Trinidad
#1
Cita
La película "Punto Límite" (Fail Safe), es una versión mucho más seria e infinitamente superior a "Teléfono Rojo, volamos hacia Moscú" (Dr. Strangelove) de Kubrick.

Las dos son del año 1964 y tienen un argumento que en su aspecto central resulta idéntico. Las dos películas están basadas en dos libros, de los cuales el que alumbró a "Punto Límite" (Fail Safe) fue demandado por el autor del que inspiró "Teléfono Rojo" (Two Hours to Doom). Ambas películas se basan en bombarderos estratégicos con armas nucleares, que accidentalmente son lanzados a bombardear la URSS y por diversos avatares no se les puede hacer regresar, llevando al mundo a la Tercera Guerra Mundial y al Día del Juicio Estratégico.

La trama de Fail Safe (como la de Tefófono Rojo) solo puede entenderse en el marco de la estrategia nuclear de los años 50 y primeros años 60. Durante esos años no se había alcanzado la fase estratégica de Destrucción Mutua Asegurada (aunque en las reseñas y comentarios de cinéfilos que no saben de estrategia nuclear se dice nosequé nosecuánto de la destrucción mutua asegurada). A comienzos de los 60 los EEUU tenían aún una cómoda superioridad nuclear y estratégica contra la URSS, y podían los americanos ejecutar un First Strike que destruyese la casi totalidad del arsenal estratégico de los soviéticos. Los EEUU podían ganar una guerra nuclear, aunque siempre se podía escapar alguna ojiva o bombardero soviético que no fuese destruido, y atacar alguna ciudad americana, causando algunos millones de muertos (aunque sin destruir el país). No obstante, los EEUU no tenían ninguna intención de destruir la URSS militarmente y su estrategia se basaba en la mera disuasión y evitar una hipotética agresión soviética contra Europa occidental.

La apabullante superioridad estratégica nuclear americana es la clave de ambas películas, porque las dos se basan en el dilema de 1) si iniciar preventivamente una guerra nuclear que seguramente iban a ganar pero sufriendo algunos millones de muertos, 2) esperar a que los soviéticos tuvieran más misiles y bombarderos y entonces no se pudiera ganar una guerra nuclear o que esta costase muchísimos más millones de muertos.

En Fail Safe un fallo técnico lanza de bombarderos de patrulla contra la URSS, entonces en la cúpula decisora estadounidense emerge el debate de 1) si avisar a la URSS de que es un ataque no intencionado (y cooperar con los soviéticos para derribar esos bombarderos), o 2) si aprovechar ese fallo técnico para terminar por lanzar un primer ataque nuclear contrafuerza contra la URSS y ganar esa guerra (ya que la URSS podía interpretar que no era un ataque por error y hacer una represalia masiva contra los EEUU, causando muchos millones de muertos). Especialmente llamativo son los argumentos del especialista civil en defensa y estudios estratégicos (interpretado por Walter Matthau) haciendo fríos cálculos de coste y beneficio, apoyando la opción del First Strike por sorpresa.

En Telófono Rojo es el brigadier general Ripper, mando de un ala de bombarderos, el que ordena ese ataque aprovechando unas maniobras especiales que pusieron todos sus bombarderos en vuelo. Lo que quería el general Ripper era lo mismo que el estudioso estratégico civil de Fail Safe, que la cúpula decisora norteamericana aprovechase el ataque de esos bombarderos para ejecutar un First Strike a gran escala contra la URSS y ganar esa guerra al costo de unos "pocos" millones de muertos americanos (antes que los soviéticos se hicieran demasiado fuertes). Ese razonamiento se ve cuando el general jefe de la fuerza áerea Buck Turgidson (interpretado por George Scott) dice que debería aprovechar la situación que creó Ripper, ya que los EEUU son muy superiores y los soviéticos podrían no aceptar la explicación del accidente y desencadenar represalias masivas contra ciudades norteamericanas.

Las dos películas de estrategia nuclear son fruto del mismo momento histórico estratégico que les tocaba vivir, y plantean los dilemas estratégicos de la época para los americanos, de que quizás era mejor lanzar un first strike por sopresa y preventivo contra los soviéticos. Por un lado, como una decisión así era y es impensable en el mundo real (más allá de los cálculos de los modelos de intercambio nuclear) por los muchos millones de muertos soviéticos que iban a causarse y el puñado de muertos americanos en contrapartida, las películas y libros recurrían al truco de que fuera un accidente el que provocase la hipotética situación y dilema de un primer ataque que nadie en su sano juicio ejecutaría.

