24-01-2012 21:30
Hoy me he frustrado un poco con Dark Souls, así que he decidido instalar y comenzar Divinity 2. Tengo la versión que incluye la expansión y la remasterización del original.
La primera impresión es que es un juego cutre en lo técnico (jugué a la demo del Ego Draconis, por lo que sabía con lo que me iba a encontrar en este sentido). Tearing notorio, animaciones toscas y algunos tirones ocasionales.
Pasado este mal trago, se comienzan a abrir unas posibilidades roleras muy pero que muy interesantes (podemos leerle la mente a ciertos NPCS, y a los que no, se supone que lo podremos hacer si aumentamos nuestra habilidad para leer mentes cuando subamos de nivel).
Esto deriva en el descubrimiento de determinadas tareas como la de alguna bolsa de oro escondida en determinado sitio, alguna pieza de armadura, arma o llave secreta que nos da acceso a nuevas instancias con nuevos secretos por descubrir).
El juego además tiene sus misiones principales obviamente y lo que parece una ingente cantidad de misiones secundarias.
Tras jugar 2 horas, no he combatido más que en el tutorial con unos cuantos goblins. El resto del tiempo lo he pasado en una aldea investigando la vida de sus habitantes. Leyendo libros para descubrir más sobre ellos y resolviendo pequeñas tareas que tienes que descubrir mediante la exploración minuciosa de todo el escenario.
Además, podemos tratar de intidimar o de ganarnos el favor de la gente dependiendo de algunos parámetros u opciones en las conversaciones.
Para terminar, tenemos una grandísima cantidad de objetos (comida, minerales, plantas) que se supone que podemos usar en la alquimia y una ingente cantidad de equipamiento (armaduras, colgantes, anillos, armas...). Vamos, todo lo que siempre ha llamado mi atención en los RPGs.
En cuanto a la dificultad, no puedo opinar todavía (por lo visto el Ego Draconis era un infierno en sus primeros compases y sacaron esta remasterización rebajando un poco esta dificultad inicial). Lo he comenzado en díficil (el segundo nivel más alto).
Los combates son toscos, pero me da que con las posibilidades roleras que ofrece y el farmeo que se vislumbra, es un detalle que pasaré por alto casi seguro.
La primera impresión es que es un juego cutre en lo técnico (jugué a la demo del Ego Draconis, por lo que sabía con lo que me iba a encontrar en este sentido). Tearing notorio, animaciones toscas y algunos tirones ocasionales.
Pasado este mal trago, se comienzan a abrir unas posibilidades roleras muy pero que muy interesantes (podemos leerle la mente a ciertos NPCS, y a los que no, se supone que lo podremos hacer si aumentamos nuestra habilidad para leer mentes cuando subamos de nivel).
Esto deriva en el descubrimiento de determinadas tareas como la de alguna bolsa de oro escondida en determinado sitio, alguna pieza de armadura, arma o llave secreta que nos da acceso a nuevas instancias con nuevos secretos por descubrir).
El juego además tiene sus misiones principales obviamente y lo que parece una ingente cantidad de misiones secundarias.
Tras jugar 2 horas, no he combatido más que en el tutorial con unos cuantos goblins. El resto del tiempo lo he pasado en una aldea investigando la vida de sus habitantes. Leyendo libros para descubrir más sobre ellos y resolviendo pequeñas tareas que tienes que descubrir mediante la exploración minuciosa de todo el escenario.
Además, podemos tratar de intidimar o de ganarnos el favor de la gente dependiendo de algunos parámetros u opciones en las conversaciones.
Para terminar, tenemos una grandísima cantidad de objetos (comida, minerales, plantas) que se supone que podemos usar en la alquimia y una ingente cantidad de equipamiento (armaduras, colgantes, anillos, armas...). Vamos, todo lo que siempre ha llamado mi atención en los RPGs.
En cuanto a la dificultad, no puedo opinar todavía (por lo visto el Ego Draconis era un infierno en sus primeros compases y sacaron esta remasterización rebajando un poco esta dificultad inicial). Lo he comenzado en díficil (el segundo nivel más alto).
Los combates son toscos, pero me da que con las posibilidades roleras que ofrece y el farmeo que se vislumbra, es un detalle que pasaré por alto casi seguro.