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#25
Cita
(13-10-2017 12:21)Xiphias escribió:Pues a mí me ha recordado a los renders de la época de N64.

[Imagen: MSHKaS4.jpg]

Bien visto. Yo tenía un mente los renders promocionales más recientes del estilo de New Super Mario
#26
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A mi me parecen portadas feas, simplonas. Pero se han puesto 2 para comparar, por lo que me decanto por la 1ª.
Más allá de todo esto y si Nintendo mata niños, es una tontería discutir y no deberíamos hacerlo.
[Imagen: WZSsaPY.jpg]
#27
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Este Mario no se merece un 10 ni de coña. ¿Ahora por la tontería de estar pendientes del diseño de niveles o la jugabilidad nadie se da cuenta de que tiene una resolución penosa y un framerate cuestionable? Por no hablar de las texturas, no hace falta jugarlo para saber que eso no pasa ni de juego notable. Madre mía, si todos los Marios son iguales.

Spoiler: Rivera necesita gafas urgentemente sisi
#28
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Cortesía de LinkMigue

Cita:Vale, espera un momento..., ¿Mario es un dinosaurio...? La puesta en escena del tráiler de Odyssey acopló un mostacho y su gorra a un tiranosaurio como resultado de la nueva mecánica de captura.

Cortesía de un fantasmal compañero llamado Cappy, Mario ahora será capaz de controlar a sus enemigos -si no puedes con ellos, conviértete en ellos- e imaginar dicha idea como el concepto base del juego y el que te llevará hasta su final, pero no es así. El tiranosaurio rex aparecerá dentro de la primera media hora de juego, acurrucado y aletargado en un prado del Reino de las Cataratas, y sí, podrás controlarlo.

Al principio podría parecer una locura, pero entonces te das cuenta de que Nintendo esconde más trucos en su chistera. Y así ha sido siempre.

La idea de capturar enemigos es una muy atrevida. ¿Un juego de Mario en el que no siempre eres Mario? Si se mira de otra manera, podría decirse que el juego está basado en un único componente clave, siendo este Cappy. Y efectivamente, y siendo así, Cappy es la habilidad más versátil hasta la fecha.

La primera transformación que Mario adopta es representada a través de una cinemática que más bien parece una pesadilla -al menos para nuestro héroe, que grita y sufre mientras se aproxima a un vórtice espiralado, para entonces darse cuenta de que puede croar con cierto acento italiano a la vez que ve el mundo con otros ojos-.  Tras esta secuencia,  Mario se ve a si mismo reducido al tamaño y cuerpo de una rana que tiene su característica gorra roja y bigote arreglado.

Casi parece una broma, pero aún así Nintendo lleva bien su tarea y nos permite jugar como Mario Rana -y sin duda, sus otros más de cincuenta enemigos capturables más- con total seriedad. Esto no es simplemente nos recuerda impresionantemente al videojuego creado por David O'Reily, "Everything", donde puedes hacer que cualquier objeto sea manejable y jugable, pero en Everything todo funciona a un paso algo descoordinado. Desde Nintendo, más bien, se han centrado en hacer que las físicas y control de todo aquello que capturamos sea algo disfrutable e intuitivo.

Por supuesto, cada transformación aporta nuevos poderes y ventajas. Las burbujas de lava son tu única vía para poder cruzar los candentes ríos pastelosos del Reino de los Fogones. Al pulsar B siendo Mario Rana, podrás saltar hasta una altura a la que Mario casi podría alcanzar realizando un triple salto. Las suelas de los pies de los Goomba impedirán que patines por el hielo. Los Cheep Cheep navegan y se deslizan enérgicamente por los fondos submarinos, pero chapotean en cuanto salen de ellos.

Las transformaciones no son siempre esenciales, y en algunos casos, el repertorio de movimientos de Mario es más que suficiente para abordar los altibajos de la aventura, aunque a menudo es más sencillo y rápido capturar al enemigo más cercano para abordar las situaciones. A veces, dejarás a Mario de lado porque querrás jugar siendo un enemigo en específico, ya que éstos también ofrecen diferentes experiencias que no te querrás perder.