Por otro lado, las dos obras reflejan el ambiente estratégico de la segunda mitad de los 50 y primera mitad de los 60, por el tipo de armas de ataque estratégico sobre la que se desarrollan: bombarderos estratégicos de penetración y armamento nuclear, que en el momento de iniciarse el incidente estaban de patrulla cerca de la URSS. En los años 50, estrategas de la RAND, como Albert Wohlstter en su famoso estudio "El Delicado Equilibrio del Terror", se percataron que las bases de bombarderos que los EEUU tenían cerca de la URSS eran muy vulnerables a un primer ataque soviético que los destruyese. Por ese motivo, los EEUU retiraron sus bombarderos de alcance intermedio e impulsaron el desarrollo y despliegue de un bombardero de alcance intercontinental y larga permanencia en vuelo: el bombardero B-52, operando desde bases muy alejadas de la URSS para dificultar los ataques. Para dificultar aún más la posibilidad de un ataque por sorpresa contra las bases de bombarderos que los destruyese en tierra, se tenía en vuelo una gran cantidad de bombarderos permanentemente, reabastecidos en vuelo mediante aviones cisterna (en uno de esos reabastecimientos sucedió el accidente de Palomares).

Hay que recordar que en aquella época habían aún relativamente pocos ICBM y que estos solo transportaban una ojiva y eran poco precisos; mientras que había mucha más cantidad de bombarderos, que podían transportar varias bombas y misiles cada uno, y que con instrumentos de navegación adecuados tenían una precisión de unos metros. Por esos motivos es que los bombarderos en vuelo eran tan importantes en la estrategia nuclear de aquel entonces y que sean los protagonistas de esas películas. Tenían la capacidad de hacer ataques con precisión burlando y saturando (por el inmenso número de bombarderos) las defensas antiaéreas soviéticas (aunque sufriendo derribos), y podían ganar una guerra nuclear en aquel momento.


En la actualidad y desde hace muchos años la estrategia nuclear ya no es como en esas películas. La Destrucción Mutua Asegurada rige las relaciones entre Rusia y los EEUU, y es el misil ICBM (basado en tierra o en submarino balístico) con MIRV el eje central del marco estratégico nuclear. No obstante en la actualidad estamos en una fase de transición de una fase de la estrategia nuclear a otra. Estamos a medio camino de la Primera y la Segunda Era Nuclear (que está amaneciendo en este justo momento), en la que la Destrucción Mutua Asegurada quedará obsoleta, la estrategia nuclear se vuelve estrategia nuclear posnuclear, y de la bipolaridad estratégica nuclear se pasará al protagonismo de varias potencias nucleares y del regionalismo estratégico nuclear.


[Imagen: xp7ypt.jpg]
(Ultima edición: 11-12-2018 02:04 por Agatocles.)
#2
Cita
En los años 50 y primeros años 60, había un serio y hasta cierto punto justificado temor, de que la URSS pudiera lanzar un ataque por sorpresa con bombarderos estratégicos contra los EEUU.

Con los bombarderos volando relativamente bajo, no había forma de detectarlos hasta que no estuvieran demasiado cerca de los objetivos, no dando tiempo a organizar un contraataque. Activar bombarderos lleva muchas horas, y calentar el combustible de los ICBM "líquidos" de aquella época también llevaba horas. Por lo tanto, dado que las bases aéreas y los lugares de lanzamiento de ICBM (que en aquella época estaban al aire libre o simples protecciones "ataúd") eran conocidas y no se podían mover, mandar bombarderos estratégicos con bombas nucleares de gran potencia, podía destruir la práctica totalidad del arsenal norteamericano.

Como indicaba arriba, los estudiosos de la RAND alertaron lo muy inestable que era la situación estratégica, ya que en situación de crisis y dada la gran inferioridad soviética, en la URSS se podía llegar a la conclusión que la manera más airosa de salir de esa crisis era la de lanzar un first strike antes que esperar que la gran superioridad nuclear norteamericana les obligase a ceder o libraran una guerra nuclear que los soviéticos perdería con seguridad si no atacaban primero.

El temor que refleja ese cartelito de defensa civil no era una paranoia exagerada, sino que el dramatismo de las preparaciones para la guerra nuclear estaban fundamentadas en la realidad estratégica nuclear de los 50 y primeros 60.

Los EEUU, como comentaba a propósito de las películas "Punto Límite" y "Teléfono Rojo", optaron por tener en vuelo permanentemente docenas de bombarderos estratégicos en patrulla y listos para alcanzar sus objetivos en la URSS en poco tiempo (unas dos horas como máximo). Ese operativo pasó a la historia como Operación Chrome Dome, y aunque ahora no venga al caso hacer una exposición pormenorizada de todo aquello, sí cabía mencionar su existencia y lógica elemental.

Por otra parte, la justificación tenía fundamento solo hasta cierto punto. Para hacer ese primer ataque contra los objetivos nuclear estratégicos norteamericanos hacía falta una gran cantidad de bombarderos, y la URSS no tenía la capacidad industrial y económica como para competir con los EEUU. Fue lo que en su día se conoció como el "bomber gap", al creerse que la URSS había desplegado cientos de bombarderos a reacción Bison M-4, y que para 1960 tendrían 800 o más. En realidad, para 1957 la URSS solo tenía algunas docenas de bombarderos de alcance intercontinental. Mas era evidente que en cualquier momento ese estado de cosas podía cambiar, y la URSS poder desplegar gran cantidad de vectores de ataque estratégico, algo que terminó haciendo desde la segunda mitad de los 60 en adelante, haciendo un esfuerzo económico hercúleo que contribuyó definitivamente a su posterior descalabro económico en los años 80.

