Resumen semanal. Tres juegos jugados, dos de ellos acabados.
Finiquitado
Technobabylon.
La investigación toca su fin y descubrimos el verdadero propósito del ladrón de mentes y su contratista. En general la historia está bien, aunque también encontré a Latha algo irritante (claro que esto está hecho a posta). La parte del final, sin embargo, me dejó algo inconforme con como de desarrollaron las cosas. No puedo hablar mucho de ello sin entrar en spoilers, pero de nuevo tiene que ver con la forma con la que ciertos personajes reaccionaban a los eventos. Ya lo comenté en otras entradas, pero esta vez fue peor.
Existen dos finales, dependiendo de una decisión que tomas hacia el final. Ninguno de los dos es un final "malo", simplemente se desarrollan las cosas de forma distinta, y ambos quedan más o menos abiertos a una posible secuela, aunque de forma distinta. Creo que comentaron que querían hacer una secuela, pero no querían que ninguno de los dos finales fuese canonizado, así que no sabían que hacer.
Pero bueno, me gustaría decir más acerca del juego, pero ya he ido comentándolo en las diversas entradas. Muchos puzzles que resolví por casualidad, a pesar de que con el tiempo ya estaba acostumbrado a las reglas del universo, con el único cambio de que en el último capítulo controlas a los tres personajes a la vez y tienes que ir cambiando entre ellos para resolver los puzzles.
Al final del día, la verdad es que el juego tenía ideas interesantes, pero me ha acabado pasando sin pena ni gloria.
Me ha gustado: El universo cyberpunk y las ideas que aportan a la trama.
No me ha gustado: En ocasiones he encontrado la narrativa algo floja y con agujeros. Creo que podían haber hecho más uso del trance y el mundo virtual.
Finiquitado también
Planescape Torment: Enhanced Edition.
Bien, con esto supongo que ya puedo responder a la pregunta que me hice a mi mismo hace unos meses, y que fue lo que finalmente me empujó a jugarlo: ¿Sigue siendo
Planescape Torment mi juego #1 en historia, o ha sido finalmente superado por
FFXIV?
Y la respuesta es... no tengo ni idea.
Aquí va el tema:
Planescape es una historia como ninguna otra, atípica, extraña, filosófica... Desarrollada en un mundo fascinante y misterioso cuyo potencial apenas es arañado por el juego. Jugar a
Planescape es casi como leer un libro en el que cada página tiene una idea sorprendente nueva que ofrecer.
En comparación,
FFXIV tiene los pies más en el suelo y ofrece una historia más típica, pero, queramos o no, mejor contada. Esto es en parte gracias a los avances tecnológicos, claro, y a las escenas de video que permiten que ciertas cosas sean mucho más emocionantes. Es injusto, pero es así. El parche 5.3 nos hizo llorar como a bebés a muchos de los jugadores, una reacción que
Planescape nunca llega a conseguir, a pesar de que sí se vuelve emocional en ciertos momentos. Pero nunca hasta el nivel de
FFXIV.
Planescape también peca algo de densidad en algunos de sus diálogos, incluyendo el infame diálogo con la bruja Ravel, que no solo compite por ser uno de los más largos en la historia de los videojuegos sino que además la tipa habla de una forma que hace que sea difícil seguirla.
FFXIV también es extremadamente prosaico y lleno de personajes que se explayan de forma deliberada, pero nunca se siente que esté intentando ofuscar información de forma que sea difícil entenderla para dar la sensación de profundidad.
Diría que
Planescape tiene también un ritmo más consistente. Es de sobras sabido que los inicios de
FFXIV son la peor parte del juego en casi todos los aspectos, y esto incluye la historia. Realmente, el juego no te pega uno de sus latigazos argumentales hasta el momento justo antes de empezar
Heavensward, e incluso después de eso muchos consideran la segunda expansión,
Stormblood, como un momento también algo flojo.
