(13-08-2021 01:09)Rosstheboss escribió:Sobre tus relatos de FFXIV...que deberías recopilar en un libro ¿Estás metiendo muchos spoilers, o simplemente sacas tanto material de cada misión y el trasfondo de la misma y del mundo? Si es lo primero, libras que aquí estamos cuatro gatos y solo juegas tú al juego
Es totay e inequívocamente lo primero. Y lo hago a sabiendas de que aquí no lo juega nadie ni tienen pintas de que vayan a jugarlo. Pero esto no es nada: La cantidad de spoilers que puse cuando me pasé
Shadowbringers fue para meterme en prisión.
Igualmente, resumen de la semana:
Empecé a probar
The Quest.
A pesar de que creo que también está para Steam,
The Quest es un juego pensado para móviles que intenta rendir homenaje a los RPG en primera persona de antaño, estilo
Lands of Lore,
Might & Magic y tal. En el juego llevas a un héroe creado por ti que tiene una misión, pero como suele pasar con este tipo de cosas acaba entreteniéndose solucionando los problemas de los demás y la misión queda relegada a un segundo puesto.
Por el momento estoy rondando el pueblo inicial completando todas las misiones que veo por ahí, pero ya me está dando la sensación de que estoy haciendo un estropicio con la asignación de puntos de atributo del personaje. Solo espero que no llegue a un punto en el que me sea imposible continuar, porque no tengo intención alguna de volver a empezar el juego para solucionarlo.
Lo que sí he notado es que el juego no parece favorecer un alineamiento concreto. Hay muchísimos juegos que te dan a elegir si quieres ser bueno o malo, pero que luego los buenos acaban teniendo muchísimas más recompensas que los malos, quienes además se ven hostigados o castigados por los NPCs. En The Quest ya he hecho un par de misiones en las que la recompensa por ser un capullo era superior a la de ser un buen tío, lo cual tiene sentido (la gracia de la ilegalidad son los beneficios, al fin y al cabo). En una misión, por ejemplo, un tipo te pide que recuperes a su mujer, que ha sido secuestrada y piden un rescate por ella. Cuando vas allí, sin embargo, descubres que la mujer no solo no quiere ser rescatada sino que el jefe de los secuestradores te da una mayor recompensa que el NPC inicial si obtienes el dinero del rescate, y además te da su arco por las molestias. En otra misión tienes que rescatar a un granjero que ha sido secuestrado por amazonas, y cuando llegas a su guarida puedes elegir entre 1) Cargarte a todas las amazonas y rescatarlo, 2) Acostarte con la reina de las amazonas para obtener beneficios de estatus y algo de dinero, o 3) Hacer las dos cosas. Obviamente, si eliges la opción 3 te llevas AMBAS recompensas, así que más allá del roleo que puedas estar haciendo con tu personaje no existe razón alguna para no tomar este camino, y me da a mi que este no es un juego que destaque mucho por su roleo de todas formas. Especialmente cuando muchas de las misiones son de moralidad dudosa.
Acabo de atravesar el río que está en medio del camino entre el primer y el segundo pueblo, y me están metiendo palizas los orcos. No sé si es que estoy a bajo nivel, si es que mi equipo es basura, o si (probablemente) la he liado parda al repartir puntos de habilidad. Sea como sea, por ahora el juego está entretenido.
No olvidemos el otro RPG al que estoy jugando;
Avernum.
Exceptuando algunos encuentros opcionales con demonios, éste está yendo mucho más fluido. Llegué al fuerte libre de Kyass, un tío que acepta a cualquier raza entre su gente y parece querer montar un nuevo reino él solito. Se están empezando a vislumbrar algunas facciones, entre ellas Avernum en si, el reino subterráneo, la nueva nación de Kyass, el Imperio de la superficie, al cual le puedes ir cayendo en gracia si haces misiones que te manda una de sus agentes escondida en una ciudad, y la Cimitarra, un grupo de rebeldes anti-imperiales. Por ahora, y teniendo en cuenta que el trasfondo que me he montado para mis personajes es uno de venganza, lo que más sentido tiene es unirme a la Cimitarra. Pero igualmente voy haciendo misiones para todos bandos siempre que no se pisen unas a otras.
La última "misión" que hice fue matar a la reina de las arañas. Pongo "misión" entre comillas porque en realidad no había quest ni nada para ello, simplemente me topé con la jefa mientras exploraba una cueva. La reina tenía HPs por un tubo, lanzaba hechizos y teletransportaba a mis personajes por la sala, metiéndolos de lleno en los lugares conde más arañas spawneaban. La bicha pegaba fuerte pero mis hechiceras están algo chetadas y podían cargarse a las arañas pequeñas con ataques de área sin mucho trabajo.
Además de esto, también me metí en una tumba que tenía un recorrido en espiral y llegada más o menos la mitad te lanzaban una maldición que te impedía ver a más allá de cuatro casillas de distancia. El mini-mapa también se ofuscaba para hacerlo todo más jodido. Al llegar al centro había un grupo de exploradores muertos que eran el origen de la maldición, y tras esto volvían a encenderse las luces y podías explorar el lugar con normalidad.
Pasada la primera parte de la misión del Caballero Oscuro en
FFXIV.
Como dije la última vez, las misiones de esta clase empiezan cuando conoces a Fray, un Caballero Oscuro, inconsciente en las calles de Ishgard. Fray te enseña el camino del Caballero Oscuro: El vigilante que reparte justicia sin importar cuales son las leyes del lugar. Si un venerable caballero comete un crimen y es protegido por la sociedad, el Caballero Oscuro estará allí para cobrar la justicia por su cuenta. Todo este vigilantismo suena bien, pero a medida que avanzan las misiones parece que no todo va bien, y esto se empieza a notar con las interacciones con otros NPCs: Algunos parecen aturdidos cuando te ven regresar de tus misiones, como si te tuviesen miedo. Más tarde, la gente empieza a ignorar a Fray por completo, dirigiéndose hacia tí como si tú fueses quien pronuncia sus palabras.
Fray en sí empieza a actuar de forma extraña a medida que la línea de misiones avanza, volviéndose cada vez más desaprobador de la gente que te pide ayuda. Finalmente en la última misión se quita el casco... y revela que tiene la misma cara que tu personaje. El Fray inconsciente que viste en las calles de Ishgard en realidad estaba muerto, y el Fray que te acompaña no es más que una personificación de tu autoestima, cada vez más resentida por sentirse utilizada como un arma por todos los que te rodean. El combate final es contra este lado oscuro de tu personaje, y se unen varios NPCs a los que ayudaste a lo largo de la historia, simbolizando que realmente significas algo más para ellos que una forma fácil de solucionar sus problemas.
Con el doppelganger derrotado, tu personaje logra dominar su lado oscuro, y éste, al recibir aceptación, es absorbido de nuevo a tu interior a la vez que comenta que "si alguna vez necesitas mi ayuda, sabes donde encontrarme". No voy a negarlo, para una trama que se realiza en 4 o 5 misioncillas no estuvo nada mal.
En otras noticias, el evento de Verano ha llegado. Hemos rescatado a una heladera y nos han dado una montura de oso polar.
Mucho RPG veo yo por aquí... Pero bueno. De nuevo, esta semana no tengo ni idea de como va a ir. Supongo que seguiré algo más con
Avernum y con algo de suerte habré acabado
The Quest. O no: Tampoco sé cuán largo es.