[Imagen: v7mICwZ.jpg]
#3
Cita
Hace 35 años que se estrenó, en televisión, la película "El día después".


Marcó un hito histórico al ser uno de los factores que cambió la historia de la Guerra Fría, al influir de manera decisiva en la mentalidad estratégica deRonald Reagan.

Al contrario de la creencia popular, Reagan era totalmente contrario a las armas nucleares y la teoría de la disuasión nuclear que dominaba la estrategia en aquellos tiempos. Reagan sí creía en una América militarmente fuerte y era más proclive al uso de la fuerza que otros presidentes más de izquierdas como Carter, pero la destrucción masiva civil de las armas nucleares de gran rendimiento era algo que no podía soportar. Como consecuencia a su rechazo de las armas nucleares también rechaza la teoría de la disuasión nuclear y los fundamentos metodológicos que se fundamentaba, ya que la racionalidad estratégica inducía a que las dos Superpotencias tuvieran grandes arsenales nucleares (algo que rechazaba); y a que estos estuvieran equilibrados entre sí, sin que la URSS y los EEUU trataran de tener una superioridad que hiciera racional hacer un primer ataque por sorpresa que destruyese la fuerza nuclear del adversario. Como ese equilibrio estratégico nuclear se basaba en que ambas potencias tuvieran vulnerabilidad mutua a la destrucción civil masiva y a que los Estados Unidos no fuera más potente que la Unión Soviética, rechazaba la teoría de la disuasión y los estudios estratégicos académicos mainstream.

Sin embargo, de manera paranoica y delirante, en la URSS (en sectores clave del politburó) interpretaron ese rechazo de la disuasión nuclear y el equilibrio de la destrucción mutua, como que los EEUU y la OTAN tenían la intención de ejecutar un primer ataque e intentan ganar la Tercera Guerra Mundial (se enteraron gracias a Gordievsky en pleno proceso de las maniobras able archer). Al rechazar Reagan las enseñanzas más elementales de los estudios estratégicos que emergen del archiconocido "dilema de la seguridad", no se daba cuenta que las mejoras en su preparación militar para intentar tener superioridad, en realidad iban a provocar una reacción por parte de la URSS para tratar de contrarrestar aquello, obteniendo Reagan y los EEUU menos seguridad e incluso provocar involuntariamente la Tercera Guerra Mundial.

Vía espionaje británico, Reagan se enteró que los soviéticos se preparaban para lanzar un ataque preventivo contra la OTAN por el miedo que les daban su declaraciones y aumento en el gasto militar. Y tras visualizar la película, Reagan llegó a la conclusión que bajo ciertas circunstancias, el aumento del poder no conlleva más seguridad sino menos, comprendió que la teoría de la disuasión y los estudios estratégicos tenían su razón de ser, y que había que modificar la política declaratoria e intentar comenzar conversaciones sobre control de armamentos con la Unión Soviética.


https://www.youtube.com/watch?v=1wX9jual1v4&feature=youtu.be&t=4&fbclid=IwAR3rq9F51bvtpdqYrjg5lqZipjr33jaaCVGSBGLSvQmilROhy7HBLL9Hvfw
#4
Cita
Es interesante, la verdad.
#5
Cita
¿La pluma (la película de "el día después") fue más fuerte que la espada?

No. Explicado llanamente digamos que los dos eran demasiado fuertes como para que alguno ganara en una lucha directa, de ahí que tuvieran que negociar algunas cosas (aunque jamás dejar sus espadas). Luego los rusos se dieron cuenta que no podían seguir comprando las espadas cada vez más grandes que sí podían comprar los americanos y decidieron admitir que habían perdido la Guerra Fría. La batalla de las plumas, la ideológica, también la ganó EEUU. Espadas, dinero y plumas no son opuestos excluyentes, cualquiera que entienda la guerra sabe que todo está relacionado. Es algo muy importante y básico que hay qye tener presente tanto para no caer en pacifismos ramplones como en belicismos primitivos. Razón y fuerza se unen para lograr la sinergia perfecta, la Estrategia, la Disuasión, o como ganar guerras (le siguen cómo no perderla y por último como impedir que estalle) sin disparar un solo tiro.

Reagan cambiando de estrategia fue más hábil y propicio la caída por colapso de los soviéticos en la escalada armamentística posterior a los acuerdos y tratados que firmó con los rusos.
(Ultima edición: 04-05-2019 00:48 por Agatocles.)
#6
Cita
Los soviéticos estaban tan alarmados por la SDI ("Guerra de las Galaxias") de Reagan, que en 1987 lanzaron al espacio una estación espacial orbital de combate, la Polius, armada con un láser de 1 megawatio para atacar los satálites antimisiles de la SDI.

