20-09-2022 11:26
Ok, lo prometido es deuda...
Acabado Phantasy Star IV.
Normalmente a medida que avanzas en un RPG notas que el juego va volviéndose más fácil debido a la mayor potencia de tus personajes y a sus habilidades. Este no es el caso de PS4, sin embargo. Muchos de los últimos niveles contienen combates aleatorios bastante jodidos, a lo cual se le añade el hecho de que apenas existen formas de recuperar puntos de magia en el juego si no es a base de dormir en la posada, por lo que la mayoría de veces uno intenta evitar por todos los medios usar magias durante la exploración, no sea que no le queden suficientes puntos para usarlos contra el jefe del final. Hablando de los cuales, los jefes pueden llegar a ser bastante jodidos también. Todo ello se suma para acabar con un juego en el que no se supone que debas ser capaz de atravesar una mazmorra de un tirón. Puedes hacerlo, al fin y al cabo tampoco es que las mazmorras sean especialmente largas, pero creo que no es eso lo que esperan, y si lo haces al final verás como te va a hacer falta hacer grindeo, como me acabó pasando a mi unas cuantas veces.
Como dije antes, el juego tiene algunas cosas que por si solas no son un problema garrafal, pero entre todas suman y hacen que el juego no se sienta tan moderno como otros de sus contemporáneos. El no poder comprobar los estatus del equipo antes de comprarlo en la tienda es una de esas cosas que siempre me sientan como un puñetazo en el estómago cuando las veo, por ejemplo. También son un poco tocadura de huevos los nombres de las habilidades, que muy a menudo uno no tiene ni idea de que hacen con nombres como SANER, DEBAN, WARLA, TELELE o EFESS. Incluso habilidades con nombres inteligibles me dejaban confuso. Dos personajes tienen una habilidad llamada SPARK (Chispa) que tiene pintas por el nombre que va a ser un ataque eléctrico o algo, pero al usarla simplemente les brilla el brazo y... ya está. Resulta que SPARK es un ataque de muerte instantánea, pero solo funciona con enemigos mecánicos. El juego no aporta ninguna descripción sobre las habilidades, no sé si estaban en el manual o que.
Hablando de esos dos personajes, Wren (que no es el mismo Wren que el del Phantasy Star 3 a pesar de que son idénticos, supongo que los fabricaban en masa) y Demi son androides. Los androides son un poco incordio en este juego porque las magias curativas no les afectan, así que si lanzas una magia de cura en área se van a curar todos tus personajes menos ellos, y luego tienes que gastar un movimiento extra para curarles. Afortunadamente Wren es el personaje con más HP del juego y tiene una habilidad para curarse a si mismo, así que tampoco es tan problemático. Lo que sí me molesta un poco es que este es uno de esos juegos donde están constantemente metiendo y sacando personajes de tu grupo. Nunca me ha gustado cuando un JRPG hace eso.
La historia es algo más interesante. El giro de que el sistema solar es en realidad un sello gigante conteniendo a un demonio era simpático, aunque el juego carece de antagonistas memorables. Dark Force, al que te enfrentas tres veces a lo largo del juego, no es más que una abominación eldritchiana sin carisma, y lo mismo va para el jefe final. La historia también está menos cuidada de lo que me gustaría y tiene agujeros argumentales, como el hecho de que debido al retroceso y la decadencia causada por la desaparición de Mother Brain las naves espaciales han desaparecido y no existe la comunicación entre planetas, y sin embargo uno de los personajes, Rune, nació en Dezolis pero te lo encuentras por primera vez dando vueltas por Motavia.
Pero al final del día, el juego está bien. ¿Creo que puede compararse con algunos de sus contemporáneos? No, pero es que muchos de esos contemporáneos resultan ser algunos de los mejores JRPGs de todos los tiempos. No cabe duda de que PS4 es probablemente el único juego de la saga que me sentiría a gusto recomendando... aunque solo a amantes del género, claro.
Me ha gustado: Las escenas de viñetas son un buen toque. El juego tiene mucho mejor balance que los anteriores; no es tan sádico como el 2 ni tiene una frecuencia de encuentros tan exagerada como el 3.
No me ha gustado: Los nombres de las habilidades causan confusión innecesaria. El juego carece de ciertos elementos de calidad de vida que en su tiempo ya empezaban a ser el estándar, sintiéndose algo anticuado.
