10-10-2016 13:42
Los más veteranos de seguro recuerdan el nombre de Zoonami. Fue un estudio independiente fundado por algunos de los creadores del clásico Goldeneye 64, con Martin Hollis a la cabeza, que durante una buena temporada se rumoreó estaba trabajando en un videojuego para GameCube. Así fue, pero el proyecto nunca llegó a ver la luz… hasta ahora, que el portal UnSeen64 ha filtrado detalles sobre el enigmático Game Zero.
Se trataba de una aventura de acción y plataformas con tintes de sandbox que, inevitablemente, recuerda por estética y opciones al exitoso Minecraft. La descripción habla de este como un proyecto en el que los jugadores tendrían opción de picar piedra y otras superficies terrestres para obtener recursos con los que construir nuevas estructuras. "Antepasado no creo que sea la palabra adecuada", ha dicho el propio Hollis, al comparar su proyecto con el de Mojang.
"Después de todo creo que nadie estaba conectado ni vio ninguna parte de GameZero", apostilla el veterano creativo. ¿Por qué se canceló el proyecto? Tras tres años de desarrollo y "muchos prototipos", hubo dos factores que determinaron su destino: el potencial técnico de la consola, era insuficiente para un videojuego que te permitía modificar a tu antojo el escenario; y también las escasas perspectivas de éxito para un título que nacía en una consola donde, los grandes éxitos, eran juegos tradicionales como Super Mario Sunshine, Star Fox Adventures, Resident Evil o Eternal Darkness entre otros.
Un detalle interesante es que GameZero se parecía más a un plataformas como Super Mario 64 que a un sandbox al uso. Como ocurriera con Perfect Dark, también se había apostado por un personaje femenino como protagonista. Habría vehículos con los que explorar el mundo de juego y también diversas armas con las que pelear. El estilo gráfico iba a ser cercano al de una película de animación.
Hollis reconoce que el juego era divertido y original, dos de las señas de identidad con las que fundó Zoonami, pero el proyecto fue finalmente cancelado sin dar, en su día, señales de vida.
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