Desgraciadamente, la Polius falló al entrar en órbita y se destruyó en el Pacífico al reentrar en la atmósfera. Pero hubiera sido maravilloso que desde finales de los ochenta los soviéticos hubieran desplegado estaciones de combate láser espaciales.



[Imagen: aFE1FIr.jpg]

Detalles en el increíble sitio Astronautix:

http://www.astronautix.com/p/polyus.html?fbclid=IwAR0WOPFTmcNCKAIpt_clXLyFKEVh5njJRcaz18l2iWXTDh829xcbwTvrFJE


PD: esto y los Typhoon pusieron los últimos clavos en el ataúd de la economía soviética. Una pena que no tuvieran más PIB para seguir construyendo cacharros de esa categoría.
#7
Cita
Phantom es un thriller protípico de estrategia nuclear.


La trama consiste en que en 1968, un submarino lanzamisiles balístico nuclear de propulsión diesel clase Golf, es tomado de manera subrepticia por un grupo del KGB incontrolado y de línea dura, que instalan el artilugio "phantom" que enmascara la presencia del submarino, para sí acercarse a la flota norteamericana en el Pacífico y atacarla con ojivas nucleares, haciendo creer a los americanos que han sido atacado por los chinos (bandera falsa al estar el submarino enmascarado) y provocar una respuesta que lleve a la guerra nuclear entre China y EEUU (guerra catalítica) para que se destruyan mutuamente, lo que dejaría a la URSS como potencia preponderante.

Los sectores de la línea dura soviética estaban alarmados que los EEUU hubieran desplegado el sistema de defensa "dark star", que protegía a ese país de una represalia nuclear, ya que podía destruir los misiles y bombarderos soviéticos en vuelo, creyendo los halcones soviéticos que tal sistema defensivo daba libertad de hacer un primer ataque nuclear contra la URSS sin temer la represalia, escondiendo quizás un hipotético plan para destruir la Unión Soviética.
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Aunque desde el punto de vista tecnológico y político la película es un dislate (por ejemplo, China no tuvo ICBM que alcanzaran EEUU hasta 1980), la ficción saca a relucir algunos asuntos muy interesantes (concretamente seis) de estrategia nuclear que se comentarán a continuación: 1) guerra catalítica, 2) inestabilidad estratégica de los sistemas defensivos, 3) ambigüedad de las intenciones, 4) los sistemas multipolares son más inestables que los bipolares, 5) Segunda Era Nuclear, 6) tensión entre lo político y lo militar.

1) Lo primero que merece la pena comentar, es que la película plantea el típico problema de las guerras catalíticas (el famoso "cuanto peor mejor", generando caos para rapiñar el destrozo de las peleas de entre los otros). En general puede clasificarse que las guerras estallan en circunstancias en que 1) la disuasión falla debido a que el adversario comienza a hacerse demasiado fuerte (guerra preventiva), 2) a que el adversario muestra debilidades que pueden explotarse (riesgos calculados) o 3) en situaciones en que la disuasión es totalmente irrelevante mencionando las guerras por acto 3.1 irracional (como una guerra santa, drogas, trastornos psicológicos, etc), 3.2 accidente (se dispara un misil que no se quería disparar, un radar muestra un ataque que en realidad no existe, etc) y 3.3 error de cálculo (en teoría de juegos: información asimétrica, información imperfecta, información incompleta; sesgos cognitivos, comportamientos burocráticos en el sentido de Graham Allison, movimientos defensivos que se confunden con preparación de un ataque, etc), a lo que deberíamos añadir 3.4 la guerra catalítica a las tres anteriores.

2) Lo segundo que cabe señalar es el efecto de los sistemas defensivos estratégicos en la estabilidad estratégica entre potencias nucleares. 1) Una corriente de opinión en los estudios estratégicos cree que las defensas estratégicas generan estabilidad estratégica, ya que la protección defensiva en conjunción a la capacidad ofensiva crea preponderancia que desvanece el dilema de si es mejor atacar primero por sorpresa para no sufrir una gran destrucción, dando margen de maniobra; además de permitir una escalada nuclear gradual y controlada, en vez de caer en el dilema de aceptar perder la guerra o escalar a un intercambio nuclear a gran escala. 2) La otra corriente opina que las defensas estratégicas en última instancia generan inestabilidad estratégica y son malas para la disuasión, ya que son el parapeto desde el que lanzar un primer ataque nuclear quedando impune (habrían permitido y provocado una guerra de agresión en vez de evitarla); también podrían provocar un ataque preventivo del adversario antes de que culminásemos el despliegue defensivo; o podría inducir a que en una crisis el enemigo decidiera atacar primero por sorpresa para poder usar malamente su armamentos en lugar de perderlo por una combinación de nuestras defensas y ataques contrafuerza.

Esto es lo que en la disciplina en general se denomina como "dilema de seguridad", que engloba numerosas situaciones estratégicas muy complejas y diversas entre sí, pero que en lo esencial consiste en que: mejorar tu fuerza militar en lugar de generar tu seguridad, pone nervioso al adversario y decide armarse más que tú o lanzar un ataque preventivo.


