Atomik, el vodka de Chernóbil hecho con centeno y agua de la zona de exclusión
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Científicos británicos destilan un vodka sin radiación con centeno y agua de la zona de exclusión de la antigua central nuclear soviética.

Es atómico, pero no radioactivo. Al menos, así lo aseguran los mentores de Atomik, el último vodka en llegar al mercado, elaborado a partir de centeno y agua procedentes de Chernóbil. Más exactamente, de la zona de exclusión que se estableció en torno a 30 kilómetros de la planta nuclear tras el terrible accidente que tuvo lugar allí el 26 de abril de 1986, causando la muerte de 30 personas (sin contar los fallecimientos posteriores por los efectos de la radiación , claro, ya que el balance exacto de fallecidos sigue siendo una incógnita.

La serie de televisión emitida por HBO ha El nuevo vodka es el primer producto para consumo humano elaborado desde la drástica explosión en este área, donde la agricultura está prohibida, a excepción de cultivos a muy pequeña escala con los que sobreviven los escasos pobladores que se negaron a la evacuación (197 permanecieron y 340.000 abandonaron el lugar) y los que han ido llegando desde que la zona ha sido declarada "de reubicación forzada".

The Chernobyl Spirit Company

La iniciativa de producir el vodka Atomik parte de un grupo de investigadores de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido), que lleva años trabajando en Chernóbil, analizando la capacidad de recuperación de la tierra en la zona de exclusión tras los efectos del accidente nuclear.

Jim Smith, jefe del equipo de científicos británicos, creo The Chernobyl Spirit Company colaborando con colegas ucranianos. Juntos decidieron destilar "granos de centeno ligeramente contaminados" empleando agua del acuífero local para obtener un vodka que "no es más radiactivo que cualquier otro".

La idea de elaborar un vodka para atraer la atención internacional sobre la situación de la comunidad de habitantes de Chernóbil (y obtener recursos para su supervivencia: el 75% de los beneficios revierte en los pobladores) resulta de la lógica de la destilación: "Los químicos saben que cuando se destila, las impurezas se desechan".

En todo caso, los amantes del vodka deben saber que los análisis de laboratorio indican que los índices de radiación de Atomik Vodka están por debajo de lo permitido. No está mal, considerando que Chernóbil seguirá siendo zona radioactiva al menos 24.000 años más. En cualquier caso, los valientes que quieran probarlo, tendrán que esperar. Como se indica en la página web del proyecto por el momento sólo existe una botella de Atomik, aunque esperan poder empezar este año la producción a pequeña escala. La idea es producir unas 500 botellas para vendérselas a los turistas que, con cada vez más frecuencia, visitan la zona de exclusión.

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