Bueno, empecemos entonces con Xenoblade Chronicles 3.
Ya lo he comentado varias veces; el Xenoblade Chronicles original, sin ser perfecto, me encantó. Sin embargo, Xenoblade Chronicles X se me hizo más como un experimento fallido, y Xenoblade Chronicles 2 me pareció directamente malo. Esto hizo que empezase a cuestionarme si el primer juego no fue más que un golpe de suerte, pero sigo dispuesto a darle a la saga otra oportunidad, porque la existencia del primero me hace pensar que esta gente realmente es capaz de sacar cosas buenas. Aunque precisamente por esta razón tengo claro que voy a ser bastante duro con esta tercera (¿cuarta?) parte; porque sé que si son capaces de sacar cosas como Xenoblade Chronicles 1, cosas como Xenoblade Chronicles 2 no tienen excusa. Aún así, quiero ser todo lo justo que pueda, y precisamente por eso he dejado algo de tiempo antes de jugarlo. Pero ya no más.
Xenoblade Chronicles 3 sucede en un mundo donde dos naciones, Keves y Agnus, están en guerra constante. De hecho, la mayor parte de su cultura parece estar basada en este conflicto: Cuando se mata a un soldado enemigo, los del bando contrario absorben su energía vital, que es el recurso más codiciado por ambas partes. Los soldados son creados de forma artificial, y son precisamente tres soldados de Keves los que forman el grupo inicial. Durante una misión en la que intentan capturar una nave de origen desconocido, se topan con otro grupo de tres que provienen de Agnus, el país enemigo, y durante el combate son interrumpidos por esta especie de demonio mecánico gigante. Noah y Mio, uno de cada bando, acaban fusionándose debido a la intervención de uno de los tripulantes de la nave, y descubren que sus dos pueblos anteriormente eran uno solo, pero que fueron divididos por esta raza de bichos raros para que no pudiesen plantarles cara, y además se las arreglaron para enfrentarlos los unos contra los otros para mantener el estatus quo y que nunca volviesen a ser una amenaza... O, al menos, eso fue lo que entendí de la exposición, seguro que más adelante se explica algo mejor. Sea como sea, tras derrotar al demonio ambos grupos deciden hacer una tregua y regresar a sus campamentos, pero al hacerlo descubren que sus antiguos compañeros les atacan como si fuesen el enemigo. Batiéndose en retirada, acaban encontrándose todos otra vez y deciden que ir juntos será la mejor forma de sobrevivir. Juntos, los seis emprenden un viaje en busca de respuestas.
Por ahora la premisa no está mal. Es decir, la moral de "no somos tan diferentes al fin y al cabo" tiene la sutileza de un hipopótamo a reacción, pero he visto cosas peores, y parece que la relación entre los seis miembros del grupo puede tener bastante potencial si el juego juega sus cartas bien.
En cuanto a jugabilidad, la exploración sigue siendo lo que cabe esperar de la saga, pero el juego ha desechado las pruebas de campo de los BLADES del Xenoblade 2 (probablemente una de las PEORES mecánicas que he visto en un juego desde los tropiezos aleatorios del Smash Bros. Brawl). De hecho, no parecen haber BLADES en absoluto. En lugar de eso el juego incluye un sistema de clases que puede recordar a algunos juegos de la saga Final Fantasy o similares, en los que además de subir de nivel al personaje también subes las clases, y una vez has ganado maestría con habilidades de una clase puedes equipártelas incluso cuando llevas otra. El sistema de combate... sigue siendo un jaleo. Pero vamos, el combate nunca fue el punto fuerte de la saga, y por ahora inicialmente los enemigos no se me están haciendo tan esponjas de daño como lo eran en el 2 al principio.
Sé que hay bastantes elementos del juego que todavía no he desbloqueado. Más allá de la demostración durante el combate contra el demonio ese, todavía no he llegado al momento en el que se me permite fusionar personajes. También sé que hay héroes o algo así, aunque no sé de que va el tema exactamente. Debido a todo esto, lo dejaré en que mis primeras impresiones son que por ahora el juego está bien. Definitivamente me mantengo optimista por ahora.
Finalmente, una partidita al Civilization VI con Victoria de Inglaterra.