3) El tercer elemento que cabe reseñar de la trama en su relación con los estudios estratégicos, es el de las intenciones de los actores. Desplegar un sistema de defensa estratégico puede responder tanto a una intención ofensiva (siendo un parapeto desde el que impunemente atacar) como defensiva (siendo simplemente una protección que no aliente agresiones externas). Todo armamento guarda en sí esa ambigüedad estratégica; el armamento ofensivo o de ataque también sirve tanto para intenciones defensivas como ofensivas, tanto para invadir y consquistar como para destruir los sistemas de armas enemigos y no solamente para los proyectiles o golpes de esos sistemas de armas.

En un momento de la película se mantiene la conversación sobre si se podía estar o no seguro que los americanos tuvieran intención de atacar la URSS, dada la gran ventaja que daba el dark star, o si solo tenían intenciones de defenderse ante un hipotético ataque. El dilema de la seguridad no solo es producto de la ambigüedad estratégica de todo armamento, sino que el dilema solo tiene sentido cuando por desconfianzas y hostilidades del motivo que sean, no se puede estar seguro de las intenciones del adversario. En casos en los que las intenciones estén claras, el desequilibrio de poder no genera dilema de seguridad e inestabilidad estratégica. Eso es lo que explica que Canadá no esté en temor paranoico permanente de poder ser invadidos por los EEUU, que tienen una capacidad muy superior; y es lo que explica que las democracias no se ataquen entre sí o casi nunca lo hayan hecho en la historia (hipótesis de valores pacíficos y democráticos compartidos inducen a la paz; hipótesis de que la transparencia del proceso político democrático y las restricciones legales-parlamentarias, despeja la paranoia de un ataque por sorpresa).


3) El tercer elemento que cabe reseñar de la trama en su relación con los estudios estratégicos, es el de las intenciones de los actores. Desplegar un sistema de defensa estratégico puede responder tanto a una intención ofensiva (siendo un parapeto desde el que impunemente atacar) como defensiva (siendo simplemente una protección que no aliente agresiones externas). Todo armamento guarda en sí esa ambigüedad estratégica; el armamento ofensivo o de ataque también sirve tanto para intenciones defensivas como ofensivas, tanto para invadir y consquistar como para destruir los sistemas de armas enemigos y no solamente para los proyectiles o golpes de esos sistemas de armas.

En un momento de la película se mantiene la conversación sobre si se podía estar o no seguro que los americanos tuvieran intención de atacar la URSS, dada la gran ventaja que daba el dark star, o si solo tenían intenciones de defenderse ante un hipotético ataque. El dilema de la seguridad no solo es producto de la ambigüedad estratégica de todo armamento, sino que el dilema solo tiene sentido cuando por desconfianzas y hostilidades del motivo que sean, no se puede estar seguro de las intenciones del adversario. En casos en los que las intenciones estén claras, el desequilibrio de poder no genera dilema de seguridad e inestabilidad estratégica. Eso es lo que explica que Canadá no esté en temor paranoico permanente de poder ser invadidos por los EEUU, que tienen una capacidad muy superior; y es lo que explica que las democracias no se ataquen entre sí o casi nunca lo hayan hecho en la historia (hipótesis de valores pacíficos y democráticos compartidos inducen a la paz; hipótesis de que la transparencia del proceso político democrático y las restricciones legales-parlamentarias, despeja la paranoia de un ataque por sorpresa).


3) El tercer elemento que cabe reseñar de la trama en su relación con los estudios estratégicos, es el de las intenciones de los actores. Desplegar un sistema de defensa estratégico puede responder tanto a una intención ofensiva (siendo un parapeto desde el que impunemente atacar) como defensiva (siendo simplemente una protección que no aliente agresiones externas). Todo armamento guarda en sí esa ambigüedad estratégica; el armamento ofensivo o de ataque también sirve tanto para intenciones defensivas como ofensivas, tanto para invadir y consquistar como para destruir los sistemas de armas enemigos y no solamente para los proyectiles o golpes de esos sistemas de armas.

En un momento de la película se mantiene la conversación sobre si se podía estar o no seguro que los americanos tuvieran intención de atacar la URSS, dada la gran ventaja que daba el dark star, o si solo tenían intenciones de defenderse ante un hipotético ataque. El dilema de la seguridad no solo es producto de la ambigüedad estratégica de todo armamento, sino que el dilema solo tiene sentido cuando por desconfianzas y hostilidades del motivo que sean, no se puede estar seguro de las intenciones del adversario. En casos en los que las intenciones estén claras, el desequilibrio de poder no genera dilema de seguridad e inestabilidad estratégica. Eso es lo que explica que Canadá no esté en temor paranoico permanente de poder ser invadidos por los EEUU, que tienen una capacidad muy superior; y es lo que explica que las democracias no se ataquen entre sí o casi nunca lo hayan hecho en la historia (hipótesis de valores pacíficos y democráticos compartidos inducen a la paz; hipótesis de que la transparencia del proceso político democrático y las restricciones legales-parlamentarias, despeja la paranoia de un ataque por sorpresa).


