Resumen de Pascua. Nada nuevo, pero se avanza.
Creo que estoy ya en la recta final de
Beyond Oasis (jódete, Ross).
He encontrado las armas infinitas, y no ha sido bonito obtenerlas. Absolutamente todas y cada una de ellas es un dolor de muelas de obtener. Ya mencioné el mini juego a contrarreloj para obtener la ballesta de fuego, pero para obtener la espada de fuego, las bombas infinitas y la ballesta explosiva uno tiene que morirse de asco.
Para empezar, las bombas infinitas son probablemente las peores. Tienes que realizar una serie de secciones de plataformeo bastante horrendas en un juego con unos controles que definitivamente no te dan la fluidez de movimientos necesaria. Aún peor, al conseguir las bombas luego tienes que volver y atravesar las cuatro o cinco secciones de nuevo, aunque son algo más fáciles al revés (especialmente la sección del viento porque ahora te empuja hacia donde vas). Esta sección es más frustrante que otra cosa.
Luego está el arco explosivo. Tienes que atravesar una serie de pasillos repletos de enemigos, pero asegurándote de que no abres ningún cofre. Hacia el final del guantelete hay un cofre situado justo en medio del camino de un enemigo que carga contra él, y si lo rompe la cagas. Es una broma algo cruel, porque es muy difícil detenerle a no ser que sepas que ese tío está ahí, pero bueno, sigue siendo menos jodido que las bombas y lo que viene a continuación, y el arco explosivo es una de las mejores armas del juego.
Finalmente, la espada de fuego infinita se obtiene en una de estas mazmorras que constan de 100 pisos y en cada uno de ellos tienes que cargarte a todos los enemigos para avanzar, como el pozo ese de los
Paper Mario o las mazmorras opcionales de
Wind Waker y
Twilight Princess. La perfidia aquí es que no puedes usar objetos, así que hay que intentar perder la menor cantidad de vida posible en cada piso. El juego te da una recompensa y te recupera algo la vida cada 10 pisos, pero esta se pierde rápido en cada sala en la que te enfrentas contra esas malditas moscas que te chupan la vida simplemente por tocarte y vienen en verdaderas nubes. ABUSÉ del arco infinito en este sitio, pero a veces ni siquiera eso servía. Al final de todo tienes que enfrentarte contra el jefe de la mazmorra de las cascadas, pero con el arco explosivo se mata fácil y puede resultar incluso algo anticlimático. Obtener la espada de fuego es muy difícil, pero ni por asomo tan frustrante como la sección de plataformeo de las bombas (al menos una vez les pillas el truco a las salas de las moscas), en parte porque el juego está más pensado para el combate, a diferencia del plataformeo.
Hay otro arma infinita más, el arco de plata, y es mucho más fácil de obtener. Claro que también es algo redundante teniendo ya la ballesta explosiva.
Esperaba haber acabado el juego para esta semana, pero no. Igualmente, lo tengo ya casi listo. La siguiente ya habré pasado a jugar a otra cosa.
Siguiendo con
Shadowrun: Dragonfall.
Siempre me pasa lo mismo con
Shadowrun: Empiezo jugándolo algo desganado y me da pereza seguir, pero a medida que avanzo cada vez me voy metiendo más en el juego. Supongo que esto es totalmente normal en un RPG, pero con
Shadowrun lo noto más, es lo que quiero decir.
Entre las cosas que he hecho, me he metido en un hotel buscando al cliente que pidió la incursión anterior y que resultó en la muerte de uno de los personajes, y después acabé con una célula fascista en los suburbios de Berlín. Todo muy limpio, y por limpio me refiero a que no fue limpio en absoluto. De hecho, dudo mucho que la misión de los neo-nazis pueda ser resuelta de otra forma que no sea liándote a tiros y cargándote a todo el mundo. Tan solo se salvó el nuevo recluta, al cual convencimos para que se pasase a nuestro lado porque su tío es parte de nuestro grupo.
El objetivo ahora es ir acumulando dinero para pagar a una informante que nos quiere clavar un pastizal por encontrar a un tipo. Resulta que una dragona antigua que en su día causó terror en el mundo ahora podría estar regresando. Siempre me olvido que en
Shadowrun hay dragones. Por alguna razón los orcos y elfos me encajan, pero los dragones siempre me sorprenden porque no me los espero.
Así que estamos haciendo trabajillos aquí y allí. Entre ellos tenemos el de cargarnos a un tipo que ha sido capturado antes de que hable demasiado, robar un prototipo, y limpiar las alcantarillas de la ciudad. Creo que haré el de las alcantarillas primero porque parece el más simple y rápido, claro que las cosas nunca salen como uno quiere.
Finalmente,
Final Fantasy XIV.
No avancé mucho más en Edén, pero probé a ver que tal era la clase del Mago Azul.
Mago Azul es una clase extraña ya que está "limitada". Tiene un nivel máximo de 10 niveles por debajo del de las otras clases, y no puede meterse en colas del duty finder de forma normal. Sí que puede, sin embargo, meterse en partys del party finder para entrar a instancias.
La gracia del mago azul es que tiene todo un libro de magias que puedes ir llenando al conseguirlas. Para obtener una habilidad tienes que luchar contra un monstruo que la tenga, dejar que la haga, y aprenderla. No tienes por que dejarte impactar por el ataque, solo verlo y sobrevivir al combate. Llenar el libro de hechizos de mago azul te lleva arriba y abajo por todas las zonas, y algunas habilidades solo las tienen jefes de mazmorra o primordiales, así que de eso no te salva nadie. También hay que tener en cuenta que cuanto más superes en nivel al monstruo del que quieres aprender la magia, las posibilidades de aprenderla se reducen.
La variedad extrema de las habilidades que puede aprender el mago azul es tal que la clase está completamente rota. De ahí que no tenga acceso al contenido de la última expansión, quedándose 10 niveles por detrás, y que tampoco se le conceda acceso al duty finder. Sin embargo, lo de ir llenando tu grimorio de magias es entretenido y, en cierta forma, sirve como un minijuego que añade contenido al juego. En cierta forma, se siente un poco como ir por ahí capturando Pokémons.
En la semana que viene... Veré si ya he conseguido tener ganas de jugar al
Monster Hunter Rise. Avanzaré un poco más en las raids de Edén del
FFXIV y quizá también tenga más tiempo de jugar a
Shadowrun, seguramente. No me he olvidado de
Redout, pero por ahora otras cosas tienen prioridad.