Planescape tiene sus momentos algo decepcionantes, en concreto el momento en el que empiezas a explorar fuera de Sigil. El juego te ha ido dando información sobre la enorme cantidad de otros planos que existen y las tierras colindantes a la ciudad, pero cuando finalmente logras salir de la jaula... resulta que solo eploras uno de los planos, Baator, donde no hay nada más que rocas, y en cuanto a la zona colindante de Sigil solo te pasas por un pueblo que bien podría ser un barrio más de la ciudad, y un cráter con un enorme esqueleto. Esto es decepcionante, pero también mucho menos tedioso que
A Realm Reborn, que dura horas y horas hasta que finalmente empieza lo bueno.
Al final del día me es extremadamente difícil inclinarme por uno de ellos, y gran parte de la culpa la tiene el hecho de ser productos tan distintos para empezar. Planescape es una historia con un principio y un fin, mientras que
FFXIV es un MMO cuya historia se va ampliando y creciendo con el paso de los años y cuyas expansiones varian en cuanto a calidad. Ni siquiera conocemos el final del arco actual en
FFXIV, se supone que va a venir con
Endwalker.
Lo que sí es cierto es que estoy bastante más hypeado por
Endwalker que lo que estuve por
Torment: Tides of Numenera en su día. Sí, es cierto que
Tides al final no acabó llegándole ni a la suela de los zapatos a
Planescape, pero hablo de antes de que supiésemos esto. Esto, sin embargo, no me parece para nada decisivo, puesto que Endwalker va a ser el final de una historia que hemos estado viviendo durante años, y encuentro normal que uno sienta una curiosidad voraz por saber como se va a desarrollar todo si está metido en ello como yo lo estoy.
Tides era una historia nueva en un universo distinto, no puede compararse.
Y, de todas formas, también es cierto que después de jugar a Planescape empecé a coleccionar los libros de rol de la ambientación como un auténtico desquiciado. Cosa que sigo haciendo a día de hoy.
Me ha gustado: Una historia como ninguna otra. La extrañez de su universo y ambientación.
No me ha gustado: Sigue siendo infumable jugáblemente hablando.
Jugué un poco a
The Elder Scrolls Online también.
De una forma similar a
Guild Wars 2, en la que cada región tiene su lista de puntos de interés, vistas y demás para "completarla",
ESO tiene una lista mucho más extensa para cada una de sus zonas. En cualquier momento puedes decidir explorar e intentar completarla, pero a diferencia de
GW2, no es tan fácil completarlas en solitario. Esto es debido a que parte de las cosas en esa lista son jefes de mundo y eventos de ritual, que a no ser que estés chetadísimo te van a patear el trasero si te metes tú solo.
En la zona de Skyrim Oeste no costaba mucho encontrar a gente que te ayudase con estas cosas, pero por alguna razón la gente suele pasar bastante de los jefes de mundo en Grahtwood. Los rituales no tanto, pero también son menos frecuentes.
Creo que va siendo el momento de encontrar algún tipo de gremio o algo así, pero por ahora veo muchos gremios de lenguajes que no entiendo, incluyendo rusos y polacos. Tampoco he entrado nunca a ninguna mazmorra, dicho sea de paso. Siento que todavía no domino el juego lo suficiente como para meterme ahí y no hacer el ridículo más absoluto. De nuevo, todavía no tengo ni la más remota idea de lo que estoy haciendo en este juego. Pero no creo que esté haciéndolo todo tan mal teniendo en cuenta que no suelo morir muy a menudo. Excepto cuando me meto a dar dagazos a diestro y siniestro en medio de un evento de ritual, claro...
Hablando de los eventos de ritual, son distintos a los de Skyrim Oeste. En Skyrim Oeste eran tormentas rojas que se ven a la legua. En Grahtwood son una especie de anclas que caen del cielo sobre unos altares. Solo he asistido a uno por ahora, pero la idea me pareció más o menos la misma, aunque se me hizo mucho menos caótico. Quizá es porque Skyrim Oeste es una zona de expansión y, por tanto, tiene una dificultad de base más elevada.