Inglaterra tiene una habilidad mediante la cual extrae recursos más rápido que las otras civis. Esto, combinado con la habilidad de Victoria que te da bonificaciones por fundar ciudades en continentes que no sean en el que empiezas, te empuja al expansionismo y, por consiguiente, a una victoria por dominación.
Así que eso fue lo que hice: Después de haber hecho algo el ganso con Alejandro en la partida anterior, subí un nivel la dificultad y me lancé en una campaña de conquista otra vez. Irónicamente, esta vez fue más fácil. No sé si es que al tener un nivel de dificultad algo mayor la IA limpiaba mejor el mundo de bárbaros, que en la partida anterior fueron más problemáticos que los otros jugadores en sí. Sea como sea, al encontrarme muchas menos sorpresas de camino a los otros jugadores, la única civi que puso algo de resistencia fue Holanda.
De hecho, la partida acabó tan rápido que ni siquiera tuve muchas oportunidades de usar las habilidades de Inglaterra. Construí una ciudad en otro continente cuando ya iba de camino a invadir Holanda, que era el último jugador que quedaba, y la verdad es que no supuso mucha diferencia el hacerlo. Está claro que para la próxima partida tengo que aumentar la dificultad un poco más, porque este no fue suficiente.
Aún así uno sigue aprendiendo cosas. Por ejemplo, parece que no se pueden capturar Grandes Personajes en este juego, así que no hace falta defenderlos. Tampoco puedes capturar una unidad embarcada con otra unidad embarcada, tienes que usar directamente una unidad naval para eso. Son cosas que no sabía (y que me tocó mucho la moral cuando unos bárbaros capturaron a uno de mis trabajadores y lo metieron en un lago de una sola casilla justo al lado de mi capital donde constuir un barco hubiese sido un desperdicio de recursos).
Creo que para la siguiente partida probaré un tipo de victoria distinta. El aumento del coste de desplazamiento por casillas en este juego con respecto a los anteriores hace que mover a un ejército entero sea un poco coñazo, la verdad.
Para la semana que viene... Mi objetivo principal es acabar con Grimrock 2, pero también jugaré otra partida al Civi, aunque aún no decidí con quien. Xenoblade 3 seguirá a su ritmo.
Acabado Phantasy Star IV.
Normalmente a medida que avanzas en un RPG notas que el juego va volviéndose más fácil debido a la mayor potencia de tus personajes y a sus habilidades. Este no es el caso de PS4, sin embargo. Muchos de los últimos niveles contienen combates aleatorios bastante jodidos, a lo cual se le añade el hecho de que apenas existen formas de recuperar puntos de magia en el juego si no es a base de dormir en la posada, por lo que la mayoría de veces uno intenta evitar por todos los medios usar magias durante la exploración, no sea que no le queden suficientes puntos para usarlos contra el jefe del final. Hablando de los cuales, los jefes pueden llegar a ser bastante jodidos también. Todo ello se suma para acabar con un juego en el que no se supone que debas ser capaz de atravesar una mazmorra de un tirón. Puedes hacerlo, al fin y al cabo tampoco es que las mazmorras sean especialmente largas, pero creo que no es eso lo que esperan, y si lo haces al final verás como te va a hacer falta hacer grindeo, como me acabó pasando a mi unas cuantas veces.
Como dije antes, el juego tiene algunas cosas que por si solas no son un problema garrafal, pero entre todas suman y hacen que el juego no se sienta tan moderno como otros de sus contemporáneos. El no poder comprobar los estatus del equipo antes de comprarlo en la tienda es una de esas cosas que siempre me sientan como un puñetazo en el estómago cuando las veo, por ejemplo. También son un poco tocadura de huevos los nombres de las habilidades, que muy a menudo uno no tiene ni idea de que hacen con nombres como SANER, DEBAN, WARLA, TELELE o EFESS. Incluso habilidades con nombres inteligibles me dejaban confuso. Dos personajes tienen una habilidad llamada SPARK (Chispa) que tiene pintas por el nombre que va a ser un ataque eléctrico o algo, pero al usarla simplemente les brilla el brazo y... ya está. Resulta que SPARK es un ataque de muerte instantánea, pero solo funciona con enemigos mecánicos. El juego no aporta ninguna descripción sobre las habilidades, no sé si estaban en el manual o que.