4) El cuarto aspecto que merece ser comentado es el de la polaridad (número de grandes potencias) de un sistema internacional y su influencia de si el resultado es más o menos tendente a la guerra en función del número de "polos". Aunque no tenga nada que ver con la realidad de 1968, la estructura polar del sistema internacional estratégico de la película es el de tripolaridad, no la bipolaridad de la Guerra Fría. China tenía la capacidad de librar una guerra nuclear contra EEUU y dejarlos muy dañados. Esto implica que había tres grandes potencias nucleares con una gran capacidad nuclear estratégica. También implica que según la trama de la película los sistema multipolares son menos pacíficos que los bipolares.

En un sistema bipolar las dos potencias están equilibradas entre sí, por lo que no hay incentivo para atacarse. Por contra, en un sistema tripolar podría suceder que dos potencias se pongan de acuerdo para atacar a la tercera y repartirse los restos; o (como dramatizan en la película) provocar de algún modo una guerra entre dos de las potencias mientras en el último momento la tercera se queda al margen, frotándose las manos ejecutando el "divide y vencerás" (aserto que no podría aplicarse en un sistema bipolar porque ya están divididos y enfrentados equilibradamente).

5) El quinto y penúltimo comentario pertinente es que, después de haber expuesto todo lo anterior, se hace evidente que estratégicamente no es una película de Guerra Fría (Primera Era Nuclear), sino que es una coyuntura estratégica de Segunda Era Nuclear.

La Guerra Fría consistía, en lo más esencial, en la bipolaridad y una estrategia nuclear de Destrucción Mutua Asegurada (MAD; desde los años 60) o por lo menos Disuasión Mínima (punto que se alcanzó subjetivamente en los años 50). Esta realidad de destrucción masiva mutua inducía siempre los conflictos y enfrentamientos a una situación de punto muerto y estancamiento, quedando la guerra y el conflicto "frío" o "congelado" indefinidamente. Por contra, y entre otros factores, la Segunda Era Nuclear (que está solo en fase muy inicial en estos momentos) consiste en que emerge un orden nuclear multipolar por la reducción de los arsenales de Rusia y EEUU y el crecimiento de otras potencias: como China, India, Pakistán o Corea del Norte (como la tripolaridad de la película); y en que los sistemas defensivos tienen un gran y creciente protagonismo (como el dark star en la trama).

El relativamente sencillo equilibrio cuantitativo y estable de armas nucleares, que puede lograrse cuando solamente hay que poner de acuerdo a dos potencias que no tienen ventajas definitivas una sobre la otra, se desvanece cuando la suma del poder y número de ojivas y misiles puede combinarse entre varias potencias para atacar a otro grupo de potencias o a una potencia aislada. Si a ese problema de la multipolaridad se añade el de las defensas estratégicas, se queda la situación estratégica tan sumamente inestable que está sucediendo en estos momentos y que probablemente no hará más que empeorar a medida que la Segunda Era Nuclear vaya madurando.

6) El último aspecto que vale la pena comentar de la película, es el de la permanente tensión entre la lógica militar y la lógica política de todo enfrentamiento entre potencias, que se dramatiza en la trama mediante la facción del KGB que ha urdido el siniestro plan de ataque con bandera falsa.

La estrategia nuclear refleja especialmente bien esa tensión inherente en los estudios estratégicos entre lo político y militar, ya que las armas nucleares en buena medida no son solamente armas militares (con el que ir ganando batallas y conquistando territorios) sino que en buena medida son armas políticas (inducir al miedo de la destrucción masiva y apocalíptica).

La lógica militar siempre recomienda el atacar primero, atacar por sorpresa, y empleando una violencia y fuerza abrumadora, para asegurarse la victoria. Ante la incertidumbre de las intenciones americanas, lo racional es que la URSS catalizase una guerra entre China y EEUU; o a que en la Crisis de Cuba se hubiera lanzado un ataque por sorpresa y sin advertencia o ultimátum contra los misiles soviéticos en Cuba. La lógica del combate lleva a deshacerse de cualquier límite o restricción moral, política, etc, para aprovechar cualquier ventaja militar posible.

Por contra, la lógica política es la del compromiso y el acuerdo, dando garantías de que se cumplirá lo pactado, dando transparencia, no tratando de aprovecharse y atacando una debilidad que está cubierta por el acuerdo político. Si en diplomacia nunca hay una última palabra, las acciones y maniobras militares deberían dejar margen para la negociación y el acuerdo, las maniobras militares no deberían ser demasiado escalatorias y llegar el punto de una guerra total a gran escala con riesgo de aniquilación (como sería un intercambio nuclear total).

