25-10-2016 00:39
La industria del videojuego ha cambiado para bien en muchos aspectos en apenas diez años. Uno de los muchos casos que ejemplifica la presente afirmación está en los lanzamientos simultáneos de hardware, en contraposición al que es uno de los último ejemplos de lanzamiento escalonados por parte de una de las compañías grandes: el de PSP. La anterior portátil de Sony llegó a Japón en diciembre de 2004, efectuando su estreno en Europa en septiembre de 2005, algo que sería inconcebible hoy en día.
Ante tal panorama, muchos usuarios se lanzaron a la importación de la máquina en su versión asiática en diversos portales de venta extranjeros, siendo Lik-Sang uno de los reyes del presente campo. La entonces Sony Computer Entertainment Europe (hoy Sony Interactive Entertainment Europe), consciente de que su esperada portátil llegaría a Europa más tarde de lo esperado, amenazó a las principales webs de importación con demandas judiciales si seguían exportando su máquina a Europa, amenaza a la que Lik-Sang hizo caso omiso, lo que la llevó a juicio contra el gigante japonés.
El proceso judicial en el que se enfrentó con Sony Computer Entertainment Europe acabó con la modesta empresa de Hong Kong, y el 24 de octubre de 2006, hace justo diez años, se cerró uno de los capítulos más tristes que se recuerdan en la importación de videojuegos. Lik-Sang notificó el cierre de la empresa y el cese de sus actividades, y Sony aclaró al medio Games Industry que se llevó a juicio a la empresa con tal de "proteger al usuario de la compra de hardware que no cumple los estándares de la Unión Europea o el Reino Unido", una afirmación con la que Lik-Sang no estaba de acuerdo en absoluto.
La empresa, aseguraba en 2006 el encargado de marketing de la firma, Pascal Clarysse, que todos los adaptadores de corriente eran oficiales de Sony y adecuados a las condiciones legales de los mercados europeos o británico. En una nota de prensa en la que se anunciaba el cierre de la empresa, Clarysse arremetía contra Sony con dureza: "Es el principio del final del mundo (de la importación) tal y como lo conocemos. La culpa es de Sony. Es la última mancha oscura en su vergonzoso historia como líder de la industria del videojuego. El imperio ganó, y algunos minoristas importantes desde el Reino Unido se regocijarán con la noticia, pero el resto de aficionados a los videojuegos del mundo han perdido algo hoy".
Puede que no fuese la principal decisión que propició el cambio general en los lanzamientos globales en el mundo del hardware del videojuego, pero en 2016 vivimos lanzamientos de consola muy diferentes a los de hace diez años. Hoy las barreras para comprar juegos japoneses inéditos en Europa son menores gracias a la compra digital, pero antes la importación era la única respuesta. Lik-Sang sigue siendo muy recordada entre los jugadores que se hacían con videojuegos extranjeros en su momento; hablamos de 2006, cuando el mercado digital era prácticamente utópico.
Fuente
Ante tal panorama, muchos usuarios se lanzaron a la importación de la máquina en su versión asiática en diversos portales de venta extranjeros, siendo Lik-Sang uno de los reyes del presente campo. La entonces Sony Computer Entertainment Europe (hoy Sony Interactive Entertainment Europe), consciente de que su esperada portátil llegaría a Europa más tarde de lo esperado, amenazó a las principales webs de importación con demandas judiciales si seguían exportando su máquina a Europa, amenaza a la que Lik-Sang hizo caso omiso, lo que la llevó a juicio contra el gigante japonés.
El proceso judicial en el que se enfrentó con Sony Computer Entertainment Europe acabó con la modesta empresa de Hong Kong, y el 24 de octubre de 2006, hace justo diez años, se cerró uno de los capítulos más tristes que se recuerdan en la importación de videojuegos. Lik-Sang notificó el cierre de la empresa y el cese de sus actividades, y Sony aclaró al medio Games Industry que se llevó a juicio a la empresa con tal de "proteger al usuario de la compra de hardware que no cumple los estándares de la Unión Europea o el Reino Unido", una afirmación con la que Lik-Sang no estaba de acuerdo en absoluto.
La empresa, aseguraba en 2006 el encargado de marketing de la firma, Pascal Clarysse, que todos los adaptadores de corriente eran oficiales de Sony y adecuados a las condiciones legales de los mercados europeos o británico. En una nota de prensa en la que se anunciaba el cierre de la empresa, Clarysse arremetía contra Sony con dureza: "Es el principio del final del mundo (de la importación) tal y como lo conocemos. La culpa es de Sony. Es la última mancha oscura en su vergonzoso historia como líder de la industria del videojuego. El imperio ganó, y algunos minoristas importantes desde el Reino Unido se regocijarán con la noticia, pero el resto de aficionados a los videojuegos del mundo han perdido algo hoy".
Puede que no fuese la principal decisión que propició el cambio general en los lanzamientos globales en el mundo del hardware del videojuego, pero en 2016 vivimos lanzamientos de consola muy diferentes a los de hace diez años. Hoy las barreras para comprar juegos japoneses inéditos en Europa son menores gracias a la compra digital, pero antes la importación era la única respuesta. Lik-Sang sigue siendo muy recordada entre los jugadores que se hacían con videojuegos extranjeros en su momento; hablamos de 2006, cuando el mercado digital era prácticamente utópico.
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