi, 3G y un juego como el Wipeout, llegando a las cinco si optas por darle un uso que sea menos exigente energéticamente (Sin embargo conserva sorprendentemente bien su carga en el modo Stand By).
Estas cuestiones apuntan a una molesta sensación de confusión en algún lugar dentro del concepto central. Sony ha tenido tanto éxito llevando el control del DualShock a la portatil que ahora es difícil de saber qué supone ser un juego de Vita. Si Vita es un aparato para una experiencia de consola en casa, el hardware y su uso objetivo a menudo se encuentran con propósitos cruzados. Uncharted: Golden Abyss parece una parte del blockbuster de PS3, por ejemplo, pero su estructura se parece más a la de una miniserie que a la de una película, con capítulos más cortos dando a la aventura un ritmo desigual. Wipeout 2048 plantea algunas cuestiones por su parte, ofreciendo un nivel de detalle gráfico que Vita obviamente no tiene problema en mostrar, pero apabulla a tus ojos usando un sinfín de colores en una pantalla que está más cerca de la configuración de la sala de estar. Sólo porque el aparato sea capaz de mostrar juegos de consola de sobremesa no significa que vayan a tener éxito sin algunos ajustes.
Además de esto, está el espinoso tema de quién está trayendo a la pantalla pequeña los éxitos de la grande. Incluso con un aparato tan potente como Vita hay una sensación en Golden Abyss, tal y como pasó con los God of War de PSP, de que han acabado en las manos de un talentoso equipo B.
Si Vita tiende a los juegos más pequeños, del tipo habitual en los móviles, entonces el mayor escollo para el éxito puede encontrarse en la Store de la PSN. La compra en la App Store con un sólo toque sigue siendo bastante más asequible y rápida que la opción de Sony (aquí me he tomado una libertad quizá excesiva porque no sé qué significa unmuddled). Todavía sigue siendo un jardín amurallado. Es sin lugar a dudas bienvenido que proyectos más complejos y grandes tengan un sitio donde crecer, pero también significa que que Sony no tiene nada para contrarrestar frente a la interminable rotación de títulos extraños y maravillosos que se ven en el iOS. Incluso contando a los Minis de PSP no hay equivalente real frente a las compras de bajo precio y riesgo frente a impulsos que ahora mismo definen los juegos portatiles para millones de propietarios de Smartphones a lo largo de todo el mundo. Si te acercas a Vita como desarrollador o como consumidor es un error estratégico, y se agrava con la falta de memoria interna (en Europa no hay tarjeta de memoria de 32 GB).
Cuando se trata de hardware Vita parte con una gran visión de futuro, cuenta con una cantidad de opciones que rivalizan con lo mejor de los Smartphones y que las consolas tradicionales tienen que ofrecer y tiene una capacidad técnica que asegura su relevancia en los próximos años. Al examinar algunos de los elementos cruciales del apartado del Software (el navegador, la Store, las características definitorias de cómo debe verse un juego de Vita) es un terreno menos estable.
En otras palabras, la calidad y generosidad del diseño deberían dar a Vita una oportunidad, pero su éxito a largo plazo debería depender de la voluntad de Sony para adoptar las nuevas realidades del mundo portatil.
http://www.edge-online.com/features/vita-review
La consola de Sony trae consigo algunas de las mejores características de las consolas portátiles y de los Smartphones.
En el papel es incoherente: Una apabullante congregación de características y formatos que tendrían que luchar para convivir juntas con cierta elegancia. Un vistazo a las especificaciones: La nueva portátil de Sony tiene tarjetas de juegos, tarjetas de memoria y una tienda digital. Tiene dos pantallas táctiles, dos Joysticks, un giroscopio, un acelerómetro, un micrófono y cámaras.
La mayor sorpresa de Vita es lo natural que se siente todo esto cuando reposa sobre nuestras manos, y la armonía conseguida con su raro despliegue de características encajadas en el sitio. La habilidad de Sony para diseñar productos lujosos y ambiciosos ha resultado en un elegante pedazo de duro plástico que se siente como en casa imitando al cristal o al metal pulido, mientras que los títulos iniciales como Uncharted: Golden Abyss y Gravity Rush hacen uso de la pantalla táctil, el movimiento y los botones con facilidad. Por otra parte, la interfaz de usuario LiveArea muestra tu colección de juegos junta en un amigable grupo de burbujas. Vita no se ha lanzado en unas aguas particularmente tranquilas (y, sin un Monster Hunter que la respalde, sus ventas iniciales en Japón apenas inspiran confianza) pero consigue una primera impresión sólida.