El punto de fricción entre las lógicas militar y política está en que toda negociación y todo pacto puede ser traicionado. La fase de negociación puede ser traicionada por el adversario para que encubrir una preparación militar de un ataque, dando tiempo a que el adversario disperse y oculte sus fuerzas, las ponga en estado de alerte, comience la movilización del conjunto de sus fuerzas armadas. La paranoia alcanza el paroxismo cuando durante toda crisis de seguridad internacional, no puede distinguirse si las preparaciones militares y las movilizaciones tienen un propósito de preparar un ataque ofensivo, o si el adversario solamente se está preparando para defenderse de un hipotético ataque nuestro.

Los halcones de lógica militar recomendarán atacar cuanto antes, despreciando la posibilidad de un acuerdo político y pacífico como un espejismo y una maniobra de engaño. Las palomas de lógica política, dirán que las opciones de la lógica militar son muy costosas aun cuando se gane la guerra (pérdidas materiales y humanas, ruina económica y financiera, etc), y que no se puede estar seguro de las intenciones de la movilización adversaria que quizás no son inherentemente agresivas u ofensivas.

Las dos lógicas están teóricamente en lo cierto, y la imposibilidad saber a priori la realidad de si el enemigo es ofensivo o defensivo es la causa de esa fricción práctica, incertidumbre que matemáticamente se resuelve de manera elegante con cálculos de probabilidad y teoría de la decisión, pero que en el mundo real, al ser sucesos de acontecimiento único no puede resolverse al estilo del debate entre Fermat y Laplace, aplicando el teorema de Bayes y cálculos en Minimax o Maximin. Por contra, es sumamente más relevante e importante el debate eminentemente político sobre las intenciones adversarias, su historia nacional, el carácter de sus líderes, etc; así como también es mucho más importante la realidad material de la tecnología militar, la estructura de la fuerza armada y su disposición, etc.

Todo este último apartado es muy de naturaleza clausewitzciana. Cuando Clausewitz hablaba de la naturaleza trinitaria de la guerra, se refería a las tensiones que hay en la relación entre la población, los líderes militares y la cúpula política. La población no atiende a razones militares ni políticas, sino a la mera pasión de ganar la guerra y denostar al enemigo, presionando por atacar siempre y denunciando la negociación como una traición a la patria. La dirección militar tiene la lógica de destruir al enemigo sin autolimitarse por restricciones políticas o diplomáticas, y sin importarle si la población en ese momento a lo mejor no quiere una guerra. La lógica inherente a la dirección política estratégica solamente quiere llegar a un status específico y luego finalizar un acuerdo, sacrifican a sus militares para conseguir tratados y posiciones de fuerza, sin importar que la guerra pueda alargarse y causar más muertes sin que ello implique la destrucción de la fuerza enemiga.

La facción del KGB que quiere provocar una guerra catalítica, como el desquiciado general Ripper en la película "Teléfono Rojo" o el capitán Ramsey (Gene Hackman) en la película "Marea Roja", representan la lógica militar que, siguiendo la toxonomía de Clausewitz, se independizan de los límites que les impone la cúpula política y los deseos de paz de la población, para hacer una guerra a ultranza para destruir al enemigo conseguir la primacía para de ese modo obtener seguridad y paz a largo plazo.

[Imagen: 3PnetyW.jpg]
(Ultima edición: 05-01-2019 01:00 por Agatocles.)
#8
Cita
Un estudio supremo sobre estrategia nuclear, supremacía, control de la escalada y guerra nuclear limitada.

Dirigido por el mítico Paul Nitze (1963), tiene una forma aparentemente simple y vulgar, pero de un contenido de gran calidad. Plantea la hipótesis de varios tipos de guerras que podrían desencadenarse entre los EEUU y países del bloque comunista (en aquella época URSS y China aún se coordinaban), para in planteando la evolución del conflicto en función de las opciones que van tomando las autoridades nacionales en el transcurso de la crisis.

No está expuesto a modo de análisis académico o teórico, siguiendo un árbol de decisiones, sino que está planteado de manera casi novelada y muy vívida, al estilo de las películas de crisis nucleares, pero analizando cada punto o hito de la evolución de cada crisis, planteando la situación y las alternativas, para luego ir al bando contrario y modelar las reacciones.

Como resumen de juegos y ejercicios de guerra es magnífico, de una gran profundidad analítica subyacente a la simplicidad de la prosa en la que está escrito el ejercicio, reflejando un dominio muy sólido de la estrategia nuclear, los estudios estratégicos, la teoría de la decisión y de juegos, y la realidad material político-militar de la Guerra Fría de aquellos años (para contextualizar, cabe señalar que "Teléfono Rojo" o "Punto Límite" son películas del año siguiente: 1964).

https://nsarchive2.gwu.edu/nukevault/ebb480/docs/doc%2011A%20war%20termination.pdf

[Imagen: xrFhe2v.jpg]
#9
Cita
Parece interesante esta "novela". Cuando tenga tiempo puede que la lea... al menos el principio.
#10
Cita
La teoría de la disuasión, la estrategia y la resolución de conflictos, se formuló en base al hombre racional de Von Neumann y Morgensten (que ya tenía importantes antecedentes en Pareto y otros intelectuales).