Los Wigglers tropicales son una delicia táctil, pues sus cuerpos se extienden y contraen con la misma facilidad que lo haría un acordeón. El tiranosaurio rex se desplaza de una manera un tanto torpe y sus pasos suelen ir a trompicones, y eso te hará replantearte su captura otra vez, pero entonces Nintendo te hará capturarlo haciendo aparecer una horda de enemigos punzantes que sólo podrán ser derrotados con la pericia del tirano. Como punto a añadir, cierto enemigo será el centro de atención una vez llegados a punto tardío del juego que hará que este título sea el favorito de los speedrunners.

Con tanta variedad de transformaciones, podrías llegar a pensar que Mario no da la talla y le falta determinación, pero no es así. Incluso dejando a Cappy fuera de la ecuacion, el héroe bigotudo tiene una gran baza de movimientos, la más amplia hasta la fecha, de hecho. 

El triple salto vuelve, junto al salto que realizamos si presionamos B cuando cambiamos de dirección bruscamente o el salto hacia atrás, que podemos llevar a cabo agachándonos y presionando el botón de salto. Si saltas inmediatamente cuando impactas en el suelo tras realizar un salto bomba, podrás ganar más altura en el nuevo salto que estás a punto de ejecutar. Agazápate y haz de Mario una bola que rueda más rápido al sacudir los Joy-Con como si tocases un tambor. Aunque igual es más rápido optar por correr en una cuesta abajo que la diversión que aporta rodar, todo ello mientras recorres las rojizas dunas del Reino de las Arenas. Verás a Mario mover sus piernas a toda velocidad con los brazos extendidos, concluyendo en una escena maravillosa.

Si añades a Cappy a toda esta suma, tu abanico de opciones se ampliará. Si mantienes pulsado el botón de lanzar la gorra, ésta se detendrá en el aire mientras gira, y podrás hacer que Mario salte encima de ella y así conseguir más altura, aunque eso sólo es una pequeña parte de todo lo que ofrece. 

En la parte más alta del rascacielos de Nueva Donk, en el Reino Urbano, puedes apreciar una terraza que todavía no hemos podido alcanzar, pero queremos. Para ello, saltamos desde el borde de la cornisa del rascacielos con un salto largo, después lanzamos a Cappy y le rebotamos encima, tras ello usamos la embestida aérea para que Mario se propulse todavía más lejos y así conseguimos nuestro objetivo. Seguro que hay una ruta más sensata, pero no tan emocionante como la que acabamos de hacer.

Es tentador decir que Mario nunca antes había tenido tan buenas sensaciones bajo nuestros pulgares, pero desde luego en nuestras palmas de la mano, lo borda. Siendo un Mario Chispa Eléctrica que recorre cables de alta tensión, el par de mandos produce una vibración bien medida en nuestras manos, mientras que sentirás un sutil y mecánico "click" cuando captures unos prismáticos que te permitirán otear el escenario. 

Bañarte en los océanos del Reino Ribereño produce una sensación muy convincente de la efervescencia del agua que querrás salir de inmediato para volverte a lanzar al mar y sentirlo de nuevo. Tal es la ventaja de jugar con los Joy-Con separados, que el modo portátil queda en compromiso, y esa no es la única razón por la que Odyssey parece estar diseñado para que el modo TV parezca su forma natural de jugarlo. En cierta ocasión, Koichi Hayashida, de Nintendo, descartó la idea de incluir el existente Mario Galaxy en el catálogo de Nintendo 3DS porque decía que Mario simplemente parecería un punto en la pantalla, y es que en el caso de Odyssey, al jugar en el modo portátil se nos pueden escapar detalles más sutiles que aparecen en pantalla debido a su tamaño, o algunos enemigos lejanos son complicados de abatir si no pegas tu nariz a la pantalla. 

