cuando alcanza el orgasmo con el 'General'

que si dentro de este drama humano tan real el director o responsable directo hubieran querido romper la tónica termiando la película con una banda mafiosa tiroteando y torturando a las familias de él y, sobre todo, ella, leñes, que hubiera disculpado semejante rotura de tono. Ya digo que por circunstancias he conocido alguna familia y casos así............

Pues eso, empieza con el sobrino, con sus sueños de idol, con una imaginería visual sobrecargada y excelsa, empiezas a conocer a Matsuko en una historia hasta graciosa por lo extravagante que se te presenta todo (salvo el ancla con la realidad sobre su triste muerte), con esos profesores grotescos echándola la bronca, con esos números musicales y la relación con su familia. Pero el espectáculo debe seguir, y mientras sigue, y mientras Matsuko pierde y recupera sus ganas de cantar, también va creciendo el sentimiento, el ver y comprender a Matsuko como persona por más almibar y colorcitos que veamos en pantalla, para ir cayendo, sin encontrar un cojín de felicidad donde dejarse caer y estár cómoda de una vez.

Cuando llega la parte en la que se abandona ya estaba sobrecogido; cuando llega la escena en el hospital, tenía el corazón en un puño; cuando aparece la fecha de su muerte y sabes que el fin está cerca, me embargaba la tristeza; cuando "corta" el pelo a su hermana ya caía la lágrima, y cuando muere de forma tan triste, en una escena que me parece preciosa por el trato musical y visual cuando ese desalmado le golpea, y ella queda tirada como una bolsa de basura de las que acumula en casa rodeada de flores, me he puesto a sollozar como un crío. Le pondría como una pega muy mínima que la despedida de la película se me ha hecho algo larga en el sentido de acumular muchas imágenes, aunque también es una escena que funciona para hacer una retrospectiva de la vida de Matsuko, y la última escena en la casa previsible (aunque no esperaba ver a Yumi con el pelo cortado, una pequeña buena sorpresa) pero hasta necesaria.