Sin embargo, tal abstracción metodológica es solo normatividad cientifista cuando trata de trasponerse a la realidad. La disuasión nuclear contemporánea, peligrosamente, está fundada bajo simplificaciones metodológicas. Para colmo, esa simplista visión de la estrategia y hombre racional, es lo que hay detrás de los modelos de limitación y reducción de armamentos; los modelos más estúpidos son en los que se amparan los pacifistoides controlistas, generando asunciones y modelos de cooperación y paz totalmente irreales.

No deja de ser significativo que sea desde la derecha académica en los estudios estratégicos, la que trata de incorporar los avances microeconómicos de la Economía Conductual. Se pueden aducir muchas razones del porque sucede eso, pero el nexo de unión es que el poder se genera gracias al desequilibrio y la jerarquía, y la racionalidad no perfecta genera desequilibrios o subóptimos económicos.

#11
Cita
Nixon vio muchas veces la película Patton, que yo debo haber visto cientos de veces.

Podría ser que tras la decisión final de Nixon de invadir parcialmente Camboya en abril de 1970 estuviera espoleada por la obsesión que tuvo el presidente por esa película del mejor comandante aliado en la Segunda Guerra Mundial (según los propios alemanes).

Puedo atestiguar que Patton es una película que fanatiza mucho. Es una obra maestra del cine biográfico y en general es una buena semblanza de ese gran líder militar (aunque las partes negativas del personaje en el filme no se corresponden con la realidad, sino obra del guión antiguerra que motivó la película y la biografía equivocada que firmara el general Bradley). Dan ganas de estudiar mucha historia militar y lanzarse a invadir eurasia entera, con tanques.

La invasión de Camboya fue un éxito. Imprescindible para el proceso de vietnamización de la guerra y ulterior retirada norteamericana en las operaciones terrestres. Hubiera sido un éxito total y absoluto si la prensa hubiera guardado el secreto solo unos días más para llegar a todos los objetivos operacionales. Publicar la noticia, motivó una oleada de protestas que, como recordarán algunos perros viejos, desencadenó la matanza en la universidad de Kent State, haciendo la situación política interna en EEUU insostenible, ordenando retirada antes de cumplir todos los objetivos.

Con todo, como decía fue suficiente. Si el Congreso no hubiera prohibido las operaciones de bombardeo y apoyo aéreo, ni reducido la ayuda en material militar y dinero, Vietnam del Sur habría logrado aguantarse.


Victoria para Patton y Nixon, derrota para los pacifistoides y jipis de mierda que destruyeron América hasta que llegó Reagan al rescate.



https://thediplomat.com/2019/02/how-a-film-influenced-a-us-presidents-decision-to-invade-a-foreign-country/?fbclid=IwAR335xmvl9bcgjWShHE4qb0le42us6KhqDnztzDcF-Qwo5FRKTLHmTmGzZ8
God Bless America
#12
Cita
Nixon vio muchas veces la película Patton, que yo debo haber visto cientos de veces.

Podría ser que tras la decisión final de Nixon de invadir parcialmente Camboya en abril de 1970 estuviera espoleada por la obsesión que tuvo el presidente por esa película del mejor comandante aliado en la Segunda Guerra Mundial (según los propios alemanes).

Puedo atestiguar que Patton es una película que fanatiza mucho. Es una obra maestra del cine biográfico y en general es una buena semblanza de ese gran líder militar (aunque las partes negativas del personaje en el filme no se corresponden con la realidad, sino obra del guión antiguerra que motivó la película y la biografía equivocada que firmara el general Bradley). Dan ganas de estudiar mucha historia militar y lanzarse a invadir eurasia entera, con tanques.

La invasión de Camboya fue un éxito. Imprescindible para el proceso de vietnamización de la guerra y ulterior retirada norteamericana en las operaciones terrestres. Hubiera sido un éxito total y absoluto si la prensa hubiera guardado el secreto solo unos días más para llegar a todos los objetivos operacionales. Publicar la noticia, motivó una oleada de protestas que desencadenó la matanza en la universidad de Kent State, haciendo la situación política interna en EEUU insostenible, ordenando retirada antes de cumplir todos los objetivos. Camboya era un objetivo clave, habrían desbaratado toda las bases logísticas del NVA y el Vietcong, no habrían podido seguir mandando tropas al sur de Vietnam del Sur. 

Con todo, no fue suficiente. Si el Congreso no hubiera prohibido las operaciones de bombardeo y apoyo aéreo, ni reducido la ayuda en material militar y dinero, Vietnam del Sur habría logrado aguantarse.


Victoria para Patton y Nixon, derrota para los pacifistoides y jipis de mierda que destruyeron América hasta que llegó Reagan al rescate.



https://thediplomat.com/2019/02/how-a-film-influenced-a-us-presidents-decision-to-invade-a-foreign-country/?fbclid=IwAR335xmvl9bcgjWShHE4qb0le42us6KhqDnztzDcF-Qwo5FRKTLHmTmGzZ8
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(Ultima edición: 26-02-2019 14:08 por Agatocles.)


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