Una jueza contra los antivacunas: "Pretenden que otros asuman el riesgo para la vida
#1
Cita
No es un problema de creencias sino de ciencia. La sentencia que acaba de dar la razón a una guardería de Maresme (Barcelona) que se negó a admitir a un niño que no estaba vacunado no cuestiona la decisión individual de sus padres sobre la falta de protección inmunológica de su hijo. Lo que defiende es que el resto de familias y niños pequeños del centro no tengan que asumir las consecuencias y riesgos de su decisión unilateral.


"Los niños que no están inmunizados contribuyen a propagar enfermedades, incluso a los vacunados (la protección que confieren las vacunas es del 95%-97%", subraya el especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y expresidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), José María Bayas. A su vez, "son más susceptibles de contraer infecciones que podrían complicarse" dramáticamente. Cabe recordar al niño de seis años de Olot (Gerona) que en 2015 se infectó por difteria y después de casi un mes ingresado en el Hospital Vall d'Hebron, falleció.
De este caso no se ha olvidado la magistrada del Juzgado de lo contencioso administrativo 16 de Barcelona, Laura Mestres. De hecho, lo menciona en su sentencia cuando explica que la decisión unilateral de los padres para no vacunar a su hijo no puede superar al derecho a la salud del resto de los niños y sus familias. La actora pretende que las consecuencias y riesgos de "la opción que ha tomado unilateralmente sean asimilados por el resto de la población, y no es un tema menor, sino de salud [...], ya que somete a los demás infantes a un riesgo que de materializarse puede conllevar catastróficas consecuencias como la pérdida de la vida".

Dado que la madre del menor denunciaba que no aceptar la matriculación de su hijo "vulnera el derecho a la libertad ideológica", la magistrada subraya que "nadie ha obligado [a esta familia] a vacunar a su hijo". De hecho, ha podido elegir con libertad. Es decir, "la actora no pretende que su opción minoritaria sea respetada, que ya lo es", sino que los demás asuman los riesgos de su decisión.

"Una argumentación [la de la sentencia] impecable", señala Bayas. "No es una cuestión de ideología ni discriminación, sino de salud". Si progresan estas actitudes antivacunas, añade el experto, "reaparecerán enfermedades como el sarampión. Ya está habiendo, de hecho, brotes en Francia o Italia". Lo que está claro es que "las concentraciones de niños no vacunados suponen un riesgo mayor de virus e infecciones", sostiene Antoni Trilla, jefe del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínico de Barcelona.
Los datos hablan por sí solos. En este tipo de brotes, agrega Trilla, "el 80% de los infectados no están vacunados". Y sus razones distan mucho del conocimiento científico.

Así, por ejemplo, según recoge el fallo, la madre del pequeño de Barcelona asegura que la vacunación "produce la destrucción de la capacidad inmunológica natural del cuerpo y no aporta una inmunidad verdadera". Una explicación "completamente falsa", afirma Bayas, ya que "el sistema inmunológico del pequeño está perfectamente capacitado para procesar los antígenos de las vacunas. No se satura ni resulta dañado".
Otro de los argumentos antivacunas tiene que ver con dudas sobre posibles riesgos de la inmunización por su toxicidad. En este sentido, los especialistas insisten en que no hay debate. "Las vacunas están probadas por sólidos ensayos clínicos que garantizan su seguridad en docenas de miles de personas", remarca Bayas en la misma línea que Trilla: "Existen 'toneladas' de trabajos, revisiones y estadísticas que lo demuestran".

Lo que no está basado en la ciencia es precisamente la opción de no vacunar y así lo expone en la sentencia el perito Carlos Rodrigo, jefe del servicio de Pediatría del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. "La actora ha decidido libremente no vacunar a su hijo por unas ideas que [...] ninguna institución pública, gobierno, administración pública ni comité o sociedad científica o del ámbito de la salud de reconocido prestigio ni nacional ni internacional avalan en modo alguno, sino todo lo contrario".

De hecho, la defensa de las vacunas goza de gran consenso. España continúa siendo un país con altas tasas de vacunación infantil, alrededor del 96% durante el primer año de vida. Esto no sólo "otorga protección individual (alrededor del 95%-97%), también aumenta la inmunidad de grupo", apunta Trilla. Si el porcentaje de niños vacunados es alto, más complicado será que un virus o bacteria circule y, por lo tanto, más difícil será que se extiendan los casos y se produzcan epidemias. De esta manera, los niños que por circunstancias médicas no puedan inmunizarse, se benefician de esta protección conjunta.

Y también lo hacen aquellos cuyos padres han decidido no vacunarlos. Es una cuestión de "solidaridad", coinciden los especialistas consultados por este periódico. En palabras de Trilla, "si dejamos de vacunar, la inmunidad de grupo se hunde y da lugar a la reaparición de infecciones como el sarampión en Italia".

https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2019/01/15/5c3df2b0fdddffcda08b46e0.html
#2
Cita
Me ha parecido un notición cuando lo he oído esta mañana.

Ahora, llamadme lo que queráis, pero yo estas medias tintas me las ahorraba. ¿No vacunas al niño? Pues todo el gasto que generes a la administración pública en tratamientos médicos, lo pagas de tu bolsillo. Y además, con este precedente, metía directamente que ningún niño sin vacunar por decisión de los padres pueda acceder a una escuela pública. Que se coman la privada si eso.

A los antivacunas hay que tratarlos como lo que son, terroristas de la sanidad pública, y tener mano dura hasta que se les quiten las pseudociencias de la cabeza.
[Imagen: DNC-04.png]
#3
Cita
Me parece cojonudo


Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 1 invitado(s)