Para empezar, el hardware se siente lujoso y fiable, con sólo las bisagras de goma de las ranuras para tarjetas insinuando que había un ojo controlando el presupuesto durante el desarrollo. Vita es ligeramente más grande que PSP, pero se adapta a tus manos de forma mucho más confortable. Y sin el lector de de discos UMD haciendo ruido dentro se siente menos frágil también. Una vez más la pantalla es la reina. La pantalla OLED de Vita de 5 pulgadas es brillante, nídita y libre de imagénes secundarias que plagaron tantos títulos de PSP (Edge con esto se refiere al Ghosting). Aunque no llega a la resolución de la pantalla Retina tiene 4 veces más pixels que su hermana mayor.
De hecho, Vita claramente ha aprendido mucho de su predecesora. Tiene dos Joysticks en vez del único que tenía PSP, el endeble stick deslizante de PSP se ha ido en favor de un perno metálico y la batería ya no se puede intercambiar (un cambio de política que molesta a los consumidores, pero que podría evitar los problemas de piratería de PSP. Fundamentalmente, hay una sensación de que Sony también ha aprendido de la arrogancia de PSP. No hay mención de que vaya a ser el Walkman del siglo XXI (a pesar de la estrecha participación del diseñador del Walkman, Tokashi Sogabe) y las tarjetas de juegos no se anuncian como la revolución en el almacenamiento multimedia. La mayor apuesta de PSP fue intentar hacer un poco de todo. Vita es un dispositivo rotundamente capaz y claramente está poniendo de nuevo a los juegos en el centro de la experiencia. En 2012, el propósito se siente refrescantemente atrevido.
Esto no quiere decir que Sony no haya estado siguiendo las huellas de las tendencias de los Smartphones. La pantalla de Vita ofrece un control multitáctil que tiene una respuesta similar a la del Iphone, incluso cuando la textura de la superficie genera un poco más de fricción con el dedo y parece que hay más manchas grasosas. El LiveArea, por su parte, toma prestados los ágiles movimientos del iOS y las aplicaciones (ya no se llaman juegos) en forma de burbujas. También está diseñado pensando en la capacidad táctil, con movimientos verticales que te mueven entre las páginas de aplicaciones, y un toque a la derecha (también presionando el botón de PlayStation) que te muestra todo el software que se está ejecutando en ese momento. Puedes entrar en ese software con un golpecito o apartarlo de la pantalla para desactivarlo, un proceso que pronto se convierte en algo natural. Como un Iphone, Vita también guarda el progreso en el momento es que cierras tu aplicación o pones el aparato en reposo, y es realmente sorprendente de restaurar.
El software que lleva Vita va desde lo realmente útil hasta lo agradable de experimentar. Junto a reproductores de audio y video tienes un gestor de contenido que te permite transferir archivos entre tu Vita y la PS3 o un PC, además de Near, una red social basada en la localización que registra tu actividad y la de cualquier otra Vita con la que te cruces. La capacidad multitarea te permite tener tu lista de amigos, la mensajería y el chat cruzado ejecutándose mientras juegas, y la única desilusión es el navegador de internet, que es lento de ejecutar, raro de usar y aparentemente incapaz de reajustar el tamaño cuando usas el zoom.
El interfaz de usuario podría haberse visto influenciado por la actual generación de Smartphones, pero cuando se trata de jugar Vita es capaz de una clase de proezas que los usuarios de Android o Apple sólo pueden soñar. No es una cuestión de potencia, incluso cuando el procesador de cuatro cores puede mostrar gráficos visualmente cercanos a lo que podrás ver en PS3 (si bien es cierto que con efectos menos elaborados y con menos elementos en pantalla. Los mdoelados están detallados, los escenarios son amplios y complejos pero todavía hay algo con lo que el Ipad 2 no puede competir. Es la gran selección de inputs que distingue a la Vita del resto.
En una era de pantallas táctiles la responsabilidad de Sony para con los botones es algo de alabar. Los gatillos se notan más sensibles que los equivalentes de PSP y parecen estar articulados en el centro, lo que significa que se les puede pulsar hacia en interior hasta el final. Mientras tanto, el D-Pad y los botones son satisfactorios de pulsar, mientras que los Joysticks son más fáciles de usar que los sticks anteriores, a pesar de la falta de algo de resistencia. Si estás buscando algo crucial que distinga a Vita de sus competidores estos Sticks deberían serlo. Te tienes que dar algo de tiempo para acostumbrarte al aumento de sensibilidad que parece venir con su pequeño tamaño pero después de jugar 10 minutos al Golden Abyss o al Super Stardust Delta se sentirá indispensable, aunque su ubicación signifique que termines tapando con tus dedos gordos los altavoces cada vez que los uses.