La combinación ideal de Odyssey surge al mezclar elementos fantásticos y realistas -sus tuberías generosamente amuescadas y oxidadas que conducen a minijuegos te distraerán lo suficiente que tardarás en darte cuenta de sus incongruencias más adelante-. Las energilunas, el coleccionable principal de este juego, están también deliberadamente repartidas en el interior de dichas tuberías y más. Algunas están a la vista, otras permanecen ocultas en lugares brillantes del suelo, y la mayoría conlleva un esfuerzo conseguirlas. Algunas misiones específicas de los diferentes niveles de cada reino ofrecerán un desarrollo de obtención de energilunas más tradicional y estructurado, yendo de nivel en nivel consiguiéndolas, pero eres libre de explorar y realizar actividades que te premiarán con montones de ellas.

No todas las actividades que ocurren dentro del juego son las mismas, aunque rara vez estás lejos de una brillante y nueva idea, o de un giro de tuerca de una idea ya conocida. Normalmente, Cappy suele ser el engranaje principal para solucionar estas actividades, permitiendo a Nintendo reinventarlas una vez más.

Captura un Goomba y podrás subirte encima de otros de ellos para formar una torre de Goombas que te permiritá alcanzar una energiluna muy elevada en el aire, e incluso podrás sorprender a una Goomba hembra que te premiará con una energiluna. Los Hermanos Martillo hacen acto de presencia en el Reino de los Fogones, lanzando sartenes para abrirse camino. Los Chomp Cadenas se convierten en bolas de demoloción en un nivel, pero actúan como bolas de billar en otro, haciendo que se alineen contra un objetivo destructible y lanzándose contra el mismo, resolviendo numerosos acertijos de esta manera.

La mecánica de captura funcionará como base fundamental para superar los retos que plantean los jefes finales, haciendo que algunas fases de las batallas requieran de ésta para poder vencer. 

En la secuencia de inicio, una hélice del barco volador de Bowser hace añicos gran parte de la icónica de Mario, dejando claro que Nintendo está dispuesta a sacrificar algunas vacas sagradas. Esta odisea no va a olvidar la historia de Mario y le hará homenajes a menudo a modo de detalles retro, como algunos niveles 2D que podremos jugar si nos adentramos en unas tuberías que parecen estar construidas en 8-bits y que comunican con una plana pared o algún fondo submarino, con Cheep Cheeps que, pasando por delante de la cámara, delicadamente entorpecen la visión del nivel bidimensional que estamos jugando en la mencionada superficie marina. Algunos de estos segmentos 2D emplean trucos visuales y se regocijan en el espacio de juego para esconder secretos, otros únicamente ofrecen una presentación visual espectacular, como un festival nocturno conmemorativo en Nueva Donk a los orígenes de Mario, recreando una escalada en la que saltamos barriles como en el primer juego de Donkey Kong, todo ello en 2D. Dicho festival continúa incluso tras superar la aventura principal. 

Odyssey realmente despierta la nostalgia en el jugador y lo hace parecer el auténtico sucesor de Super Mario 64, el cual tendrá varias referencias en esta nueva entrega hacia lo ocurrido y presenciado en las aventuras de Mario por Nintendo 64, haciendo que la conexión entre ambos juegos sea más explícita.

Hay mucho de Breath of the Wild en Super Mario Odyssey; desde la idea de olvidarte del objetivo principal e ir a tu aire por los diferentes reinos, pasando por lo ambiental y atmosférica que puede resultar la banda sonora para adaptarse al entorno que Mario recorre y haciendo que casi no suene música en cuanto aterrizas en un nivel tras ver el título del mismo, aunque la música siempre sonará acorde a tus pasos, y se presenta de manera entretenida. A pesar de que el mundo de Odyssey es más compacto, se puede decir que Link puede encontrar más Kologs que Mario energilunas, pero no por mucho.

Y estos dos juegos, más allá de compartir un inicio grandioso para Nintendo Switch, tienen algo más en común: Al igual que Breath of the Wild, Odyssey es un nuevo título en la saga Mario y continúa aportando brillante inventiva, tomando muchos riesgos con una fórmula ya establecida, y haciendo que todo ello funcione de manera natural. Esta nueva aventura nos asegura que Mario no se está haciendo viejo, ni siquiera más que un dinosaurio. Ni por asomo. 10.
[Imagen: metroid-2.gif]


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