02-09-2020 23:30
Hola,
Resulta que hace un rato estaba tranquilamente en la cocina disfrutando de un delicioso Maxibon cuando me han sobrevenido unas acuciantes ganas de cagar. Por un momento he valorado la posibilidad de comerme mi helado mientras planto el zurullote, además puede tener algo de poético: algo entra al cuerpo mientras otra cosa lo abandona, como una suerte de metáfora del ciclo de la vida. Sin embargo a la vez me ha parecido que dicho acto cruza ciertas líneas rojas relativas a la higiene, o si se quiere, a un profundo sentido de la decencia. Así que me he comido el helado, no sin sufrir incómodos pinchazos en el estómago que han empañado la experiencia con mi reverenciada ambrosía helada, y después he cagado.
¿Habéis estado en una situación similar? ¿Cómo habéis procedido? ¿Lo hacéis habitualmente? ¿Tal vez os lleváis siempre algo para picar en tales ocasiones?
Comentad con confianza.
(Ultima edición: 02-09-2020 23:32 por Jesucristo.)
Resulta que hace un rato estaba tranquilamente en la cocina disfrutando de un delicioso Maxibon cuando me han sobrevenido unas acuciantes ganas de cagar. Por un momento he valorado la posibilidad de comerme mi helado mientras planto el zurullote, además puede tener algo de poético: algo entra al cuerpo mientras otra cosa lo abandona, como una suerte de metáfora del ciclo de la vida. Sin embargo a la vez me ha parecido que dicho acto cruza ciertas líneas rojas relativas a la higiene, o si se quiere, a un profundo sentido de la decencia. Así que me he comido el helado, no sin sufrir incómodos pinchazos en el estómago que han empañado la experiencia con mi reverenciada ambrosía helada, y después he cagado.
¿Habéis estado en una situación similar? ¿Cómo habéis procedido? ¿Lo hacéis habitualmente? ¿Tal vez os lleváis siempre algo para picar en tales ocasiones?
Comentad con confianza.