El control de la inclinación, por su parte, es lo suficientemente sensible para juegos como Gravity Rush para incorporarlo en su sistema de apuntado sin resultar incómodo, y aunque las cámaras no son particularmente espectaculares (ofreciendo una resolución bastante escasa de 1,3 megapixeles) sí ofrecen un soporte decente para la realidad aumentada de Vita. La última pieza del puzzle es la pantalla táctil de la parte trasera de la máquina, que sigue siendo algo desconocido. La generación actual de juegos de Vita la va a utilizar como un truco, y mientras el hardware es claramente receptivo, te hará sentir claramente torpe las primeras veces que la uses.
La riqueza de opciones de Vita se unen para dar forma a una consola que burbujea de potencial. Dicho esto, con sus sobresalientes sticks y su brillante superficie, la portatil de Sony es, quizá, algo delicada y aparatosa para meterla en la mochila o para llevarla en el metro. Es un dispositivo portatil por que el que tal vez estés preocupado de llevarlo por ahí. La reluciente pantalla hace que sea difícil usarla con la luz del sol, mientras que la duración de la batería ronda las tres horas con Wi-Fi, 3G y un juego como el Wipeout, llegando a las cinco si optas por darle un uso que sea menos exigente energéticamente (Sin embargo conserva sorprendentemente bien su carga en el modo Stand By).
Estas cuestiones apuntan a una molesta sensación de confusión en algún lugar dentro del concepto central. Sony ha tenido tanto éxito llevando el control del DualShock a la portatil que ahora es difícil de saber qué supone ser un juego de Vita. Si Vita es un aparato para una experiencia de consola en casa, el hardware y su uso objetivo a menudo se encuentran con propósitos cruzados. Uncharted: Golden Abyss parece una parte del blockbuster de PS3, por ejemplo, pero su estructura se parece más a la de una miniserie que a la de una película, con capítulos más cortos dando a la aventura un ritmo desigual. Wipeout 2048 plantea algunas cuestiones por su parte, ofreciendo un nivel de detalle gráfico que Vita obviamente no tiene problema en mostrar, pero apabulla a tus ojos usando un sinfín de colores en una pantalla que está más cerca de la configuración de la sala de estar. Sólo porque el aparato sea capaz de mostrar juegos de consola de sobremesa no significa que vayan a tener éxito sin algunos ajustes.
Además de esto, está el espinoso tema de quién está trayendo a la pantalla pequeña los éxitos de la grande. Incluso con un aparato tan potente como Vita hay una sensación en Golden Abyss, tal y como pasó con los God of War de PSP, de que han acabado en las manos de un talentoso equipo B.
Si Vita tiende a los juegos más pequeños, del tipo habitual en los móviles, entonces el mayor escollo para el éxito puede encontrarse en la Store de la PSN. La compra en la App Store con un sólo toque sigue siendo bastante más asequible y rápida que la opción de Sony (aquí me he tomado una libertad quizá excesiva porque no sé qué significa unmuddled). Todavía sigue siendo un jardín amurallado. Es sin lugar a dudas bienvenido que proyectos más complejos y grandes tengan un sitio donde crecer, pero también significa que que Sony no tiene nada para contrarrestar frente a la interminable rotación de títulos extraños y maravillosos que se ven en el iOS. Incluso contando a los Minis de PSP no hay equivalente real frente a las compras de bajo precio y riesgo frente a impulsos que ahora mismo definen los juegos portatiles para millones de propietarios de Smartphones a lo largo de todo el mundo. Si te acercas a Vita como desarrollador o como consumidor es un error estratégico, y se agrava con la falta de memoria interna (en Europa no hay tarjeta de memoria de 32 GB).
Cuando se trata de hardware Vita parte con una gran visión de futuro, cuenta con una cantidad de opciones que rivalizan con lo mejor de los Smartphones y que las consolas tradicionales tienen que ofrecer y tiene una capacidad técnica que asegura su relevancia en los próximos años. Al examinar algunos de los elementos cruciales del apartado del Software (el navegador, la Store, las características definitorias de cómo debe verse un juego de Vita) es un terreno menos estable.
En otras palabras, la calidad y generosidad del diseño deberían dar a Vita una oportunidad, pero su éxito a largo plazo debería depender de la voluntad de Sony para adoptar las nuevas realidades del mundo portatil.
http://www.edge-online.com/features/vita-review