Hablando de esos dos personajes, Wren (que no es el mismo Wren que el del Phantasy Star 3 a pesar de que son idénticos, supongo que los fabricaban en masa) y Demi son androides. Los androides son un poco incordio en este juego porque las magias curativas no les afectan, así que si lanzas una magia de cura en área se van a curar todos tus personajes menos ellos, y luego tienes que gastar un movimiento extra para curarles. Afortunadamente Wren es el personaje con más HP del juego y tiene una habilidad para curarse a si mismo, así que tampoco es tan problemático. Lo que sí me molesta un poco es que este es uno de esos juegos donde están constantemente metiendo y sacando personajes de tu grupo. Nunca me ha gustado cuando un JRPG hace eso.
La historia es algo más interesante. El giro de que el sistema solar es en realidad un sello gigante conteniendo a un demonio era simpático, aunque el juego carece de antagonistas memorables. Dark Force, al que te enfrentas tres veces a lo largo del juego, no es más que una abominación eldritchiana sin carisma, y lo mismo va para el jefe final. La historia también está menos cuidada de lo que me gustaría y tiene agujeros argumentales, como el hecho de que debido al retroceso y la decadencia causada por la desaparición de Mother Brain las naves espaciales han desaparecido y no existe la comunicación entre planetas, y sin embargo uno de los personajes, Rune, nació en Dezolis pero te lo encuentras por primera vez dando vueltas por Motavia.
Pero al final del día, el juego está bien. ¿Creo que puede compararse con algunos de sus contemporáneos? No, pero es que muchos de esos contemporáneos resultan ser algunos de los mejores JRPGs de todos los tiempos. No cabe duda de que PS4 es probablemente el único juego de la saga que me sentiría a gusto recomendando... aunque solo a amantes del género, claro.
Me ha gustado: Las escenas de viñetas son un buen toque. El juego tiene mucho mejor balance que los anteriores; no es tan sádico como el 2 ni tiene una frecuencia de encuentros tan exagerada como el 3.
No me ha gustado: Los nombres de las habilidades causan confusión innecesaria. El juego carece de ciertos elementos de calidad de vida que en su tiempo ya empezaban a ser el estándar, sintiéndose algo anticuado.
Bueno, empecemos entonces con Xenoblade Chronicles 3.
Ya lo he comentado varias veces; el Xenoblade Chronicles original, sin ser perfecto, me encantó. Sin embargo, Xenoblade Chronicles X se me hizo más como un experimento fallido, y Xenoblade Chronicles 2 me pareció directamente malo. Esto hizo que empezase a cuestionarme si el primer juego no fue más que un golpe de suerte, pero sigo dispuesto a darle a la saga otra oportunidad, porque la existencia del primero me hace pensar que esta gente realmente es capaz de sacar cosas buenas. Aunque precisamente por esta razón tengo claro que voy a ser bastante duro con esta tercera (¿cuarta?) parte; porque sé que si son capaces de sacar cosas como Xenoblade Chronicles 1, cosas como Xenoblade Chronicles 2 no tienen excusa. Aún así, quiero ser todo lo justo que pueda, y precisamente por eso he dejado algo de tiempo antes de jugarlo. Pero ya no más.
Xenoblade Chronicles 3 sucede en un mundo donde dos naciones, Keves y Agnus, están en guerra constante. De hecho, la mayor parte de su cultura parece estar basada en este conflicto: Cuando se mata a un soldado enemigo, los del bando contrario absorben su energía vital, que es el recurso más codiciado por ambas partes. Los soldados son creados de forma artificial, y son precisamente tres soldados de Keves los que forman el grupo inicial. Durante una misión en la que intentan capturar una nave de origen desconocido, se topan con otro grupo de tres que provienen de Agnus, el país enemigo, y durante el combate son interrumpidos por esta especie de demonio mecánico gigante. Noah y Mio, uno de cada bando, acaban fusionándose debido a la intervención de uno de los tripulantes de la nave, y descubren que sus dos pueblos anteriormente eran uno solo, pero que fueron divididos por esta raza de bichos raros para que no pudiesen plantarles cara, y además se las arreglaron para enfrentarlos los unos contra los otros para mantener el estatus quo y que nunca volviesen a ser una amenaza... O, al menos, eso fue lo que entendí de la exposición, seguro que más adelante se explica algo mejor. Sea como sea, tras derrotar al demonio ambos grupos deciden hacer una tregua y regresar a sus campamentos, pero al hacerlo descubren que sus antiguos compañeros les atacan como si fuesen el enemigo. Batiéndose en retirada, acaban encontrándose todos otra vez y deciden que ir juntos será la mejor forma de sobrevivir. Juntos, los seis emprenden un viaje en busca de respuestas.
Por ahora la premisa no está mal. Es decir, la moral de "no somos tan diferentes al fin y al cabo" tiene la sutileza de un hipopótamo a reacción, pero he visto cosas peores, y parece que la relación entre los seis miembros del grupo puede tener bastante potencial si el juego juega sus cartas bien.
En cuanto a jugabilidad, la exploración sigue siendo lo que cabe esperar de la saga, pero el juego ha desechado las pruebas de campo de los BLADES del Xenoblade 2 (probablemente una de las PEORES mecánicas que he visto en un juego desde los tropiezos aleatorios del Smash Bros. Brawl). De hecho, no parecen haber BLADES en absoluto. En lugar de eso el juego incluye un sistema de clases que puede recordar a algunos juegos de la saga Final Fantasy o similares, en los que además de subir de nivel al personaje también subes las clases, y una vez has ganado maestría con habilidades de una clase puedes equipártelas incluso cuando llevas otra. El sistema de combate... sigue siendo un jaleo. Pero vamos, el combate nunca fue el punto fuerte de la saga, y por ahora inicialmente los enemigos no se me están haciendo tan esponjas de daño como lo eran en el 2 al principio.
Sé que hay bastantes elementos del juego que todavía no he desbloqueado. Más allá de la demostración durante el combate contra el demonio ese, todavía no he llegado al momento en el que se me permite fusionar personajes. También sé que hay héroes o algo así, aunque no sé de que va el tema exactamente. Debido a todo esto, lo dejaré en que mis primeras impresiones son que por ahora el juego está bien. Definitivamente me mantengo optimista por ahora.
Finalmente, una partidita al Civilization VI con Victoria de Inglaterra.
Inglaterra tiene una habilidad mediante la cual extrae recursos más rápido que las otras civis. Esto, combinado con la habilidad de Victoria que te da bonificaciones por fundar ciudades en continentes que no sean en el que empiezas, te empuja al expansionismo y, por consiguiente, a una victoria por dominación.
Así que eso fue lo que hice: Después de haber hecho algo el ganso con Alejandro en la partida anterior, subí un nivel la dificultad y me lancé en una campaña de conquista otra vez. Irónicamente, esta vez fue más fácil. No sé si es que al tener un nivel de dificultad algo mayor la IA limpiaba mejor el mundo de bárbaros, que en la partida anterior fueron más problemáticos que los otros jugadores en sí. Sea como sea, al encontrarme muchas menos sorpresas de camino a los otros jugadores, la única civi que puso algo de resistencia fue Holanda.
De hecho, la partida acabó tan rápido que ni siquiera tuve muchas oportunidades de usar las habilidades de Inglaterra. Construí una ciudad en otro continente cuando ya iba de camino a invadir Holanda, que era el último jugador que quedaba, y la verdad es que no supuso mucha diferencia el hacerlo. Está claro que para la próxima partida tengo que aumentar la dificultad un poco más, porque este no fue suficiente.
Aún así uno sigue aprendiendo cosas. Por ejemplo, parece que no se pueden capturar Grandes Personajes en este juego, así que no hace falta defenderlos. Tampoco puedes capturar una unidad embarcada con otra unidad embarcada, tienes que usar directamente una unidad naval para eso. Son cosas que no sabía (y que me tocó mucho la moral cuando unos bárbaros capturaron a uno de mis trabajadores y lo metieron en un lago de una sola casilla justo al lado de mi capital donde constuir un barco hubiese sido un desperdicio de recursos).
Creo que para la siguiente partida probaré un tipo de victoria distinta. El aumento del coste de desplazamiento por casillas en este juego con respecto a los anteriores hace que mover a un ejército entero sea un poco coñazo, la verdad.
Para la semana que viene... Mi objetivo principal es acabar con Grimrock 2, pero también jugaré otra partida al Civi, aunque aún no decidí con quien. Xenoblade 3 seguirá a su ritmo.
Las canciones que las Híades han de entonar,
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
donde flamean los andrajos del Rey,
deben morir sin haberse escuchado
en la sombría Carcosa
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